Publicado: Dom, 12 Jul 2009 7:53
Qué belleza, Aubriel. He disfrutado tu poema. Besos.
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enrique sanmol escribió:Esa nave que se nos llevó un día, olvidados en el crepúsculo, entre barrotes infranqueables; y aquellos niños que murieron en nosotros; la soledad de ser a pesar de tanto que nos rodea y saber que de alguna manera todo está y nunca estuvo aquí adentro, porque todo pasa. Hay una flecha que une aquella realidad con ésta, una flecha que nos lleva a pesar de que nunca sabremos quién el arquero ni a dónde nos lleva.
Un placer la lectura. Un cordial saludo.
Javier Cañas Belmar escribió:Aubriel Camila de la Prad escribió:"Explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome"
Alejandra Pizarnik
I
la tarde cae detrás del rosal
y la niña juega a fundirse
en la rojez del cielo
II
ahora puede alcanzarlo
III
un abanico de adioses
se esconde entre los pétalos desolados
la dejan libre
trepa otra vez hacia sus sueños
IV
nadie conoce su rumbo interior
V
¿a quién nombrará cuando corre
vestida de tormenta
por los pasillos de sus celdas de aire?
VI
¿a quién le pondrá
un rubor en la mejilla
un beso de futuro
una puesta de sol entre las manos
una apuesta al mañana
sobre la almohada tibia?
VII
un abalorio de mariposas
late en sus ojos
por el más breve de los instantes
la soledad la ama
VIII
remota
a pesar de sí misma
sólo la habitan
barrotes niebla naves
WOW! aubri, cada vez escribes mejor; este poema es una gozada, maravilloso...esa estrofa que subrayo es una delicia...te voy a devolver los aplausos multiplicados por tres PLAS, PLAS, PLAS,...de corazón, estás hecha una poetisa de bandera!! vencí mi pereza y en verdad que mereció la pena...compartir tus sentimientos derramados entre sueños, soledad, y esta nave de la vida acompañada de tormentas por las interioridades del alma...
besos y un fortísimo abrazo.
javi
niña es hermoso, trasmite mucha soledad! siempre encantada de leerte!Aubriel Camila de la Prad escribió:"Explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome"
Alejandra Pizarnik
I
la tarde cae detrás del rosal
y la niña juega a fundirse
en la rojez del cielo
II
ahora puede alcanzarlo
III
un abanico de adioses
se esconde entre los pétalos desolados
la dejan libre
trepa otra vez hacia sus sueños
IV
nadie conoce su rumbo interior
V
¿a quién nombrará cuando corre
vestida de tormenta
por los pasillos de sus celdas de aire?
VI
¿a quién le pondrá
un rubor en la mejilla
un beso de futuro
una puesta de sol entre las manos
una apuesta al mañana
sobre la almohada tibia?
VII
un abalorio de mariposas
late en sus ojos
por el más breve de los instantes
la soledad la ama
VIII
remota
a pesar de sí misma
sólo la habitan
barrotes niebla naves
Rossana Arellano escribió:NADA CAMBIES NIÑA....
LO QUE HAS ESCRITO ES HERMOSO
Mira, si me topo con algo ten la certeza de que te advertiré.
Trataré de hacer memoria, ultimamente me está fallando.
Un beso a tu frente
Rossana
Marcos de la Mancebía escribió:Aubriel Camila de la Prad escribió: ...la soledad la ama
VIII
remota
a pesar de sí misma
sólo la habitan
barrotes niebla naves
Bueno, es una soledad con naves, puede echarse a la mar.
Y aunque suene a perogrullo, tiene algunas imágenes antológicas.
Un abrazo
Marcos
Susa Campos escribió:Qué belleza, Aubriel. He disfrutado tu poema. Besos.
Nésthor Olalla escribió:AUBRIEL...
"un abalorio de mariposas
late en sus ojos
por el más breve de los instantes"
Sin duda bellísimos hallazgos poéticos en tus letras, querida amiga.
Un abrazo, poeta
Citlalli Gil Zamorano escribió:niña es hermoso, trasmite mucha soledad! siempre encantada de leerte!Aubriel Camila de la Prad escribió:"Explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome"
Alejandra Pizarnik
I
la tarde cae detrás del rosal
y la niña juega a fundirse
en la rojez del cielo
II
ahora puede alcanzarlo
III
un abanico de adioses
se esconde entre los pétalos desolados
la dejan libre
trepa otra vez hacia sus sueños
IV
nadie conoce su rumbo interior
V
¿a quién nombrará cuando corre
vestida de tormenta
por los pasillos de sus celdas de aire?
VI
¿a quién le pondrá
un rubor en la mejilla
un beso de futuro
una puesta de sol entre las manos
una apuesta al mañana
sobre la almohada tibia?
VII
un abalorio de mariposas
late en sus ojos
por el más breve de los instantes
la soledad la ama
VIII
remota
a pesar de sí misma
sólo la habitan
barrotes niebla naves