La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Armilo Brotón escribió:
Estar hablando contigo es un regalo de los dioses porque demuestras, como si un laboratorio se tratara y gratis, lo que afirmo con mis palabras.en mis correspondencias
A mí me pasa igual contigo, la diferencia con los demás es que les hundo en dos o tres comentarios, contigo me cuesta un par de ellos más...
Armilo Brotón escribió:
Estar hablando contigo es un regalo de los dioses porque demuestras, como si un laboratorio se tratara y gratis, lo que afirmo con mis palabras.en mis correspondencias
A mí me pasa igual contigo, la diferencia con los demás es que les hundo en dos o tres comentarios, contigo me cuesta un par de ellos más...
Otro besito amigo
Conmigo es fácil si tienes la razón, yo la admito si razonas y me convences. No tengo problemas infantiles no resueltos para admitir la verdad del adversario. Es más, me encanta y aquí tengo grandes amigos como tú y Óscar que hablan de cara, no a las espaldas. Unas veces estaré de acuerdo y otras no como es este el caso. Pero admito que el adversario tiene nivel cuando lo tiene. En este caso tú no lo tienes ni lo has tenido nunca- -sólo en el caso de los toros, en la poesía eres un crack- y mira que tu y yo llevamos debatiendo tiempo sobre estos asuntos, más de diez años y no has aprendido Luis, todavía sigues con los mismos argumentos desfasados de siempre. Para discutir conmigo de zoología, etología del toro, reacciones al dolor etc te hace falta más preparación Luis. No quiero entrar en asuntos técnicos para no aburrir a los compañeros. Este asunto de los toros trasciende a una mera opinión Luis y no lo quieres entender. Machacar tus opiniones es muy fácil pues carecen del mínimo rigor dialéctico.
Un morreo todavía sin lengua
Armilo Brotón escribió:
Estar hablando contigo es un regalo de los dioses porque demuestras, como si un laboratorio se tratara y gratis, lo que afirmo con mis palabras.en mis correspondencias
A mí me pasa igual contigo, la diferencia con los demás es que les hundo en dos o tres comentarios, contigo me cuesta un par de ellos más...
Otro besito amigo
Conmigo es fácil si tienes la razón, yo la admito si razonas y me convences. No tengo problemas infantiles no resueltos para admitir la verdad del adversario. Es más, me encanta y aquí tengo grandes amigos como tú y Óscar que hablan de cara, no a las espaldas. Unas veces estaré de acuerdo y otras no como es este el caso. Pero admito que el adversario tiene nivel cuando lo tiene. En este caso tú no lo tienes ni lo has tenido nunca y mira que tu y yo llevamos debatiendo tiempo sobre estos asuntos, más de diez años y no has aprendido Luis, todavía sigues con los mismos argumentos desfasados de siempre. Para discutir conmigo de zoología, etología del toro, reacciones al dolor etc te hace falta más preparación Luis. No quiero entrar en asuntos técnicos para no aburrir a los compañeros. Este asunto de los toros trasciende a una mera opinión Luis y no lo quieres entender. Machacar tus opiniones es muy fácil pues carecen del mínimo rigor dialéctico.
Un morreo todavía sin lengua
Te vuelvo a decir que contigo me pasa exactamente lo mismo. Quieres convencer a los demás de algo que ni tú mismo te crees. Eso es algo muy normal en los pocos taurinos inteligentes que hay y, sin darte coba, tú no eres tonto.
Mis opiniones no es que sean más o menos brillantes, es que simplemente son la pura realidad.
Y discutir contra la verdad es misión imposible hasta para los inteligentes, de hecho pueden hacer fácilmente el ridículo. Pues su error es evidente.
Rebatir que la tauromaquia es un acto cruel y desfasado en el siglo XXI es sencillamente imposible. En España un 70% de personas lo piensan, y en el resto del primer mundo seguro que lo piensan un 90% como poco.
