Óscar Distéfano escribió:No conocía yo este poema distinto. Digo distinto —para mí, por supuesto—, porque he podido volar con sus alas dadivosas. A veces, solemos mirar el alto vuelo de un poema, sin posibilidades de acompañarlo en las alturas, ya sea por la bruma de su cielo, ya sea por la negativa del ave. En este caso, el cielo se ha presentado límpido y las alas se han extendido generosas para la mirada ávida de honduras.
Duele la carga de esta muerte, duele como el jueves de César Vallejo, porque es el dolor de la vida ante su desolada perspectiva, porque es el dolor del hombre, el dolor que sentimos todos los hombres, con conciencia o sin ella.
El ritmo se sostiene en un sutil entramado de la familia imparisílaba. Hay que leerlo con cautela, con los ojos bien abiertos, para no caer en los aparentes tropezones que aparecen en varias pausas de los versos mixtos. Por ejemplo:
“la plomada del pensamiento-atraviesa sus cauces”, no deberíamos leerlo de corrido, pues acentuaríamos en la sílaba 11ª. Lo correcto sería deshacer la sinalefa, para leerlo como un verso 9+7. También se hace necesario acomodar la entonación en ciertos endecasílabos que se liberan de la acentuación clásica: “¿qué óxidos corroerán sus bronces?” (1-2-8-10), prescindiendo de uno de los acentos (4ª o 6º) que exige la regla del endecasílabo tradicional; pero, para mí, esta variante es absolutamente válida en un verso libre, ya que la gama de los versos que lo acompañan mantienen una tesitura de feliz trasgresión, y la eufonía que se logra en el conjunto es innegable. Otro detalle que puede resultar debatible: “Tardía, encumbrada en el delirio”, donde la puntuación obliga a deshacer la sinalefa, un recurso que la preceptiva no acompaña; pero, me ratifico: estamos ante un poema donde el autor nos dicta las normas de lectura, con tal claridad, que no nos resta sino acompañar su voluntad de innovación.
Estamos, pues, ante un poema rotundo en su contenido, y valientemente arriesgado en su propuesta formal, que no nos resta sino aplaudir, releerlo, estudiarlo, y aprender de su múltiple riqueza poética.
Por último, quiero rendir mi especial admiración a un verso que ha resonado en mi mente. En su sencillez resalta una bellísima imagen de profundo significado:
“la libertad de un corazón sin prisa”
Un abrazo, compañero.
Óscar
Gracias amigo Oscar por tan exhaustivo estudio de este poema. Se te echa de menos en este foro, por muchas causas, y una de ellas es por magníficos comentarios, escaso, muy escasos en el mundillo de los foros.
Un abrazo