Editorial Alaire

F. Enrique escribió:Si tienes vocación de zíngara y quieres seguir el sol con el circo, si ya comprobaste que siempre hay un más allá detrás del horizonte y que debemos jugar cuando se piensa que pasaron los años de los juegos, entonces, Concha, debes seguir adelante, soñar, escribir, pensar en una alternativa que nos aparte un poco de este mundo que se olvidó de la sonrisa. Para empezar, ¡Bravo por tu poema!

Un saludo.

Josefa A. Sánchez escribió:Pues ya sé de quien son las cintas que me encontré ayer por ahí en la orilla de la playa de este Mediterráneo tórrido de Septiembre. Te las guardo para que las ates en los rizos de este hermoso poema.
Un abrazo.
Pepa

Manuel Sánchez escribió:Insisto, siento un frescor a mi alrededor.
Bravo por la pirueta de tu poesía. Un placer leerte.

Víctor F. Mallada escribió:Muy bueno y muy bonito, Concha
Tiene frescura y atrevimiento, invita a soñar y a cantarle a la vida. Es de esos poemas que te arranca una sonrisa y eso es de agradecer.

Un abrazo,

Víctor

LUIS MARIÑO escribió:Un poema precioso que transmite alegría y anhelo de libertad. Me encantó, Concha. Mis felicitaciones y mejores deseos para estas fiestas navideñas. Un Abrazo, compañera.

Maria Pilar Gonzalo escribió:Una delicia de poema Concha. Es estupendo acercarme a tus versos y encontrar siempre la brisa de la libertad y la alegría.

Abrazos grandes y Feliz Navidad.

Concha Vidal escribió:(Pues retomo este poema, porque ayer, 14 de Agosto de 2011, estuve en el Circo del Sol y he decidido por siempre jamás y en serio, que me voy a ir de gira con ellos, nadie me hace caso y menos en mi casa, pero seré la coayudanta de Valentina, una liliputiense maravillosa de tan sólo unos 70cm, de estatura, o seré cuentacuentos, me da lo mismo, ya os escribiré cuando llegue donde sea)

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Siempre quise ser zíngara y subirme a un oso,
darle miel y un cromo de la Madre Selva.

Y bailar descalza al son del pandero
el sueño de olivos sobre la joroba de una ó dos dunas
y que se extendieran, como los bostezos del lobo a la luna
y pisar la arena y ser la deriva hasta el horizonte,
ése que es mentira, que nunca se allega por mucho que nades.

Y llevar cien cintas cogidas al pelo y trescientas faldas,
algunas ajorcas que tintinearan mis pies al romero ,
beberme la lluvia, estrechar la mano a Don Nomeolvides,
y el Galán de Noche lanzara piropos y hacerme la tonta
para que siguiera la ronda de flores como diadema silvestre de olores.

Y a pesar de todo, aún no descarto ser Concha La Zíngara.






(Enero 2009)

(Y digo "creo" porque no sé qué tal me llevaría con el Oso, ni si me armaría demasiado lío con las cintas al pelo y el Galán de Noche se me pondría celoso y cosas así, de todas formas, por descartar, no voy a descartar nada. Concha dixit)