...Y si sabes tanto de zoología, reacciones al dolor, etc, leéte el artículo del enlace que te he dejado y diles a esos científicos que repudian la tauromaquia que son unos tontopollas y no tienen ni puta idea de lo que dicen... que los taurinos sois los "buenos" y los toros tienen un orgasmo cuando les clavan la espada.. jeje
Más piquitos colega.
"Los antitaurinos tienen razón. Los toros se acabarán y se tienen que acabar. Es lógico y civilizado que se acaben, pero yo seguiré yendo hasta que se acaben" Joaquín Sabina
Luis M. escribió:
Te vuelvo a decir que contigo me pasa exactamente lo mismo. Quieres convencer a los demás de algo que ni tú mismo te crees. Eso es algo muy normal en los pocos taurinos inteligentes que hay y, sin darte coba, tú no eres tonto.
Mis opiniones no es que sean más o menos brillantes, es que simplemente son la pura realidad.
Y discutir contra la verdad es misión imposible hasta para los inteligentes, de hecho pueden hacer fácilmente el ridículo. Pues su error es evidente.
Rebatir que la tauromaquia es un acto cruel y desfasado en el siglo XXI es sencillamente imposible. En España un 70% de personas lo piensan, y en el resto del primer mundo seguro que lo piensan un 90% como poco.
...Y si sabes tanto de zoología, reacciones al dolor, etc, leéte el artículo del enlace que te he dejado y diles a esos científicos que repudian la tauromaquia que son unos tontopollas y no tienen ni puta idea de lo que dicen... que los taurinos sois los "buenos" y los toros tienen un orgasmo cuando les clavan la espada.. jeje
Más piquitos colega.
"Los antitaurinos tienen razón. Los toros se acabarán y se tienen que acabar. Es lógico y civilizado que se acaben, pero yo seguiré yendo hasta que se acaben" Joaquín Sabina
Mañana sigo, colega con este debate interesante. Ya, terminada la cola langosta y el café con ron, voy a la corrida con mi novia. Sabes que siempre te daré la razón, pues cuando me haga maricón te busco la de la boquita la razón: donde haya una buena corrida que se quiten los putos toros y esos cuernos que asustan y me la bajan de 40 a 35, cm claro está. Por favor no me rompas el corazón que eres un promiscuo julandrón.
Te amaré siempre
Armilo Brotón escribió:
Mañana sigo, colega con este debate interesante. Ya, terminada la cola langosta y el café con ron, voy a la corrida con mi novia. Sabes que siempre te daré la razón, pues cuando me haga maricón te busco la de la boquita la razón: donde haya una buena corrida que se quiten los putos toros y esos cuernos que asustan y me la bajan de 40 a 35, cm claro está. Por favor no me rompas el corazón que eres un promiscuo julandrón.
Te amaré siempre
Anda sí, déjate ya de tontunas y torea donde hay que torear (el día que menos te lo esperes me cruzo el charco y me uno a la fiesta, que lo sepas)
I love you too.
He seguido atentamente este interesante debate, y voy a meter mi cuchara, solo porque este es un foro donde la verdadera libertad de expresión existe, gracias al enorme sentido común de nuestros administradores.
Nunca he estado en una corrida de toros. He leído bastante sobre los argumentos en pro y en contra de esta manifestación que, según Wikipedia es: «el arte de lidiar toros», tanto a pie como a caballo, y se remonta a la Edad de Bronce. Hagámonos a la idea: ¡la edad de bronce!
