Editorial Alaire

Rafael Valdemar escribió:Me gusta este musical poema que en estilo clásico has escrito Guillermo. Lo disfruté leyendo.

saludos

rafael

E. R. Aristy escribió:

Guillermo Cuesta escribió:A punto de esgrimir la noche el vicio
de un festivo y flexible evocatorio
un jovial y sinfónico auditorio
preñábase de paz y de artificio.

El arco del violín se puso en quicio
y a tono de un acorde laudatorio
el bucólico son del repertorio
llenose de placer y beneficio.

¡Cómo llora la cuerda ¡ La fricción
en la caja se cierne invulnerable;
ya gime su tañer, la resonancia
entona su armonía. Redención
de excelsa plenitud incontestable
llegando con afán a la prestancia.

Esplendoroso! Te felicito Guillermo. Abrazos, ERA

Cecilia Martos escribió:¡Cómo llora la cuerda ¡ La fricción
en la caja se cierne invulnerable;
ya gime su tañer, la resonancia
entona su armonía. Redención
de excelsa plenitud incontestable
llegando con afán a la prestancia.


Se dejan sentir sus notas, muy bien logrado este soneto, lleva la música por dentro, ha sido un placer leerte querido Poeta, mi abrazo grande.

Cecilia

Manuel Alonso escribió:Guillermo, enternecedor y bello, muy bello el poema, amigo, me ha entusiasmado. Un abrazo.

Pablo Ibáñez escribió:Guillermo,

me ha gustado mucho el soneto, amigo. Me asombra la capacidad que tienes para esta difícil composición, que aprieta y exige tanto. Me gusta mucho cómo inicias los tercetos con una exclamación. Un cambio de ritmo muy sonetístico, de oficio.

Un abrazo.

carlos escribano escribió:

Guillermo Cuesta escribió:
.

Pues he escuchado la sinfonía de tu violín y mde ha gustado su músiica y el excelente soneto que nos muestra el violinista.

Mis aplausos

Un cordial abrazo

Antonietta Valentina escribió:Un hermoso soneto al violín, instrumento que me gusta mucho...el título, monumental!! Un abrazo.