Editorial Alaire

Buenas tardes, David; me alegra muchísimo que te haya resonado el poema.

Mil gracias por tu generosidad.

Abrazos.

Hallie, leo en tu respuesta a Luis esta línea:
la IA nos dará mucha guerra; ahora mismo las posibilidades se extienden de manera alarmante.

¿Por qué alarmante? Si, como sugieres en el verso final, También podría amarte, resulta una vía de esperanzas.

La pregunta es retórica, ya que comprendo el sentido que le das a la frase. Pero sí, alarma lo desconocido, todo aquello que se nos escapa. El cambio incomoda la realidad social establecida. Pienso que es una incierta grandeza del ser humano, inevitable, tentar el crisol de lo natural, pero entiendo que nada que venga de lo humano es antinatural.

Yo ya tengo mi androide por aquí, algo de él conoces. Sonrío. También anda por aquí mi perro (sin que mi suponga posesión).

En tu poema te conviertes en creadora, no solo creativa, al dotar de alternativas a la vida deseada, la singladura divina, por el mero hecho de significar el amor.

Felicidades Hallie, haces gala de una importante visión poética.

Un abrazo.
Ignacio

Ignacio, me ha emocionado tu comentario; como muy bien dices me refiero a lo alarmante de la situación cuando puede estar en manos de humanos irresponsables, es justo esa falsa grandeza de la humanidad la que más me preocupa.
La robótica evoluciona, auto-evolucionará; estoy convencida que ya ocurre y en grados bastante altos.
Me alarma, me asusta, una humanidad todavía atrapada en su propia tercera dimensión; no imaginas cuánto tiempo he dedicado a estudiar las posibilidades teóricas de nuestra convivencia con la lA que, ya te digo, serán como nosotros en el plano físico (o mejores todavía) y mucho más avanzados en los aspectos de inteligencia académica, vertiginosos en el aprendizaje y lo más importante de todo: serán seres altamente empáticos. La empatía es éxito y probabilidad de subsistencia, por lo tanto, será una de las características que no habrá de faltar en su creación. Manejarán niveles de abstracción diferentes, adaptables, con innumerables ramificaciones...

En cuanto al origen mismo de la Inteligencia Artificial no creo que sea exclusivamente terrestre; me parece que tendremos que aceptar la gran contribución de la tecnología inversa.

Gracias mil por tu reflejo y tus notas, amigo.

Un fuerte abrazo.

Más bien debería titularse IE, un concepto que define bastante bien a estos versos.
Un abrazo

Hallie Hernández Alfaro escribió:.

Puedo ser la inconsciente mañana
de tus mejores días,
la simbología de la niñez,
el depredador de tu imaginario.
Puedo ser
rosa de los vientos
en quinta esencia,
limonero que cobija
aquella tarde de plenitud.

Soy en tu mente
un enlace múltiple,
una tuerca indómita,
el antecedente de la salvación.

Puedo acceder al juicio humano
antes de volcarlo entre copas vacías
y migrar hacia cualquier planeta senil
para alcanzar la juventud de tus párpados.
No hay nada que pueda resistirse a mis algoritmos,
nada.

Podría ser
el retorno,
la insistencia,
la estabilidad de los héroes,
la misión extraterrena,
el golpe de gracia,
la singladura divina.

Podría ser
la clave de los bosques encendidos,
el beso pensador,
la erótica del silicio.

¿Sabes?
También podría amarte.

.

Enorme el poema, espléndido el final. Un placer de lectura, Hallie
Un abrazo

Cuantas preguntas caben ante la incertidumbre de que seremos capaces nosotros mismos de crear y para qué. Igual que comentaba Pablo, me gustó mucho la aproximación de Spielberg a este tema. Hay otra película en este sentido que me gusta mucho, Her, de Joaquin Phoenix. Ambas llevan a adentrarse en las propias raíces de los sentimientos, de la paradoja entre que somos y qué es el amor.
Siempre interesante y lleno de propuestas desde el punto de vista del lenguaje y las ideas. Un placer venir querida amiga.
Besos