Publicado: Jue, 11 Mar 2010 13:16
Daniela Miño escribió:Felicitaciones Pilar, es un hermoso regalo.
Un beso enorme.
Gracias, Daniela, tus felicitaciones me llenan de alegría
Abrazos
Pilar
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Daniela Miño escribió:Felicitaciones Pilar, es un hermoso regalo.
Un beso enorme.
Aubriel Camila de la Prad escribió:Pilar ... qué belleza!
Felicitaciones dobles: por el poema que es precioso y porque vas a ser abuela.
Que te llegue mi abrazo lleno de cariño desde Argentina. No sé cómo es ser abuela, pero debe ser una de las vivencias más hermosas.
Un montón de besos.
Cecilia Martos escribió:Hermosa manera de sentir y de expresar, felicidades por el poema y por esa "abuelidad", vamos abue, todas las bendiciones para ese bebe, un beso grande Poeta,
Cecilia
Qué pena me da, Carmen, contestar y que no estés. Gracias por tus amables palabras.carmen iglesia escribió:Emotivo poema, Pilar... pero te diré una cosa: ni de coña pareces abuela, así que te felicito por el bebito, un bebé es la mayor alegría, pero también te diré que mejor que te llame Pilar, jeje...
Besote grande,
Carmen
De entrañable belleza tus letras llegan, Pilar! Un placer de lectura!Pilar Morte escribió:Para Patricia que será madre, y de paso me hace abuela. Con todo mi cariño
Las hadas te sorprenden,
nenúfares azules circulan por tus venas
mientras elfos recorren huellas vivas,
la memoria de las madres en el fruto elegido,
porque pusiste alas al mirar
y tus ojos prolongan caminos en el tiempo.
Inocente es el pájaro
que desciende a beber tus ilusiones,
el agua que guardaste en el hueco del sueño,
mientras amaneceres limpios
derraman el delirio de la luz,
el susurro de tu voz sobre el rocío.
Sientes un corazón en tu latido,
sobre cristal tu rostro, su nombre junto al tuyo
extendiendo ternuras en tu seno,
las que nacen de ser eternamente otra.
Despertó la matriz el sueño de luciérnagas
que alumbran las paredes de tu vientre,
la placenta creciendo en cada luna
con la caricia de una mirada virgen.
Nunca tan cerca, tan sangre de tu sangre,
nunca tan unidos, tan necesaria tu vida.
Solo un segundo de amor
-regazo de abrazos que sembraron el nido-
y la espiga se hizo pan.
Solo un segundo
-fusión hecha milagro-
y el canto extendió la melodía
haciendo alma de la carne.
Solo un segundo
y los cuerpos tañeron el arpegio más dulce.