Somos

[Alonso Vicent]

Aunque se sale un poco de tu temática y estilo habituales(al menos los que yo conozco)me parece un soneto de amor muy conseguido. Abrazos.

Andan los sonetos presentes, aunque no se publiquen, como una parte más de estas ganas de escribir que nos acechan.
Algunos dejé por estos Aires que, aunque encorsetados, intentan expresarse sin demasiado artificio.
Muchas gracias, Carballal Ramón, y un abrazo desde la Costera.

[Alonso Vicent]

Eres con mucho el fulgor que me ciega,
soy el espejo del ojo que mira,
ciegos los dos por amor en la pira,
fuego candente que en sangre se riega.

Todo se pierde con gusto, y se niega
otro futuro, otra huella, otra lira;
otra mirada, poema o mentira
libre de culpa y propensa a la entrega.

Dos principiantes cosidos a besos,
dulce en los labios el labio que asoma,
fuerte el instinto al saberse traviesos.

Somos con creces el máximo axioma,
suma de carnes, de sueños y huesos,
resta que ignora del tiempo la broma.

Buen soneto.
La fuerza viene más vigorosa en eses tercetos que cierran bien el poema.
Gracias por compartir.
Abrazos y felicidad!

Muchas gracias, Ricardo, por llegar a estas estrofas un tanto machaconas con ese ritmo tan marcado.
Sigue la curiosidad del ser mientras el tiempo nos dé cobertura.
Un abrazo Ricardo.

[Alonso Vicent]

Hola, Alonso.

Somos. Muy significativo.
Nadie para el universo, sin embargo algunas personitas con sus huesos y su carne significan tanto para nosotros.
Somos alguien. Estoy recordando una frase de mi hijo de pequeñito, cuando íbamos a casa de la abuela y estaba la casa vacía, preguntaba en alto: ¿Hay nadie?.
Somos. Seremos siempre para otros.
Un abrazo.

¿Hay nadie? je, je.
El vino que no falte.

Recuerdo que dijiste que algunos huesos te habías roto allá por el 2013 y, siguiendo la estructura de un soneto que acababa de publicar, te dediqué improvisando este.

Hoy quiero dedicarle a mi “Morado” el verso;
Elena por más señas, de sexo femenino,
residente en su tierra, que como un torbellino
arrasa mis poemas leyéndome el anverso,

dejándome desnudo pero compuesto y terso
de palabra y espíritu. Que me importa un comino
y parte de la parte de otro, que aún no domino,
que me tiendan al sol si en sombras me disperso.

Ahora sí, te dedico toditas las vocales
y alguna consonante que se me acalla, “loka”,
que sin pasar de pobres gozamos los panales

de rica miel al aire que menos nos sofoca.
Tráeme tu escayola, te espero en los trigales,
que tibia y peroné firmo, que ya me toca.

Cuánto tiempo ha pasado, pero aquí seguimos, y el vino y los amigos que no falten.
Un abrazote, Antonia “Morado”, hasta tu norte lluvioso.

[Alonso Vicent]

Huella propia, diferente, muy, muy hermosa. Gracias, Alonso.
Fonda aperta e saúde, irmao.

Y la huella sigue... pero sin pisar a nadie. Cuarenta años de convivencia dan para mucho.
Una abraçada, Xaime, desde esta terreta de taronjers en la tardor i l'hivern.

[Alonso Vicent]

Maravilloso soneto, Alonso:

Este es muy amoroso y juguetón. Un excelente regalo para la mujer amada.

Enhorabuena
Un beso
Ana

Ay, y que le vamos a hacer si llevamos toda una vida juntos, aunque ya somos mayores. Tuvimos suerte de encontrarnos allá por los años ochenta del siglo pasado, je, je.
Muchas gracias, Ana, por estar y un gran abrazo desde esta aldea de otoños e inviernos.

[Antonia Mauro]

Hola, Alonso.

Somos. Muy significativo.
Nadie para el universo, sin embargo algunas personitas con sus huesos y su carne significan tanto para nosotros.
Somos alguien. Estoy recordando una frase de mi hijo de pequeñito, cuando íbamos a casa de la abuela y estaba la casa vacía, preguntaba en alto: ¿Hay nadie?.
Somos. Seremos siempre para otros.
Un abrazo.

¿Hay nadie? je, je.
El vino que no falte.

Recuerdo que dijiste que algunos huesos te habías roto allá por el 2013 y, siguiendo la estructura de un soneto que acababa de publicar, te dediqué improvisando este.

Hoy quiero dedicarle a mi “Morado” el verso;
Elena por más señas, de sexo femenino,
residente en su tierra, que como un torbellino
arrasa mis poemas leyéndome el anverso,

dejándome desnudo pero compuesto y terso
de palabra y espíritu. Que me importa un comino
y parte de la parte de otro, que aún no domino,
que me tiendan al sol si en sombras me disperso.

Ahora sí, te dedico toditas las vocales
y alguna consonante que se me acalla, “loka”,
que sin pasar de pobres gozamos los panales

de rica miel al aire que menos nos sofoca.
Tráeme tu escayola, te espero en los trigales,
que tibia y peroné firmo, que ya me toca.

Cuánto tiempo ha pasado, pero aquí seguimos, y el vino y los amigos que no falten.
Un abrazote, Antonia “Morado”, hasta tu norte lluvioso.

Ay qué buena esta, no la contaba.
Me acuerdo perfectamente, es que tú escribiste un poema con título:"Hoy quiero dedicarle a mi morada el verso", y claro, yo que en el 2013 era más joven y atrevida, dije todo esto, si ya he dicho y no miento que antes hablaba más, pues la humanidad me agradecerá que cada vez sea más seta, qué vergüenza con la parrafada que solté, pero me llevé un poema por la cara:

AY Alonsito! Que pa cá me he venido corriendo como una LOKA, y me acabo de dar un hostión. Te lo cuento ahora pero envío esto que lo pierdo.