Bien, antes que nada, quiero destacar el excelente poema de nuestra compañera, escrito con apasionado lirismo, sin entrar explícitamente en el tema (por cuya razón podemos extrapolar el texto, simplemente, a la crueldad del hombre, no precisamente contra los toros sino contra cualquier «vicio humano» de enaltecer la superioridad de la inteligencia, o astucia, humana contra la fuerza bruta). Hasta hoy día no ha sido posible determinar dónde se encuentra la verdad de esta interrogante. Hemos visto, a lo largo de la historia de la tauromaquia, a muchos toreros morir en el intento de demostrar nuestra superioridad; y, en esa lucha franca, hasta hoy no podemos decir que los humanos hemos superado completamente a ese instinto criminal que poseen los toros. Para ser más claro en mi apreciación, diré que nadie siente la necesidad de matar perros, gatos o conejos, en desafíos directos, porque estos animales, inteligentemente, se han adaptado a la superioridad del ser humano, y llegan a formar parte de nuestras costumbres y de nuestros afectos. A los toros, a los tigres, a cualquier otro animal salvaje, los odiamos, porque no han bajado la cerviz ante nuestra voluntad de poder. Si el toro (o cualquier otro animal salvaje) quiere sobrevivir al señorío del hombre, debe aprender, comprender, aceptar, que se encuentra ante una fuerza superior a la suya. Si sigue, tozudamente, atropellando el trapo rojo, y buscando vencer la inteligencia de la raza humana, morirá en el intento. En nuestro planeta no existe ya lugar para que estos animales salvajes desarrollen alegremente sus ancestrales costumbres, y maten cuando a ellos se les dé las ganas. Todos los animales con instintos criminales que no acepten la superioridad humana desaparecerán de la faz de la tierra. Así, pues, creo que los antitaurinos deberían no apelar a la compasión de los taurinos, sino a la desaparición de los animales salvajes.
Estoy total y absolutamente de acuerdo con el criterio del compañero Armilo. Dejémonos de sofismas. Lo único que falta es que pretendan prohibir la caza, la pesca, o, como dijo él, nuestro derecho legítimo de eliminar a las cucarachas.
Mi consejo a los antitaurinos es que direccionen sus energías románticas hacia los sufrimientos injustos y reales que siguen persistiendo en la civilización humana: la muerte de inocentes en guerras absurdas, en crímenes de lesa humanidad que nadie tiene el poder de castigar. Si alguien pretende demostrar que los toros sienten igual que nosotros, les digo: ¡jamás podrán demostrarlo! Es una soberana estupidez creer en la humanización de los animales. Los animales existen para alimentar al hombre, para el abrigo del hombre, para el confort del hombre. Todo lo demás es hipocresía.
Saludos, sin ánimo de ofender a nadie.
Óscar
La poesía es la única soga de la cual dispongo siempre que caigo en el pozo del todo sin sentido.
Óscar Distéfano escribió:He seguido atentamente este interesante debate, y voy a meter mi cuchara, solo porque este es un foro donde la verdadera libertad de expresión existe, gracias al enorme sentido común de nuestros administradores.
Nunca he estado en una corrida de toros. He leído bastante sobre los argumentos en pro y en contra de esta manifestación que, según Wikipedia es: «el arte de lidiar toros», tanto a pie como a caballo, y se remonta a la Edad de Bronce. Hagámonos a la idea: ¡la edad de bronce!
Bien, antes que nada, quiero destacar el excelente poema de nuestra compañera, escrito con apasionado lirismo, sin entrar explícitamente en el tema (por cuya razón podemos extrapolar el texto, simplemente, a la crueldad del hombre, no precisamente contra los toros sino contra cualquier «vicio humano» de enaltecer la superioridad de la inteligencia, o astucia, humana contra la fuerza bruta). Hasta hoy día no ha sido posible determinar dónde se encuentra la verdad de esta interrogante. Hemos visto, a lo largo de la historia de la tauromaquia, a muchos toreros morir en el intento de demostrar nuestra superioridad; y, en esa lucha franca, hasta hoy no podemos decir que los humanos hemos superado completamente a ese instinto criminal que poseen los toros. Para ser más claro en mi apreciación, diré que nadie siente la necesidad de matar perros, gatos o conejos, en desafíos directos, porque estos animales, inteligentemente, se han adaptado a la superioridad del ser humano, y llegan a formar parte de nuestras costumbres y de nuestros afectos. A los toros, a los tigres, a cualquier otro animal salvaje, los odiamos, porque no han bajado la cerviz ante nuestra voluntad de poder. Si el toro (o cualquier otro animal salvaje) quiere sobrevivir al señorío del hombre, debe aprender, comprender, aceptar, que se encuentra ante una fuerza superior a la suya. Si sigue, tozudamente, atropellando el trapo rojo, y buscando vencer la inteligencia de la raza humana, morirá en el intento. En nuestro planeta no existe ya lugar para que estos animales salvajes desarrollen alegremente sus ancestrales costumbres, y maten cuando a ellos se les dé las ganas. Todos los animales con instintos criminales que no acepten la superioridad humana desaparecerán de la faz de la tierra. Así, pues, creo que los antitaurinos deberían no apelar a la compasión de los taurinos, sino a la desaparición de los animales salvajes.
