Foro poético-literario, revista y tienda de libros de la Editorial Alaire. Poemas de todo tipo, relatos cortos, ensayos. Debates, discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario. Convocatorias de concursos de poesía.
https://foro.editorialalaire.es/
Gracias, Armilo, por este magnífico comentario. Es un lujo tenerte en estos foros.Armilo Brotón escribió:Como apasionado del jazz y el blues no puedo dejar de aplaudir esta obra que es todo un cuaderno de ruta, un homenaje al arte en general. Es una explicación de por qué algunos nos lanzamos a estas loqueras.
Un abrazo Ferreiro.
Óscar Distéfano escribió:Un post valioso. He pasado un momento muy especial, leyendo tus poemas y escuchando música buena. Esto es lo positivo de compartir en un foro de artistas sensibles. Tu poesía es intimista, con códigos a veces muy personales; pero, en este caso, cuando va acompañada de ciertos elementos que guían de alguna forma al lector, las imágenes se vuelven más cercanas, y una hermosa empatía empieza a sentir. Agradecido por ayudarme a crecer.
Un abrazo fuerte.
Óscar
Gracias Ramón, por tan "azules" comentarios. Es todo un honor que sientas el blues en estos versos.Ramón Castro Méndez escribió:Con que intensidad percuten esas imágenes. Son Sonny Boy Williamson, excupiendo sangre mientras toca la armónica. Una delicia... y van, más de poema. Un placer pasar por tus versos. Atronadora ovación.
Un fuerte abrazo.
¡¡¡ Felices Fiestas !!!
¡¡Son imprescindibles, amigo Julio!! Los percebes y el godello son la verdadera inspiración del poeta; hacen que la realidad transcienda en todos los sentidos.Julio Gonzalez Alonso escribió:¡Qué bien sabes interpretar el alma del blues! El otro día estuve escuchando esta música, pero a mí no se me ocurren cosas así... ¿será, en tu caso, cosa del godello o los percebes...? ¡Ay! Abrazos decembrinos.
Salud.
Admiro cada verso y la fuerza como escribes.J. J. M. Ferreiro escribió:A Robert Altman
A Vidas cruzadas
Está el hombre sentado
a la orilla de un río inmóvil.
Siento la cara oscura dormitando.
Siento el Sol como un arma
quemando sus culatas lentamente.
Se rasga el esplendor de la palabra negra
y el alma rompe en penas que fulguran
como piedras azules en el agua.
Esboza la guitarra el infortunio;
las notas se recortan como cristales rotos,
punzantes… homicidas.
El niño ha muerto.
Un chelo llora en la ciudad,
llora en otras ciudades,
y es ahora este blues
el humo de otro suicidio.