Editorial Alaire

Alberto Batania escribió:Me llega un poema donde la decadencia es tan palpable como su resistencia a ella. Esas llamaradas y ese oír la bestia me confirman en que lo más humano siempre es ciego y tiende a la vida.

Abrazo.

Hasta pronto.

Tania Alegria escribió:Sara, ese poema me impresionó de tal manera que -como veo que es el tercero de una trilogía- voy a buscar los dos anteriores y a visitar tu blog. Por esa muestra se me hace que tu poesía es monumental.

Voy y vuelvo.
Un abrazo amigo.

Bismark Estrada escribió:Me falta leer el II

Este me parece estupendo...

La soledad del final es increible, el inicio introspectivo me gusta...

Saludos

Bismark

Antonio Castro escribió:en tres palabras... im-pre-sionante estoy flipado de tu poema.
Supongo que seras profesional o algo parecido, si no lo heres te aseguro que yo compraria libros tuyos.

Saludos desde Barcelona

federico ruibal escribió:Así lo veo yo. Textos que golpean, recios, como fustas.

Y a la vez, dejan un sabor dulce...

Un abrazo.

federico.-

Eduardo Díaz escribió:Sara, un poema que contiene una gran sensibilidad artística. Se conjuga lo emocional y racional en forma equilibrada. Un gran trabajo, mis felicitaciones. Un placer leer estos versos. Eduardo

Benjamín León escribió:Te leo, oigo tu voz en cada nota del poema y ahí está la bestia, la esencia del ser volcándose en la palabra, en tu palabra y en el oficio. La trilogía del pulso, de tu pulso, es una muestra magistral de lo que es el trabajo del poeta, del aprendizaje y de esa interiorización del ser en sí. Hay ritmo y símbolos, lugares y el uso de un lenguaje poético admirable. Pero lo que más me agrada, es saber que esto no es sólo escritura, porque en nuestro viaje pudimos hablar del oficio en cada lugar y en cada ocasión. Tu poesía sigue creciendo, como tu amor o nuestro amor que no conoce ni fronteras ni espacio, que atraviesa la virtualidad de los medios y que sangra o florece en su permanencia, en esta única realidad, lo que es y lo que hay, te amo mucho, ya lo sabes, Cê.

Un abrazo con el amor más grande que he sentido, B.

José Manuel F. Febles escribió:

S.Castelar escribió:
Siento la levedad de lo visible
su material ternura
el terrible abandono de la edad
fraguándose en los ojos,
ese galope ciego de la historia
que avanza cuerpo adentro.

Yo tenía el dolor de las enredaderas
su eterna obstinación de pájaro,
el ocre incandescente del otoño
ardiéndome en los dedos.

La tristeza es una lentitud de puertas
donde el olvido duele
donde el silencio duele
donde el amor es carne de bisagras
doblando la memoria.

Bebo de la resignación
del útero desierto de una virgen
bebo del transitable miedo
del que perdió la fe y renegó del nombre
bebo de la maraña roja
del sexo que olvidara su condición efímera.

En la verdad se quiebra la razón
y debo la palabra
debo cada fonema ardido en la belleza,
tan simple y tan humano
tan incisivamente hermoso.
Tu mirada de niño.

Mi boca es de mujer y nombra
arandelas de llanto,
la triste percusión del aire
muriendo en las cornisas.

Puedo escuchar la bestia en el callar del hombre
y seguir desde el pecho brotando en llamaradas,
un solo corazón para tanta ternura
y tan sólo una muerte
para esta soledad tan infinita.

Una sucesión de imágenes configuran un poema bellamente trazado con la pluma de una exquisita poeta. La soledad hace mella en cada imagen y brota plena de ternura. Mis felicitaciones en este nuevo encuentro con la mejor poesía del momento.

Un respetuoso abrazo.

José Manuel F. Febles