La maestra

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Alejandro. Un placer recibirte.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Miguel Ángel, por asomarte con tu gentileza a mis versos.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Oscar, por la generosidad con que te acercas a esta ocurrencia mía.
Un abrazo.
Pepa

[María José Honguero Lucas]

Y a mí se me había pasado esto?.
Excelente decir, Pepa, me ha encantado.
Un abrazo

[Ricardo José Lascano]

Me abruma el disparate
de este charco infinito
que rodea
lo poco de mi alma
que aún persiste en batirse.


La medida del alma, su asociación de universo, su dolor de infinito.


Me gustó esta propuesta interior restauradora.

Abrazos, amiga Pepa.


RJL

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Maria José. No tengas pena, a mi se me pasan cantidad de cosas, entre ellas responder comentarios tan amables como éste.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Ricardo, por estar y hacérmelo saber.
Un abrazo.
Pepa

[Luis M]

Me alegro mucho de haber descubierto este poema que en su día se me pasó.
Es un poema realmente magnífico, ...me encantó.

Mis felicitaciones Pepa. Un abrazo, compañera.

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Luis, por acercarte con tanta amabilidad a esta letras.
Un abrazo.
Pepa

[Rafel Calle]

Muy bello poema de Pepa.

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Rafel, por pescar la chatarra del fondo del charco.
Un abrazo.
Pepa

[Óscar Distéfano]

La maestra


Recuerdo haber pensado
que vivir no era esto:
detenerse en el margen
impreciso del tiempo
a mirar las estrellas
que se van derrumbando.

Recuerdo estar completa,
antes de ser un hueso
roído por chacales.
-Calavera de azúcar
de un noviembre sin rostro-

Sé que tuve otros ojos.

Me abruma el disparate
de este charco infinito
que rodea
lo poco de mi alma
que aún persiste en batirse.

Soy solo la substancia
de un cadáver
que se niega corromperse.

Recuerdo que fui niña.

Hoy no me queda más
que dolerme
de esta mala costumbre
que tiene la vida
de enseñárnoslo todo.

Excelente poema porque, sencillamente, ha brotado de lo que es propio del poeta, de su experiencia de vida, de su sangre. Y porque hay talento para la expresión, para el uso de la herramienta lingüística. Al trasmitirnos este mensaje humano y real, nos enseñas el valor del hombre y de la vida. Y nos recuerdas que la poesía no depende de argumentos inextricables ni pomposidades del idioma. Me ha gustado mucho, amiga. En verdad, eres una poeta muy sólida.

Un abrazo franco.
Óscar

[E. R. Aristy]

La maestra






Recuerdo haber pensado
que vivir no era esto:
detenerse en el margen
impreciso del tiempo
a mirar las estrellas
que se van derrumbando.


Recuerdo estar completa,
antes de ser un hueso
roído por chacales.
-Calavera de azúcar
de un noviembre sin rostro-


Sé que tuve otros ojos.


Me abruma el disparate
de este charco infinito
que rodea
lo poco de mi alma
que aún persiste en batirse.


Soy solo la substancia
de un cadáver
que se niega corromperse.


Recuerdo que fui niña.


Hoy no me queda más
que dolerme
de esta mala costumbre
que tiene la vida
de enseñárnoslo todo.




Pepa

Tu canasta esta llena de toda clase de flores, Me fascina tu variedad de temas y estilos, admirada Pepa. Un abrazo, ERA

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Oscar, por el tiempo dedicado a la lectura y el generoso comentario. Sin duda, todos los poemas son resultado de la propia experiencia, aunque a veces se mezclen en ellos recuerdos de cosas imaginadas o soñadas. Con mi admiración.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, E.R.A., por las bellas palabras que me dedicas. Yo si que te admiro un montón.
Un abrazo.
Pepa