Editorial Alaire

Gracias Juan Pablo por dejar tu poético comentario, un fuerte abrazo desde México, amigo.

Cecilia

supongo que por esa puta salen poemas como este...de puta madre Cecilia !! un fuerte abrazo...

Va de sonetos esta tarde, Cecy, de sonetos de altura.

Un abrazo hasta allí, mediterráneo

Una preciosidad de rescate, Concha.

Felicitaciones a manos llenas, Cecilia!

Abrazos.

Rafel Calle escribió:Hermoso soneto, querida amiga Cecilia.
Mira por donde, hemos sido varios los que han coincidido colgando sonetos; a este paso volveremos a los tiempos de Pura. Recuerdo quer tú escribías sonetos bellísimos, sí, como este que nos ocupa.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un fuerte abrazo.

Gracias querido Rafael, aunque un poco tarde agradezco tu comentario, claro que recuerdo aquellos viejos tiempos en el foro de sonetos, qué tiempos!!!
Un fuerte abrazo, amigo, permiteme mandarle otro a mi querida amiga Concha que fue quien trajo este poema del recuerdo.

Cecilia

Cecilia Martos, Poesía de estirpe, poeta! Mis congratulaciones

Cecilia Martos escribió:Parece de verdad cuando se posa
al borde de mi abismo en sobremesa,
fumándose mi aliento, lujuriosa,
con aires del ayer y de princesa.

Parece de verdad cuando me ofrece
esa copa de vino palpitante,
y me pone la mesa y me enloquece
cuerpo a cuerpo, sin alma, calcinante.

Parece de verdad cuando en mi lecho
más allá de sus guerras interiores
demanda la razón, aquí en el pecho.

Y la siento tan frágil y tan puta
traspasando el umbral de mis fragores,
tan dueña de mi ser, tan absoluta.


Cecilia Martos

Me parece un soneto logradísimo en dos aspectos: 1.- En la brillante victoria de la preceptiva, aunque un tanto más libre en cuanto a la disposición rimática y a las terminaciones verbales a finales de versos. Yo reconozco y admiro la cadencia lograda gracias a la sutil disposición de los endecasílabos, y a la cohesión semántica a lo largo de todo el proceso creativo. Este poema se encuentra libre libérrimo de ripio, hecho harto difícil para cualquier sonetista. 2.- En la utilización de un aditamento especial, cual es la crudeza del vocablo "puta", que en este poema, sin embargo, no tiene la connotación de "mujer que comercia con su cuerpo", sino, más bien, de "mujer que maneja los hilos del poder con su cuerpo".

Apreciada, poeta: esta vez yo te daré las gracias por la emoción que me has regalado.

Un saludo fraterno.
Óscar

Esteban Granado escribió:Me gusta la libertad con la que manejas la rima a lo largo de la pieza. Consigues darle al lenguaje un color imponente.

Un placer. Abrazos,

Esteban

Gracias mi querido Esteban, este poema viene de mucho tiempo atrás, agradecida por tus palabras, amigo.

Cecilia

No había leído yo este precioso soneto, Cecilia.

Es tan de verdad que deja pensando. La soledad, lo que te da, lo que te quita, el adjetivo de puta se le ajusta como un guante. Un besazo, amiga.

Cecilia,

Contundente, sin duda, pero cargado de fuerza poética.

Felicidades,

Ángel

Cecy, te retomo de nuevo este poema, vale la gloria releerlo y que lo disfrute todo el que sepa valorarlo.

Abrazos siempre.

Concha y su costumbre de rescatar obras del fondo de Alaire, siempre acierta, como en este caso, para disfrutar leyendo un bellísimo soneto acompañado del café matutino.
Abrazos.

Soledad, fondo de armario y compañera inseparable del que piensa. !Qué bien lo expresas, poeta!

Un abrazo,

Víctor

Llego tarde a este sensacional soneto y por ello poco puedo aportar que no se haya dicho ya en los acertadísimos de todos los demás compañeros, salvo que me ha encantado lo acertado del título, por la connotación que tiene para todos aquellos que buscamos la soledad para interiorizarnos o abrirnos al mundo mentalmente, convirtiéndose así en ama y señora que nos maneja y nos hace desearla.

Un abrazo.

Y yo agradezco ese rescate del compañero Antonio, para decirte una vez más Cecilia que me encanta como escribes, ese descaro y esa fuerza es todo un sello de distinción. El soneto es bellísimo y sí, amiga mía, dices muy bien; la soledad es muy puta.
Con mi admiración recibe un abrazo muy grande, querida Cecilia.

Carmen