Estoy total y absolutamente de acuerdo con el criterio del compañero Armilo. Dejémonos de sofismas. Lo único que falta es que pretendan prohibir la caza, la pesca, o, como dijo él, nuestro derecho legítimo de eliminar a las cucarachas.
Mi consejo a los antitaurinos es que direccionen sus energías románticas hacia los sufrimientos injustos y reales que siguen persistiendo en la civilización humana: la muerte de inocentes en guerras absurdas, en crímenes de lesa humanidad que nadie tiene el poder de castigar. Si alguien pretende demostrar que los toros sienten igual que nosotros, les digo: ¡jamás podrán demostrarlo! Es una soberana estupidez creer en la humanización de los animales. Los animales existen para alimentar al hombre, para el abrigo del hombre, para el confort del hombre. Todo lo demás es hipocresía.
Saludos, sin ánimo de ofender a nadie.
Óscar
Con todo respeto, compañero, ni siquiera voy a discutir tus "argumentos". Sencillamente me parecen tan alucinantes, tan increíbles, tan patéticos... (en cantidad y en calidad), que ni siquiera me planteo mínimamente entrar a debatirlos.
Luis M. escribió:
Con todo respeto, compañero, ni siquiera voy a discutir tus "argumentos". Sencillamente me parecen tan alucinantes, tan increíbles, tan patéticos... (en cantidad y en calidad), que ni siquiera me planteo mínimamente entrar a debatirlos.
Un saludo.
Ni siquiera te hubieras tomado la molestia de responder. No quieres discutirlos, pero sí pretendes descalificar sin argumentos. Abraham Lincoln ha dicho: "Más vale permanecer callado y que sospechen tu necedad, antes que hablar y quitarles toda duda de ello".
Nada es personal en lo que digo. No te conozco.
Un saludo cordial.
Óscar
La poesía es la única soga de la cual dispongo siempre que caigo en el pozo del todo sin sentido.
Luis M. escribió:
Con todo respeto, compañero, ni siquiera voy a discutir tus "argumentos". Sencillamente me parecen tan alucinantes, tan increíbles, tan patéticos... (en cantidad y en calidad), que ni siquiera me planteo mínimamente entrar a debatirlos.
Un saludo.
Ni siquiera te hubieras tomado la molestia de responder. No quieres discutirlos, pero sí pretendes descalificar sin argumentos. Abraham Lincoln ha dicho: "Más vale permanecer callado y que sospechen tu necedad, antes que hablar y quitarles toda duda de ello".
Nada es personal en lo que digo. No te conozco.
Un saludo cordial.
Óscar
Cuando alguien me dice que la Tierra es plana no discuto con él, pero tampoco le doy la razón como a los tontos, ...aunque puede ser cierto que quizás ni siquiera eso merece la pena (por supuesto no es nada personal eh)
...Buena cita de Lincoln (aplicable en todas las direcciones). Saludos, compañero.
Última edición por Luis M el Dom, 30 Sep 2018 14:57, editado 1 vez en total.
Si yo fuese un pedazo de carne
sin espíritu;
si no pudiera sentir dolor, ni rabia,
ni percibir la ira que envuelve el aire
de esta tarde maldita;
si fuese
un objeto útil, una hermosa planta que oxigena la tierra,
ese juguete que un niño adora
antes de destruirlo
o condenarlo a un olvido semejante a la muerte.
