Sé que pensar ésto después de un entierro es una estupidez

[Ramón Carballal]

Hola Ramón
Un poema pleno de metáforas e imágenes a cual más profunda y bella, que se van desgranando a lo largo de todo el poema con una facilidad impresionante.
Un verdadero placer leerte, amigo mío y aprender más sobre esto del verso libre que a mí se me hace tan cuesta arriba.
Un abrazo.
Mario.

Hola, Mario. Tu maestría con rima y métrica esta mas que probada y creo que en el verso libre también te manejas perfectamente. Gracias por comentar. Un abrazo.

[José Manuel F. Febles]

No llames nunca al licor de los versos encendidos.

La edad es un retrato sobrescrito en la noche.


Todo el poema es una certeza, una realidad ante el devenir de los años, no de la edad, aunque bien vayan en paralelo, pero estos versos finales, bien valen un SONORO APLAUSO puesto en pie.

Mis felicitaciones, donde incluyo un fuerte abrazo.

José Manuel F. Febles

[Alonso de Molina]

el texto transcurre sosegado, con brillantes hallazgos como este:

¿Qué número es el nuestro, a qué carretera
pertenecen estos trajes arrancados al dolor?

aplaudo tu buena forma Ramón

.

[Ramón Carballal]

Si un entierro te hace escribir este pedazo de poema, quedo expectante para cuando vayas a una boda o un bautizo.

Un poema hermoso,lleno de imagenes sugerentes, entiendo que sobre el absurdo manto que la muerte extiende sobre nuestras vidas.

Un afectuoso saludo, Ramón.

jajaja...cuando me toque boda o bautizo me pensaré si escribo uno..Gracias, Emerio, por la visita y el comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

este poema es increible Ramon...alucino mucho con tus escritos, y este, tiene una fuerza que me apuñala...gracias por parirlo...un fuerte abrazo...

Eres muy generoso, Jaume. Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Wow, imágenes, metáforas, fuerza y ritmo en perfecta armonía. Qué privilegio leerte Ramón.
Un beso, gracias por el obsequio de tu poesía,

Gracias a ti, Liz, por leerme y comentar. Un beso.

[Marian Ramentol Serratosa]

Nadie podría resistirse a una invitación hacia tu ojo de diamante, Ramón, porque la mirada del poema es indestructible y necesaria.

Como siempre, un placer perderme en esas imagenes fabulosas que pares.

Un abrazo
Marian

[Ramón Carballal]

Me estreno comentándote Ramón. ¿Qué decirte de nuevo que ya no te haya dicho?

Asumo tu invitación a tu ojo de diamante, aunque ya me sentía invitada cada vez que visitaba tus poemas.

Un placer seguirte.

Hola, Carmen, aunque ya te di la bienvenida al foro en uno de tus poemas te la vuelvo a dar aquí. Gracias por tus palabras. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Quedé deslumbrado Ramón. Creo que es uno de los mejores poemas que te he leído. Tiene una fuerza poética avasalladora, las imágenes son formidables. La verdad todo lo que diga es poco, este poema es grande, más grande de lo que pueda yo trasmitir en palabras. Te felicito.
Un abrazo grande.

Muchas gracias por tu generoso comentario, Fermín. Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

Cada día me gustan más tus poemas.. éste me llegó hondo
Un abrazo
Pilar

Gracias, Pilar, por dejar tu huella. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

He aquí el oasis(no hay palomas negras,
ni sangre ni caballos con músculos azules).

Esperar a que las águilas bajen del sueño,
a que las lágrimas del animal nos revienten los pómulos.

Lo que yo veo son picos que liman
las esdrújulas con crisantemos de azabache.

Y manos robotizadas que deambulan
entre la culpa ajena y las pupilas.

En el palacio de la medialuna
las flores estiran sus cuellos,
hacen jardín
y apadrinan orgullosas ovejas de látex.

Yo te invito a mi ojo de diamante.

La gran boca masculla incienso
o roba el cáliz que atornilló el papel.

Queda la sinfonía mecánica
de los ogros dormidos, las palabras que viajan
en labios sin corola.

¿Qué número es el nuestro, a qué carretera
pertenecen estos trajes arrancados al dolor?

Es un día sin columnas, una mañana agujereada
o ametrallada
por el asombro de lo posible.

Hoy escucho a los pendientes del lince orinar en la sombra.

Nombres, fechas, ciudades, vaticinios condenados al púrpura
de las edades astilladas.

Llegará el parpadeo de los insectos, la memoria
que se escucha a si misma.

Todo semeja ser un bosque que ha perdido
poco a poco su sendero gris.

Ya no hacemos otra cosa que quemar relojes,
escoger látigos, pronunciar silabas mientras el ojo
se cierra sobre un párpado sin nombre.

No llames nunca al licor de los versos encendidos.

La edad es un retrato sobrescrito en la noche.

Hacía tiempo no te leía Ramón....y de nuevo me encontré con lo que esperaba: POESÍA con mayúsculas....mis aplausos Poeta; escribes de cojones. Saludos desde Cuenca.

javi

Gracias por la visita y el comentario, javier. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Es un poema bellísimo donde el pensamiento fluye entremezclándose las reflexiones y las emociones más profundas. Ya te lo han dicho todo los compañeros y comparto sus opiniones, así que sólo decir que me ha gustado mucho leer este gran poema.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

Gracias, Ana, me alegra que te guste el poema. Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

No llames nunca al licor de los versos encendidos.

La edad es un retrato sobrescrito en la noche.


Todo el poema es una certeza, una realidad ante el devenir de los años, no de la edad, aunque bien vayan en paralelo, pero estos versos finales, bien valen un SONORO APLAUSO puesto en pie.

Mis felicitaciones, donde incluyo un fuerte abrazo.

José Manuel F. Febles

Muchas gracias, José Manuel, por tus amables palabras. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

el texto transcurre sosegado, con brillantes hallazgos como este:

¿Qué número es el nuestro, a qué carretera
pertenecen estos trajes arrancados al dolor?

aplaudo tu buena forma Ramón

.

Gracias, Alonso, por la visita y el comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Nadie podría resistirse a una invitación hacia tu ojo de diamante, Ramón, porque la mirada del poema es indestructible y necesaria.

Como siempre, un placer perderme en esas imagenes fabulosas que pares.

Un abrazo
Marian

Te agradezco esas palabras que me dejas, Marian. Un abrazo.