Pues como te iba diciendo, qué disgusto dios santo, qué disgusto! Y todo por una vocal de nada, por no fijarme. Que me dije pues voy a leer algo del Alonso y leo: " Hoy voy a dedicarle a mi MORADO el verso". Coño el Alonso me ha dedicao un poema! A toda la familia llamé, venga a enviar enlaces como una LOKA, infladita como un pavo en Navidad (Feliz Navidad que se me olvidaba felicitarte). De verdad que alegría me llevé, pero como ya sabemos todos, la alegría dura muy poquito en la casa del pobre, y entoces a la que venía (como decía un amigo mio de Madrid para vacilarme) pues eso que me he resbalado y me caído. La tibia y el peroné se me han roto. Estoy escayolada todita la pierna, la derecha, que ya han empezado a firmar, y claro los muy cerdos querían empezar por arriba pero no les he dejado.
Pues eso, que sí, que ya he leído bien, "Hoy quiero dedicarle a mi MORADA..." Que ya decía yo que a santo de qué me ibas tú a dedicar un poema. Además estás esperando por la que "Te tenderá al sol...", por cierto que te dejo una crema solar que no quiero que te achicharres.
Bueno pos eso, ah! que el poema me ha encantado, que eres muy bueno escribiendo. El campo es una buena musa. Abrazos y estrellas para esa mo_ra_da.
Ay qué disgusto madre!


Qué buenos ratos. Un abrazo.

[Alonso Vicent]

Hola, Alonso.

Somos. Muy significativo.
Nadie para el universo, sin embargo algunas personitas con sus huesos y su carne significan tanto para nosotros.
Somos alguien. Estoy recordando una frase de mi hijo de pequeñito, cuando íbamos a casa de la abuela y estaba la casa vacía, preguntaba en alto: ¿Hay nadie?.
Somos. Seremos siempre para otros.
Un abrazo.

¿Hay nadie? je, je.
El vino que no falte.

Recuerdo que dijiste que algunos huesos te habías roto allá por el 2013 y, siguiendo la estructura de un soneto que acababa de publicar, te dediqué improvisando este.

Hoy quiero dedicarle a mi “Morado” el verso;
Elena por más señas, de sexo femenino,
residente en su tierra, que como un torbellino
arrasa mis poemas leyéndome el anverso,

dejándome desnudo pero compuesto y terso
de palabra y espíritu. Que me importa un comino
y parte de la parte de otro, que aún no domino,
que me tiendan al sol si en sombras me disperso.

Ahora sí, te dedico toditas las vocales
y alguna consonante que se me acalla, “loka”,
que sin pasar de pobres gozamos los panales

de rica miel al aire que menos nos sofoca.
Tráeme tu escayola, te espero en los trigales,
que tibia y peroné firmo, que ya me toca.

Cuánto tiempo ha pasado, pero aquí seguimos, y el vino y los amigos que no falten.
Un abrazote, Antonia “Morado”, hasta tu norte lluvioso.

Ay qué buena esta, no la contaba.
Me acuerdo perfectamente, es que tú escribiste un poema con título:"Hoy quiero dedicarle a mi morada el verso", y claro, yo que en el 2013 era más joven y atrevida, dije todo esto, si ya he dicho y no miento que antes hablaba más, pues la humanidad me agradecerá que cada vez sea más seta, qué vergüenza con la parrafada que solté, pero me llevé un poema por la cara:

AY Alonsito! Que pa cá me he venido corriendo como una LOKA, y me acabo de dar un hostión. Te lo cuento ahora pero envío esto que lo pierdo.

Pues como te iba diciendo, qué disgusto dios santo, qué disgusto! Y todo por una vocal de nada, por no fijarme. Que me dije pues voy a leer algo del Alonso y leo: " Hoy voy a dedicarle a mi MORADO el verso". Coño el Alonso me ha dedicao un poema! A toda la familia llamé, venga a enviar enlaces como una LOKA, infladita como un pavo en Navidad (Feliz Navidad que se me olvidaba felicitarte). De verdad que alegría me llevé, pero como ya sabemos todos, la alegría dura muy poquito en la casa del pobre, y entoces a la que venía (como decía un amigo mio de Madrid para vacilarme) pues eso que me he resbalado y me caído. La tibia y el peroné se me han roto. Estoy escayolada todita la pierna, la derecha, que ya han empezado a firmar, y claro los muy cerdos querían empezar por arriba pero no les he dejado.
Pues eso, que sí, que ya he leído bien, "Hoy quiero dedicarle a mi MORADA..." Que ya decía yo que a santo de qué me ibas tú a dedicar un poema. Además estás esperando por la que "Te tenderá al sol...", por cierto que te dejo una crema solar que no quiero que te achicharres.
Bueno pos eso, ah! que el poema me ha encantado, que eres muy bueno escribiendo. El campo es una buena musa. Abrazos y estrellas para esa mo_ra_da.
Ay qué disgusto madre!


Qué buenos ratos. Un abrazo.

Entre Morada y Morado sólo cambia una vocal... aunque tuve que cambiar catorce versos, je, je. Y sí, éramos más jóvenes, pero igual de alocados.
Tú antes hablabas más, yo ahora hablo menos; pero sigo tendido al sol (o a la sombra) para esperar lo que llegue.
Y qué gusto (no disgusto) volver sobre lo escrito.
Un abrazote, Antonia, con la pierna "perjudicá" (la mía en esta ocasión) y unos días de descanso forzado en el trabajo.
Aún queda vino...