Editorial Alaire

Aubriel Camila de la Prad escribió:

J. J. M. Ferreiro escribió: A José Martínez González, A Eugenio Pedreiro,
a José Martínez Riande, todos ellos hombres mudos.

Yo ejecuto lo apócrifo y lo examinador,
y la urgencia precisa de lo efímero.
Está en el hijo la heredad precaria,
pero de eterno fluir subterráneo.
Yo persigo al Ser cauce;
yo debo propagar lo intenso de su imagen,
su discurrir acrecentado.

Yo soy el brote de una tierra oscura
que infatigablemente desentierra a sus hombres mudos.
Yo soy hijo del tabernero, nieto del zapatero,
fértil suelo de hombres interminables,
hombres río, abarrotados de desembocaduras,
hombres salinos, hombres rápidos,
hombres nítidos (absolutos) como una alma corpórea,
los hombres pájaro que llueven a la tarde distraídos
como si nunca hubiesen muerto.

Ellos se dejaron atrás la forma de vivir más incansable
¿estaremos a tiempo de su muerte?
¿estaremos a tiempo de rectificar
quietos, resueltamente quietos,
librando la amargura?
Nuestro olvido pide (suplica) lo más gótico de su frío,
el hambre.

No voy a resaltar nada J.J., no puedo, el poema es bellísimo palabra por palabra.

Me pongo de pie y te aplaudo fuerte fuerte.

Graciñas, Aubriel, por esa generosa rotundidad de tus comentarios.

Un bico.

Hermosísimo poema J.J., me ha emocionado mucho, será por lo que dice, será por lo maravillosamente escrito que está, será por las raíces y esos "hombres mudos" a los que conozco. Un placer leerte, de los grandes.

Biquiños e unha aperta

Carmen

J. J. M. Ferreiro escribió: A José Martínez González, A Eugenio Ferreiro, mis abuelos;
a José Martínez Riande, mi padre;
todos ellos hombres mudos.

Yo ejecuto lo apócrifo
y la urgencia precisa de lo efímero.
Está en el hijo la heredad precaria,
pero de eterno fluir subterráneo.
Yo persigo al Ser cauce;
yo debo propagar lo intenso de su imagen,
su discurrir acrecentado.

Yo soy hijo del tabernero,
nieto del zapatero, nieto del percebeiro.
Yo soy el brote de una tierra oscura
que infatigablemente desentierra a sus hombres mudos;
fecundo suelo de hombres incalculables,
hombres río, abarrotados de desembocaduras,
hombres salinos, hombres rápidos,
nítidos, absolutos como una alma corpórea;
los hombres pájaro
que llueven a la tarde distraídos
como si nunca hubiesen muerto.

Ellos se dejaron atrás la forma de vivir más incansable.
¿Estaremos a tiempo de su muerte?
¿Estaremos a tiempo de rectificar
quietos, resueltamente quietos,
librando su amargura?

El auto examen es la primera señal que vamos a una realización transcendental. Tus poemas, este en particular, examina las profundas influencias de tu vida y de tu gran capacidad de amar y ser vidente de la Verdad. Recibe, Ferreiro, mi abrazo sincero. ERA

CELIA PUERTA escribió:Tu voz extraordinaria como homenaje a tantos hombres mudos. Un placer.

Un abrazo.

Gracias, amiga Celia, por tu paso y generosos comentarios.

Biquiños.

Carmen López escribió:Hermosísimo poema J.J., me ha emocionado mucho, será por lo que dice, será por lo maravillosamente escrito que está, será por las raíces y esos "hombres mudos" a los que conozco. Un placer leerte, de los grandes.

Biquiños e unha aperta

Carmen

Gracias Carmen por tan hermosos y emocionados comentarios. Son todo un honor.

Biquiños.

Bellísimo poema de Ferreiro.

el hombre mudo, que concepto firme, el que ha aceptado el tiempo, la labor del tiempo y la suya.
y como el poeta rescata la fragilidad de la no palabra que es de lo que estamos hechos, desde donde empujamos los días.
leí también unos comentarios enfáticos que me parecen muy justos y muy correctos. saludos

Muy bello trabajo de Ferreiro.

Es maravilloso tu poema. Se encuentra en él algo más que un epitafio. Podemos denotar la ilusión de acompañar el olvido hasta su eterna sepultura. ¡Cúantos nombres se pierden en la inmensidad de la vida! ¡Cúantos hombres han soñado! ¡Cúantos han arado nuestros suelos y alcanzado los cielos! El caudal del río del tiempo, arrastrará siempre las hojas que caen del floreciente árbol de la humanidad. Muchos han buscado perpetuarse y pocos logran ser recordados. Me encanta la idea de poder encender el fuego del alma de esos "hombres mudos", para así poder matizar sus voces en una poesía.
Un verdadero placer leerte.
Saludos,
Juan Cruz.

E. R. Aristy escribió:El auto examen es la primera señal que vamos a una realización transcendental. Tus poemas, este en particular, examina las profundas influencias de tu vida y de tu gran capacidad de amar y ser vidente de la Verdad. Recibe, Ferreiro, mi abrazo sincero. ERA

Gracias ERA, por tan hermoso comentario. Es todo un honor.


Un bico grande.

E berrar, aínda en silencio, os seus nomes acariñándoos, buscando o seu aloumiño na soidade das noites a súa herdanza de bonhomía. Grazas por traelos á xuntanza, meu.
Bicos

Rafel Calle escribió:Bellísimo poema de Ferreiro.

Gracia, Cheif. Celebro que los hayas disfrutado.

Un fuerte abrazo.

Gran Reserva de Alaire.

Recordando a los ancestros del gran Ferreiro.

Me has dejado mudo J.J con este poema, llega, cala hasta lo más hondo. Un placer leerte amigo. Un abrazo.