Publicado: Mié, 04 Ago 2010 15:53
jose febles graciass
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javierdicenzo80 escribió:De poetas del ocaso diminuto
Dedicado al poeta Ricardo Serna
Hay un ángel que condena mi vida,
mansos destellos de las miradas en el laberinto.
Agonizo en el murmullo herido del viento.
Neruda ya no pasa por mis venas,
Ninfas de los bosques verdes.
Yo poeta, te dedico mis versos
el alma toda con palabras delicadas.
Me hundo en el mundo irreconocible.
Mi rostro y mi guarida perecen.
¡Oh! ¡Poeta, poeta, poeta¡
De la mas alta escuela que palpita
en la sombra de la fe
en el último pan de elegía perfecta
en el manto que la risa esconde.
Pues dime si un alimento te sacia
con la luz en los ojos del ciego
con la sombra más sombra del hombre
en las palpitaciones excéntricas.
Dadme una oda de Neruda,
dadme un caracol más inmenso.
¿Que la rosa desangrada en poema
asiste al crepúsculo benigno?
Todo es sensible en este mundo
de poetas del ocaso diminuto.
JAVIER DICENZO
Javier Dicenzo escribió:De poetas del ocaso diminuto
Dedicado al poeta Ricardo Serna
Hay un ángel que condena mi vida,
mansos destellos de las miradas en el laberinto.
Agonizo en el murmullo herido del viento.
Neruda ya no pasa por mis venas,
Ninfas de los bosques verdes.
Yo poeta, te dedico mis versos
el alma toda con palabras delicadas.
Me hundo en el mundo irreconocible.
Mi rostro y mi guarida perecen.
¡Oh! ¡Poeta, poeta, poeta¡
De la mas alta escuela que palpita
en la sombra de la fe
en el último pan de elegía perfecta
en el manto que la risa esconde.
Pues dime si un alimento te sacia
con la luz en los ojos del ciego
con la sombra más sombra del hombre
en las palpitaciones excéntricas.
Dadme una oda de Neruda,
dadme un caracol más inmenso.
¿Que la rosa desangrada en poema
asiste al crepúsculo benigno?
Todo es sensible en este mundo
de poetas del ocaso diminuto.
JAVIER DICENZO