Editorial Alaire

Muchas gracias, amigo Armilo, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Aprovecho para desearte una feliz Navidad y mucha salud.
Abrazos.

Muchas gracias, amigo Ramón, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.

Muy bueno esos primeros versos, Rafel. Genial el título.
Creo que es muy bueno volar al ras del suelo, además de soñar lo volado.
Un abrazo.

Es difícil volar con las alas de piedra. Sí. Pero tus alas no son de piedra, querido amigo poeta. Uno de tus mejores poemas que yo no me cansaré de admirar.
Un abrazo.

Jerónimo

Muchas gracias, amigo Julio, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.

2Nos toca recurrir a cuanto fue volado,
al tiempo que sufrimos como un toque de queda;
el ave detenida, con el nudo gordiano
para realzar su quimera"

Vuelvo a este, uno de tus mejores poemas de los últimos tiempos, para desearte un Feliciano para bebérselo todo y pecar "a pie desnudo"

Unha forte aperta, compañero, amigo, hermano!!

Muchas gracias, amigo Víctor, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.

Muchas gracias, amiga Ana, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Dices bien, volar a ras de suelo siempre es más seguro, en caso de fallo el batacazo es menor, sin embargo, si no se tiene vértigo, no hay nada como volar alto, en sí mismo, representa una panorámica distinta, menos real o más evocadora.
Abrazos.

Muchas gracias, amigo Víctor, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.

Muchas gracias, amiga Ana, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.

Muchas gracias, amigo Jerónimo, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.

Rafel Calle escribió: ↑Dom, 22 Nov 2020 11:53 Es difícil volar con las alas de piedra,
golpe a golpe la vida esculpió su destino,
las plumas son extraños elementos
de casto mineral y silencioso trino.

Es difícil volar, hoy las alas son rémoras
en una dimensión (tal vez más razonable)
de bandada impoluta, socialmente correcta;
cielo de impostación,
luna menguante,
la inanición del nido
que nutra las carencias de vivir en los árboles.

Nos toca recurrir a cuanto fue volado,
al tiempo que sufrimos como un toque de queda;
el ave detenida, con el nudo gordiano
para realzar su quimera.

No se puede volar con los pies en el suelo;
la gravedad,
ramera
impía,
verdugo de las aves,
nos confina en la tierra.

Además de su adecuado ritmo basado en imparisílabos, lo cual, paradójicamente, le otorga una cadencia como una brisa ideal para el «vuelo», el poema remueve ancestrales sueños del hombre, a la vez que manifiesta la existencia de una «gravedad» en el espíritu, en el estado de ánimo, que muchas veces nos arroja en la impotencia lírica, en la necesidad del vuelo que el espíritu requiere. Hay una hermosa reflexión ontológica en este trabajo de orfebrería. Ciertamente, amigo Rafel, has logrado una alegoría muy agradable de leer, ya que has sostenido el timón de tus impulsos creativos dentro de los parámetros de la razón. Albricias.

Un abrazo de empatía.
Óscar

Muchas gracias, amigo Ferreiro, por volver a este humilde trabajo.
Abrazos.

Hermoso e interesante poema de Rafel.