Si este trágico final no engendrase tan solo
fuegos artificiales, parches con los que mitigar
el hastío
de vuestra pálida existencia
y la pasión salvaje que hoy inflama vuestra jodida sangre
llegara disfrazada de utopía, de razones
en celo, de crimen
necesario,
tal vez tendría sentido mi funesto destino.
Pero vosotros os encendéis con cada gota de sangre derramada, celebráis
la agonía con vítores y palmas.
No estáis, como yo, sentenciados
perdidos
solos
en medio de un ruedo interminable.
Queridos animales humanos:
dejad de esconder la vileza que os viste
bajo la altisonante piel de las palabras.
Fiesta, Arte, Símbolo, Pasión...
son solo trajes que encubren
El Dolor
La Angustia
El Sufrimiento
La Agonía de un pobre ser sacrificado
impunemente.
Subo de nuevo el poema de Rosa porque no merece quedar relegado con tanto debate y "besitos"
Felicidades otra vez, compañera, por esta Arriesgada apuesta, con mi abrazo solidario.
¡¡Vuela!!
—-
Marisa Peral Sánchez
¡Nunca te dejes poner
el tornillo que te falta.
Corre y se feliz!
—-
Óscar Distéfano escribió:He seguido atentamente este interesante debate, y voy a meter mi cuchara, solo porque este es un foro donde la verdadera libertad de expresión existe, gracias al enorme sentido común de nuestros administradores.
Nunca he estado en una corrida de toros. He leído bastante sobre los argumentos en pro y en contra de esta manifestación que, según Wikipedia es: «el arte de lidiar toros», tanto a pie como a caballo, y se remonta a la Edad de Bronce. Hagámonos a la idea: ¡la edad de bronce!
Bien, antes que nada, quiero destacar el excelente poema de nuestra compañera, escrito con apasionado lirismo, sin entrar explícitamente en el tema (por cuya razón podemos extrapolar el texto, simplemente, a la crueldad del hombre, no precisamente contra los toros sino contra cualquier «vicio humano» de enaltecer la superioridad de la inteligencia, o astucia, humana contra la fuerza bruta). Hasta hoy día no ha sido posible determinar dónde se encuentra la verdad de esta interrogante. Hemos visto, a lo largo de la historia de la tauromaquia, a muchos toreros morir en el intento de demostrar nuestra superioridad; y, en esa lucha franca, hasta hoy no podemos decir que los humanos hemos superado completamente a ese instinto criminal que poseen los toros. Para ser más claro en mi apreciación, diré que nadie siente la necesidad de matar perros, gatos o conejos, en desafíos directos, porque estos animales, inteligentemente, se han adaptado a la superioridad del ser humano, y llegan a formar parte de nuestras costumbres y de nuestros afectos. A los toros, a los tigres, a cualquier otro animal salvaje, los odiamos, porque no han bajado la cerviz ante nuestra voluntad de poder. Si el toro (o cualquier otro animal salvaje) quiere sobrevivir al señorío del hombre, debe aprender, comprender, aceptar, que se encuentra ante una fuerza superior a la suya. Si sigue, tozudamente, atropellando el trapo rojo, y buscando vencer la inteligencia de la raza humana, morirá en el intento. En nuestro planeta no existe ya lugar para que estos animales salvajes desarrollen alegremente sus ancestrales costumbres, y maten cuando a ellos se les dé las ganas. Todos los animales con instintos criminales que no acepten la superioridad humana desaparecerán de la faz de la tierra. Así, pues, creo que los antitaurinos deberían no apelar a la compasión de los taurinos, sino a la desaparición de los animales salvajes.
Estoy total y absolutamente de acuerdo con el criterio del compañero Armilo. Dejémonos de sofismas. Lo único que falta es que pretendan prohibir la caza, la pesca, o, como dijo él, nuestro derecho legítimo de eliminar a las cucarachas.
