Editorial Alaire

Pilar Morte escribió:Hay hielo en las cenizas de una amistad quebrada.
El humo absorbe el dolor y empaña
de cruces los cristales;
gris sobre la luz
que oscurece el aire.

Qué difícil soñar en vacío,
cuajar la tristeza para hundirla en un mar
que fue nido de sueños, parto de ilusión vítrea.
Al océano me lleva la aurora
en un despertar de ojos
velados de sal.
Allí - donde la espuma es corazón sin voz-
me sujeto en las alas de gaviotas
para alcanzar la copa del descanso.

De las olas, los primeros poemas
igual que un cincel
esculpiendo ilusiones
en el azul de cada gota.
Hoy son rostro sin espejo en el cristal de las aguas,
señal de acantilados en los que abandono la fe.

El rostro huido dejó la señal al rozar la madreselva,
con él la casa abandonada
y un temblor en la tristeza.

Queda esperar que cambie la dirección del viento,
que la veleta mude orientada a la paz.

Óscar Distéfano escribió:El que cree ciegamente en la amistad sufre estas desilusiones. Lo que me conforta de tu poema es la fuerza de la esperanza. Y me han gustado mucho mucho tus metáforas, tus ricas metáforas (eres una de las exquisitas "metaforistas" —si me permites el término— de este foro). Salud.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Cecilia Martos escribió:Qué difícil soñar en vacío,
cuajar la tristeza para hundirla en un mar
que fue nido de sueños, parto de ilusión vítrea.
Al océano me lleva la aurora
en un despertar de ojos
velados de sal.
Allí - donde la espuma es corazón sin voz-
me sujeto en las alas de gaviotas
para alcanzar la copa del descanso.

Un poema exquisito donde la poesía se viste de gala con tus versos, todo el poema es para destacar estos versos solo son una muestra, todo un placer leerte querida Pilar, mi abrazo grande.

Cecilia

Pilar Morte escribió:Hay hielo en las cenizas de una amistad quebrada.
El humo absorbe el dolor y empaña
de cruces los cristales;
gris sobre la luz
que oscurece el aire.

Qué difícil soñar en vacío,
cuajar la tristeza para hundirla en un mar
que fue nido de sueños, parto de ilusión vítrea.
Al océano me lleva la aurora
en un despertar de ojos
velados de sal.
Allí - donde la espuma es corazón sin voz-
me sujeto en las alas de gaviotas
para alcanzar la copa del descanso.

De las olas, los primeros poemas
igual que un cincel
esculpiendo ilusiones
en el azul de cada gota.
Hoy son rostro sin espejo en el cristal de las aguas,
señal de acantilados en los que abandono la fe.

El rostro huido dejó la señal al rozar la madreselva,
con él la casa abandonada
y un temblor en la tristeza.

Queda esperar que cambie la dirección del viento,
que la veleta mude orientada a la paz.

Marisa Peral escribió: ↑Mar, 16 Oct 2018 10:43

Pilar Morte escribió:
Hay hielo en las cenizas de una amistad quebrada.
El humo absorbe el dolor y empaña
de cruces los cristales;
gris sobre la luz
que oscurece el aire.

Qué difícil soñar en vacío,
cuajar la tristeza para hundirla en un mar
que fue nido de sueños, parto de ilusión vítrea.
Al océano me lleva la aurora
en un despertar de ojos
velados de sal.
Allí - donde la espuma es corazón sin voz-
me sujeto en las alas de gaviotas
para alcanzar la copa del descanso.

De las olas, los primeros poemas
igual que un cincel
esculpiendo ilusiones
en el azul de cada gota.
Hoy son rostro sin espejo en el cristal de las aguas,
señal de acantilados en los que abandono la fe.

El rostro huido dejó la señal al rozar la madreselva,
con él la casa abandonada
y un temblor en la tristeza.

Queda esperar que cambie la dirección del viento,
que la veleta mude orientada a la paz.

Duele darse cuenta de que una amistad no era tan verdadera como creímos y, aún así, seguimos creyendo en el valor importante y único de la amistad.
Hay que esperar - dices - y es que la esperanza tampoco hay que perderla.
Un gusto enorme leerte, Pilar.
Un abrazo grandísimo.

Miguel Ángel Martínez Góm escribió: ↑Mié, 17 Oct 2018 18:08 Muy bello poema, Pilar.
Un placer siempre disfrutar de tu poesía.
Un abrazo.

xaime oroza carballo escribió: ↑Mié, 17 Oct 2018 19:30

Pilar Morte escribió:Hay hielo en las cenizas de una amistad quebrada.
El humo absorbe el dolor y empaña
de cruces los cristales;
gris sobre la luz
que oscurece el aire.

Qué difícil soñar en vacío,
cuajar la tristeza para hundirla en un mar
que fue nido de sueños, parto de ilusión vítrea.
Al océano me lleva la aurora
en un despertar de ojos
velados de sal.
Allí - donde la espuma es corazón sin voz-
me sujeto en las alas de gaviotas
para alcanzar la copa del descanso.

De las olas, los primeros poemas
igual que un cincel
esculpiendo ilusiones
en el azul de cada gota.
Hoy son rostro sin espejo en el cristal de las aguas,
señal de acantilados en los que abandono la fe.

El rostro huido dejó la señal al rozar la madreselva,
con él la casa abandonada
y un temblor en la tristeza.

Queda esperar que cambie la dirección del viento,
que la veleta mude orientada a la paz.

Gracias Pilar, me ha estremecido hondamente este tu canto de sirena.
Un abrazo

Carmen Parra escribió: ↑Sab, 20 Oct 2018 9:57 Espléndido y sensible poema, hubiera resaltado algunos versos Pilar, pero cada uno de ellos
es digno de serlo, así que te felicito y admiro amiga mía
Un gran abrazo
Carmen