Re: Drácula espera a sus verdugos
Publicado: Lun, 09 May 2022 6:12
Muy buen poema: bien escrito de principio a fin.
Lo disfruté.
Lo disfruté.
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Gracias por tus generosas palabras. Un abrazo, Ana.Ana García escribió: ↑Dom, 08 May 2022 6:46 Muy merecido el reconocimiento semanal. Me ha encantado el comienzo reclamando las gracias y un final junto al aleteo de murciélagos.
Genial el desarrollo.
Te felicito
Un abrazo.
Graciñas, J.J. Unha forte aperta.J. J. Martínez Ferreiro escribió: ↑Dom, 08 May 2022 10:59 NORABOA, amigo Ramón, por este reconocimiento tan magnífico poema.
Todo un placer de la fe lectura.
Apertas e saúde.
Gracias, Pilar, por tus palabras. Un abrazo grande.Pilar Morte escribió: ↑Dom, 08 May 2022 12:31 Enhorabuena, amigo Ramón, por el merecidísimo, reconocimiento a tu poema.
Abrazos
Gracias por tu felicitación, José Manuel. Te mando un fuerte abrazo.José Manuel F. Febles escribió: ↑Dom, 08 May 2022 13:32 ="Ramón Carballal" post_id=419207 time=1494432937 user_id=91]
Ninguna de ellas me ha dado las gracias por la inmortalidad.
¿Qué importa el surco suave en un cuello virgen
si en el brote de la sangre un manantial de vida crece?
Perseguí el elixir en las caras febriles de la juventud
como una aventura invoqué al ciervo blanco
que abre las puertas del infortunio.
Dejé como cadáveres hambrientos a las ninfas de la sed
-todas ellas vigorosas y dulces, neutras y dóciles-
sin esperar más que la demora
en los ojos que sufren.
Quería un coro que cantara a la muerte y a la vez a la vida,
voces tenues, hembras sin vestidos
entre candelabros heroicos, un desorden
donde se dibujara la iconografía de los satélites,
su resplandor en el ocaso
de las infinitas noches sin luna.
Todos mis latidos ignoran el misterio de la luz,
yo me entrego a la magia y al sacrificio de un dios antiguo,
sé que fluye en mí una crueldad ciega
desde la inocencia hasta la voz
que madura el destino en episodios sempiternos
de ambición y crepúsculo.
Aquí está mi pecho rojo
donde late la verdad de lo perpetuo,
anclaros a vuestra esencia sin esperanza,
dueños de un tiempo de podredumbre
que ya os devora.
Chillan los murciélagos mi fin,
baten sus alas negras hacia un cielo estéril
donde ya no existe la eternidad de mi abrazo,
el amoroso perfil
de un colmillo sin alma.
Ya lo dije en momento, un poema extraordinario, que ocupa el lugar que le ha coresponido y le corresponderá siempre. Mi más sinceras felicitaciones, querido amigo mío.
Un fuerte abrazo, desde la soledad de m isla.
José Manuel F. Febles
Gracias, ERA. Un abrazo, amiga.
Gracias por la felicitación, Hallie. Un fuerte abrazo.Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Dom, 08 May 2022 18:12 .
Enhorabuena por tan merecida distinción, querido amigo.
Abrazos.
Gracias, Mirta, eres muy amable, aunque no es poema del mes sino de la semana. Un fuerte abrazo.Mirta Elena Tessio escribió: ↑Dom, 08 May 2022 20:43Fecicitaciones por tu genial poema, originalidad en todos los aspectos y por tu merecido reconocimiento como POEMA DEL MES. Abrazos Ramón. De corazón te digo te lo mereces.Ramón Carballal escribió: ↑Mié, 10 May 2017 17:15
Ninguna de ellas me ha dado las gracias por la inmortalidad.
¿Qué importa el surco suave en un cuello virgen
si en el brote de la sangre un manantial de vida crece?
Perseguí el elixir en las caras febriles de la juventud
como una aventura invoqué al ciervo blanco
que abre las puertas del infortunio.
Dejé como cadáveres hambrientos a las ninfas de la sed
-todas ellas vigorosas y dulces, neutras y dóciles-
sin esperar más que la demora
en los ojos que sufren.
Quería un coro que cantara a la muerte y a la vez a la vida,
voces tenues, hembras sin vestidos
entre candelabros heroicos, un desorden
donde se dibujara la iconografía de los satélites,
su resplandor en el ocaso
de las infinitas noches sin luna.
Todos mis latidos ignoran el misterio de la luz,
yo me entrego a la magia y al sacrificio de un dios antiguo,
sé que fluye en mí una crueldad ciega
desde la inocencia hasta la voz
que madura el destino en episodios sempiternos
de ambición y crepúsculo.
Aquí está mi pecho rojo
donde late la verdad de lo perpetuo,
anclaros a vuestra esencia sin esperanza,
dueños de un tiempo de podredumbre
que ya os devora.
Chillan los murciélagos mi fin,
baten sus alas negras hacia un cielo estéril
donde ya no existe la eternidad de mi abrazo,
el amoroso perfil
de un colmillo sin alma.
Flores para un ganador
Gracias, Javier. Un abrazo.Javier Dicenzo escribió: ↑Dom, 08 May 2022 22:42 Felicitaciones por el galardón un placer pasar por tu obra.
Gracias, Ana, por la amabilidad del comentario. Un saludo cordial.Ana Estepa escribió: ↑Lun, 09 May 2022 6:12 Muy buen poema: bien escrito de principio a fin.
Lo disfruté.
Góstame levar para os soños algunha visión allea que me deixe non dar o primeiro paso. Ista é moi boa, Ramón.Ramón Carballal escribió: ↑Mié, 10 May 2017 17:15
Ninguna de ellas me ha dado las gracias por la inmortalidad.
¿Qué importa el surco suave en un cuello virgen
si en el brote de la sangre un manantial de vida crece?
Perseguí el elixir en las caras febriles de la juventud
como una aventura invoqué al ciervo blanco
que abre las puertas del infortunio.
Dejé como cadáveres hambrientos a las ninfas de la sed
-todas ellas vigorosas y dulces, neutras y dóciles-
sin esperar más que la demora
en los ojos que sufren.
Quería un coro que cantara a la muerte y a la vez a la vida,
voces tenues, hembras sin vestidos
entre candelabros heroicos, un desorden
donde se dibujara la iconografía de los satélites,
su resplandor en el ocaso
de las infinitas noches sin luna.
Todos mis latidos ignoran el misterio de la luz,
yo me entrego a la magia y al sacrificio de un dios antiguo,
sé que fluye en mí una crueldad ciega
desde la inocencia hasta la voz
que madura el destino en episodios sempiternos
de ambición y crepúsculo.
Aquí está mi pecho rojo
donde late la verdad de lo perpetuo,
anclaros a vuestra esencia sin esperanza,
dueños de un tiempo de podredumbre
que ya os devora.
Chillan los murciélagos mi fin,
baten sus alas negras hacia un cielo estéril
donde ya no existe la eternidad de mi abrazo,
el amoroso perfil
de un colmillo sin alma.