Mi consejo a los antitaurinos es que direccionen sus energías románticas hacia los sufrimientos injustos y reales que siguen persistiendo en la civilización humana: la muerte de inocentes en guerras absurdas, en crímenes de lesa humanidad que nadie tiene el poder de castigar. Si alguien pretende demostrar que los toros sienten igual que nosotros, les digo: ¡jamás podrán demostrarlo! Es una soberana estupidez creer en la humanización de los animales. Los animales existen para alimentar al hombre, para el abrigo del hombre, para el confort del hombre. Todo lo demás es hipocresía.
Saludos, sin ánimo de ofender a nadie.
Óscar
Estimado compañero:
En primer lugar, agradezco tu participación y me alegra que hayas expuesto y compartido tu punto de vista con nosotros.
Lo primero que me llama la atención de tu comentario es que aludas al supuesto "instinto criminal" de algunos animales. Para empezar, éstos solo atacan para defender su territorio o su vida, cuando se sienten amenazados o cuando han de alimentarse. El único ser que mata o tortura para su propio divertimento, o por ambición, o simplemente por odio es el ser humano, y no solo a otras especies, sino a su propia especie. A esto sí lo llamaría yo "instinto criminal". Lo de los animales "salvajes" es pura supervivencia.
Desgraciadamente a lo largo de la historia hemos demostrado con creces esta "superioridad" que mencionas. Mejor suerte hubiera corrido a la naturaleza si hubiésemos mostrado algo más de respeto y sentido común hacia ella, si no hubiésemos agotado recursos naturales que son de todos, contaminado el medio marino y terrestre y acabado con especies animales y vegetales irrecuperables en muchos casos.
Y sí, prefiero ser una romántica idealista, que tolerar el maltrato o la crueldad gratuita para diversión de unos pocos. En fin, supongo que es cuestión de sensibilidades.
Un abrazo, ´´Óscar.
Última edición por Rosa Marzal el Dom, 30 Sep 2018 13:07, editado 2 veces en total.
Si yo fuese un pedazo de carne
sin espíritu;
si no pudiera sentir dolor, ni rabia,
ni percibir la ira que envuelve el aire
de esta tarde maldita;
si fuese
un objeto útil, una hermosa planta que oxigena la tierra,
ese juguete que un niño adora
antes de destruirlo
o condenarlo a un olvido semejante a la muerte.
Si este trágico final no engendrase tan solo
fuegos artificiales, parches con los que mitigar
el hastío
de vuestra pálida existencia
y la pasión salvaje que hoy inflama vuestra jodida sangre
llegara disfrazada de utopía, de razones
en celo, de crimen
necesario,
tal vez tendría sentido mi funesto destino.
Pero vosotros os encendéis con cada gota de sangre derramada, celebráis
la agonía con vítores y palmas.
No estáis, como yo, sentenciados
perdidos
solos
en medio de un ruedo interminable.
Queridos animales humanos:
dejad de esconder la vileza que os viste
bajo la altisonante piel de las palabras.
Fiesta, Arte, Símbolo, Pasión...
son solo trajes que encubren
El Dolor
La Angustia
El Sufrimiento
La Agonía de un pobre ser sacrificado
impunemente.
Subo de nuevo el poema de Rosa porque no merece quedar relegado con tanto debate y "besitos"
Felicidades otra vez, compañera, por esta Arriesgada apuesta, con mi abrazo solidario.
¡¡Vuela!!
Muchísimas gracias, querida Marisa. Es que el tema da para un largo debate, jeje.
Óscar Distéfano escribió:He seguido atentamente este interesante debate, y voy a meter mi cuchara, solo porque este es un foro donde la verdadera libertad de expresión existe, gracias al enorme sentido común de nuestros administradores.
Nunca he estado en una corrida de toros. He leído bastante sobre los argumentos en pro y en contra de esta manifestación que, según Wikipedia es: «el arte de lidiar toros», tanto a pie como a caballo, y se remonta a la Edad de Bronce. Hagámonos a la idea: ¡la edad de bronce!
