Editorial Alaire

La Maestra escribe "La Maestra" una obra maestra de sencillez y a la vez complejidad lírica tan inmensa como ese espacio que nos anula y arrincona.

Yo también he hecho el maestro (pero de los otros, de los que torturan a los chavales a final de curso) en vez de dedicarme a cosas más importantes como es un ejemplo, leer este poema.

en fin... uno que no sabe aprovechar ese poco tiempo para alcanzar las estrellas de Pepa Aguera no enseña.

Biquiños, Maestra.

Gracias, Celia, por detenerte en estas letras y darles brillo con tus palabras.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Quinteño, por la gran consideración de tus letras. De maestra nada de nada.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Gerardo, por esta segunda lectura y el comentario que me pone más colorá que la primera vez. Un lujo tu visita.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Arturo. La emoción es recibir comentarios tan generosos como este.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Ferreiro, por tus excesos laudatorios dignos de mejor causa. Que, aquí entre nos, yo soy maestra de na y discípula de to. A estas alturas ya habrás dejado de pelearte con las nuevas generaciones y estarás de vacaciones, así que espero que las disfrutéis mucho los tres.
Un abrazo.
Pepa

Pepa, qué agradable lectura.

"Sé que tuve otros ojos"

Es mágico.

Abrazotes y gracias por compartir.

Gracias, Daniela, por tus amables palabras que quedaron sin respuesta.
Un abrazo.
Pepa

Además de ese derroche de talento y belleza que siempre se disfruta en tus letras, hay una profunda sabiduría que brota de tu pluma. Y yo aplaudo y aplaudo. Un gran abrazo.

Gracias, Gerardo, y ya he perdido la cuenta de las veces que te has pasado tres pueblos de generoso con tus comentarios.
Un abrazo.
Pepa

Maestría y sabiduría, mucha sabiduría nos llega en este precioso poema.

Siempre es un placer beber de tu poesía, Pepa.

Un abrazo.

Precioso poema mi enhorabuena, ha sido
un placer pasar por tus letras

Me ha encantado el poema, Pepa.
Una mirada reflexiva expuesta con mucha belleza e inteligencia sobre los versos.
Un abrazo fuerte.

"Hoy no me queda más
que dolerme
de esta mala costumbre
que tiene la vida
de enseñárnoslo todo."

Hermoso y acertado final, como un epítome de todo lo enunciado. Me ha gustado mucho este poema por lo que tiene de existencial. Los versos sueltos, tan lacónicos, son el contrapunto perfecto.

Un abrazo, Pepa.

Gracias, Raul, por pasarte por estas letras y dejar una palabra amable.
Un abrazo.
Pepa