Re: Pess, el árbol de la carne
Publicado: Dom, 31 Jul 2016 21:53
Esta poema es grande.
He gozado su lectura.
Un abrazo
He gozado su lectura.
Un abrazo
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Rafel Calle escribió:Nombrado soy apóstol a tu requerimiento,
idea de un patrón que vagamente intuyo;
le propones al vértigo de una fuerza inconstante
convertir tu palabra en motín de cariño.
Porque ser un árbol precisa las hojas que vagan la tierra, alud que fue verde,
octubre aterido de un canto de alfombras y luz que agoniza en grises dementes,
quisiera reclamarte más destreza
o la licenciatura del milagro,
oficio parabólico y simiente,
la voluntad de trascender el Dharma,
que suplican conciencia al trajín de la carne.
¿Perdemos nosotros? o ¿gana la esencia? Quiero prevenirme de un juego del agua,
hielo elemental, el centro del frío que guarda los genes y las religiones de toda falacia.
Tengo que prevenir, prevenirme de mí,
vertiginosa redondez del ansia,
convencerme de ti, desterrar al iluso
que se nutre en la praxis de una ciencia inexacta.
Un balcón de asomar el pensamiento
procuras tú, una misión de manos extendidas,
inercia de los dedos que calientan la magia,
en la raíz que nombra la reflexión del hombre:
Celoso rigor, carácter inquieto, creciendo, menguando,
ventura furtiva del azar secreto.
Buscar del revés, reos en el caos.
Hallar catecismos, abril de liturgia del símbolo amor,
que velen el árbol de la carne abierta.
Rafel Calle escribió:Nombrado soy apóstol a tu requerimiento,
idea de un patrón que vagamente intuyo;
le propones al vértigo de una fuerza inconstante
convertir tu palabra en motín de cariño.
Porque ser un árbol precisa las hojas que vagan la tierra, alud que fue verde,
octubre aterido de un canto de alfombras y luz que agoniza en grises dementes,
quisiera reclamarte más destreza
o la licenciatura del milagro,
oficio parabólico y simiente,
la voluntad de trascender el Dharma,
que suplican conciencia al trajín de la carne.
¿Perdemos nosotros? o ¿gana la esencia? Quiero prevenirme de un juego del agua,
hielo elemental, el centro del frío que guarda los genes y las religiones de toda falacia.
Tengo que prevenir, prevenirme de mí,
vertiginosa redondez del ansia,
convencerme de ti, desterrar al iluso
que se nutre en la praxis de una ciencia inexacta.
Un balcón de asomar el pensamiento
procuras tú, una misión de manos extendidas,
inercia de los dedos que calientan la magia,
en la raíz que nombra la reflexión del hombre:
Celoso rigor, carácter inquieto, creciendo, menguando,
ventura furtiva del azar secreto.
Buscar del revés, reos en el caos.
Hallar catecismos, abril de liturgia del símbolo amor,
que velen el árbol de la carne abierta.
.......................................................................................................Marimar González escribió:Sugerente y bello en su devenir humano con interrogantes y rebeldías que identifican el fortalecimiento de un yo poético que responde, reclama y se manifiesta en romántica polimetría a través de un discurrir lúdico y polisémico.Nombrado soy apóstol a tu requerimiento,
idea de un patrón que vagamente intuyo;
le propones al vértigo de una fuerza inconstante
convertir tu palabra en motín de cariño.
Porque ser un árbol precisa las hojas que vagan la tierra, alud que fue verde,
octubre aterido de un canto de alfombras y luz que agoniza en grises dementes,
MIs saludos cordiales
Rafel Calle escribió:Nombrado soy apóstol a tu requerimiento,
idea de un patrón que vagamente intuyo;
le propones al vértigo de una fuerza inconstante
convertir tu palabra en motín de cariño.
Porque ser un árbol precisa las hojas que vagan la tierra, alud que fue verde,
octubre aterido de un canto de alfombras y luz que agoniza en grises dementes,
quisiera reclamarte más destreza
o la licenciatura del milagro,
oficio parabólico y simiente,
la voluntad de trascender el Dharma,
que suplican conciencia al trajín de la carne.
¿Perdemos nosotros? o ¿gana la esencia? Quiero prevenirme de un juego del agua,
hielo elemental, el centro del frío que guarda los genes y las religiones de toda falacia.
Tengo que prevenir, prevenirme de mí,
vertiginosa redondez del ansia,
convencerme de ti, desterrar al iluso
que se nutre en la praxis de una ciencia inexacta.
Un balcón de asomar el pensamiento
procuras tú, una misión de manos extendidas,
inercia de los dedos que calientan la magia,
en la raíz que nombra la reflexión del hombre:
Celoso rigor, carácter inquieto, creciendo, menguando,
ventura furtiva del azar secreto.
Buscar del revés, reos en el caos.
Hallar catecismos, abril de liturgia del símbolo amor,
que velen el árbol de la carne abierta.
Excelente y muy hermoso poema, Rafel. Un abrazo.Rafel Calle escribió:
procuras tú, una misión de manos extendidas,
inercia de los dedos que calientan la magia,
en la raíz que nombra la reflexión del hombre: