Editorial Alaire

Muchas gracias, amigo Lázaro, te agradezco elcmentario y me alegra que te haya gustado este soneto que dediqué a un buen amigo y habitual contertulio.
Un cordial abrazo.

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Tengo la oportunidad de conocer y de leer este precioso soneto que me habías comentado, cuando publiqué "El accidente del ángel", y ciertamente es muy bello y emitivo, Rafael.
Te felicito.
Ciertamente, a veces, nos encontramos con ángeles que se esfuerzan por ser de carne y hueso, y estar entre las personas de carne, queriéndolas dándose.
Es un placer, Rafael.

Un abrazo.


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Muchas gracias, amigo Miguel, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado este soneto que ya tiene unos años, pertenece a mi última época sonetil, cuando me gustaba trabajar con esta magna estrofa de 14 versos.
Un cordial abrazo.

Había leído o incluso es posible que te lo hubiera oído recitar en alguna ocasión, ya no lo recuerdo; de lo que sí me acuerdo es que me sorprendió el testimonio por el amigo, la elegía que me trae ecos de aquella que te gusta recitar de Miguel Hernández a Ramón Sijé.
Salud.

Querido Rafel:
¡Profundamente humano!
En ocasiones considero que el hombre libra una lucha inevitable entre el ser lo que quiere y querer ser lo que no es.
Lo dibujas magistralmente, con valor y sello masculino (no podía ser de otra manera), pero que transmite una fuerza impresionante.
Un abrazo:
Arturo

Muchas gracias, amigo Víctor, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el soneto. En realidad, lo he subido para que lo pudieras leer.
Un cordial abrazo.

Muchas gracias, amigo Julio, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Sí, lo recité en el Café de Gijón, en el primer encuentro de poetas de Alaire, cinco o seis años atrás. Se lo dedico a un tipo muy curioso, era un sacerdote de los que en tiempos de Franco se llamaban comunistas. Vivió en tierra de nadie, es decir, mal visto por la Iglesia y perseguido por el Régimen. En realidad, era un rebelde. Por eso me gustaba tanto.
Un cordial abrazo.

Muchas gracias, amigo Arturo, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado este soneto. Ferrán era el alma de una tertulia que reunía a una serie de intelectuales deseosos de compartir puntos de vista desde una visión filosófica de las cosas.
Un cordia abrazo.

Aunque tarde, aplaudo tu soneto Rafel.

Un abrazo

Guillermo

Un bellísimo poema que dibuja con exquisitos trazos, la imagen de un hombre entero, de un amigo de verdad y de un ángel que mira desde lejos, ahora. Siempre un lujo leerte, con ese arte inigualable de tu pluma que transmite de la mejor forma. Mis abrazos de amigo.

Regreso Rafael y me encuentro de nuevo con la armonía de tus versos ( Sé que ya lo había leído anteriormente). Que bonito es volver y leerte y sentirme de nuevo como en casa. Un abrazo grande para ti.

Muchas gracias, amigo Guillermo, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado este soneto que data de varios años atrás.
Un cordial abrazo.

Muchas gracias, amigo Gerardo, años después me he dado cuenta de que no había contestado a tu gratificante comentario.
Abrazos, compañero.

Rafel Calle escribió:Soneto que dediqué, en su día, a mi amigo Ferrán Bonnin, sacerdote, misionero, taxista, recepcionista. Falleció el 30 de noviembre del 2006.


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Me sumo gustosamente a los agradables commentarios que han hecho otros usuarios,
es un opoema que llega dentro, se siente y se comparte, mii felicitación gran poeta

Un cordial abrazo

Una voz de garganta suspendida
eres ya, sacerdote misionero;
tu anciano corazón aventurero
no pudo demorarte la partida.

Se va tu luz y deja ensombrecida
la charla donde fuiste consejero,
cura sabio, alegre y puñetero,
y un rebelde de curia indefinida.

Te seguiré la pista buen amigo,
hasta el confín del cielo más remoto,
alimentando penas con tu nombre.

Queda tu pensamiento por testigo,
junto a la sensación de sueño roto
de un ángel que luchaba por ser hombre.


Rafel, nada que decir si expresas esos sentimientos
en insondables versos. Tal vez todos tengamos un ángel dentro.
Felicitaciones.