Editorial Alaire

J. J. M. Ferreiro escribió:Porque me siento noche, clavija de la llave
que gira las aceras hacia casas cerradas.

Porque te siento tierra, y quiero manantial,
porque me quiero altura, y aterriza mi huella.

Todo el poema es excelente, pero para mí estos versos se llevan la palma; todo un lujo rítmico e imaginativa sugerencia.

En cuanto a ese "desequilibrio métrico", la verdad no tiene demasiada importancia, pero bueno como casi todo el poema va en unos muy hermosos alejandrinos, no sé... creo que te resularía facil hacer unos cuantos reajustes sin perder calidad poética.

Bicos

carmen iglesia escribió:Porque me siento noche, clavija de la llave
que gira las aceras hacia casas cerradas.

Porque te siento tierra, y quiero manantial,
porque me quiero altura, y aterriza mi huella.


Preciosa la imagen de las casas cerradas y precioso el final del poema.... No hay que obsesionarse con la métrica, je, tiene que estar a nuestro servicio no al revés (lo digo por todo eso de los alejandrinos)...

Un beso,

Carmen

José Manuel Sáiz escribió:Me he sentido atraido por el título... Aterriza mi huella, como si presintiera la calidad de lo que iba a leer a continuación. Y en efecto, ha sido así. Siempre la calidad poéticay la elegancia sobrevolando la cumbre de tus versos.
Un placer enorme leerte, Pilar.
Un abrzo.
J. manuel

Andrés Caparrós escribió:Ni que decir tiene que tu poema me ha encantado, compañera. Siento la hermosura de tus versos a flor de piel.
Besos.

Nésthor Olalla escribió:Hermosas letras, amiga. Disfruté su lectura.

Un abrazo

MarRevuelta escribió:Precioso todo él ¡cómo no! Me quedo con el título y a la vez cierre. Cuánto significado encuentro en estas tres palabras. Nada somos si no sentimos nuestros pies bien afianzados al suelo, a la Madre Tierra. Un gran placer leer poemas que crecen a diario. Abrazos.

Eduardo Díaz escribió:Bellísimo poema querida amiga, aplausos y más aplausos, Eduardo

julián borao escribió:Un poema extremadamente atractivo, Pilar, estética y emoción se funden en unos versos magníficos.
Un abrazo.
Julián Borao