Bien, antes que nada, quiero destacar el excelente poema de nuestra compañera, escrito con apasionado lirismo, sin entrar explícitamente en el tema (por cuya razón podemos extrapolar el texto, simplemente, a la crueldad del hombre, no precisamente contra los toros sino contra cualquier «vicio humano» de enaltecer la superioridad de la inteligencia, o astucia, humana contra la fuerza bruta). Hasta hoy día no ha sido posible determinar dónde se encuentra la verdad de esta interrogante. Hemos visto, a lo largo de la historia de la tauromaquia, a muchos toreros morir en el intento de demostrar nuestra superioridad; y, en esa lucha franca, hasta hoy no podemos decir que los humanos hemos superado completamente a ese instinto criminal que poseen los toros. Para ser más claro en mi apreciación, diré que nadie siente la necesidad de matar perros, gatos o conejos, en desafíos directos, porque estos animales, inteligentemente, se han adaptado a la superioridad del ser humano, y llegan a formar parte de nuestras costumbres y de nuestros afectos. A los toros, a los tigres, a cualquier otro animal salvaje, los odiamos, porque no han bajado la cerviz ante nuestra voluntad de poder. Si el toro (o cualquier otro animal salvaje) quiere sobrevivir al señorío del hombre, debe aprender, comprender, aceptar, que se encuentra ante una fuerza superior a la suya. Si sigue, tozudamente, atropellando el trapo rojo, y buscando vencer la inteligencia de la raza humana, morirá en el intento. En nuestro planeta no existe ya lugar para que estos animales salvajes desarrollen alegremente sus ancestrales costumbres, y maten cuando a ellos se les dé las ganas. Todos los animales con instintos criminales que no acepten la superioridad humana desaparecerán de la faz de la tierra. Así, pues, creo que los antitaurinos deberían no apelar a la compasión de los taurinos, sino a la desaparición de los animales salvajes.
Estoy total y absolutamente de acuerdo con el criterio del compañero Armilo. Dejémonos de sofismas. Lo único que falta es que pretendan prohibir la caza, la pesca, o, como dijo él, nuestro derecho legítimo de eliminar a las cucarachas.
Mi consejo a los antitaurinos es que direccionen sus energías románticas hacia los sufrimientos injustos y reales que siguen persistiendo en la civilización humana: la muerte de inocentes en guerras absurdas, en crímenes de lesa humanidad que nadie tiene el poder de castigar. Si alguien pretende demostrar que los toros sienten igual que nosotros, les digo: ¡jamás podrán demostrarlo! Es una soberana estupidez creer en la humanización de los animales. Los animales existen para alimentar al hombre, para el abrigo del hombre, para el confort del hombre. Todo lo demás es hipocresía.
Saludos, sin ánimo de ofender a nadie.
Óscar
Estimado compañero:
En primer lugar, agradezco tu participación y me alegra que hayas expuesto y compartido tu punto de vista con nosotros.
Lo primero que me llama la atención de tu comentario es que aludas al supuesto "instinto criminal" de algunos animales. Para empezar, éstos solo atacan para defender su territorio o su vida, cuando se sienten amenazados o cuando han de alimentarse. El único ser que mata o tortura para su propio divertimento, o por ambición, o simplemente por odio es el ser humano, y no solo a otras especies, sino a su propia especie. A esto sí lo llamaría yo "instinto criminal". Lo de los animales "salvajes" es pura supervivencia.
Desgraciadamente a lo largo de la historia hemos demostrado con creces esta "superioridad" que mencionas. Mejor suerte hubiera corrido a la naturaleza si hubiésemos mostrado algo más de respeto y sentido común hacia ella, si no hubiésemos agotado recursos naturales que son de todos, contaminado el medio marino y terrestre y acabado con especies animales y vegetales irrecuperables en muchos casos.
Y sí, prefiero ser una romántica idealista, que tolerar el maltrato o la crueldad gratuita para diversión de unos pocos. En fin, supongo que es cuestión de sensibilidades.
Un abrazo, ´´Óscar.
Perfecto, Rosa. Me identifico con todo lo expuesto por ti.
Besos
Pilar
Estimada amiga Rosa:
A la manera del gran Miguel Hernández, en tu poema trazas un paralelismo entre el toro de lidia y su mundo con la propia existencia del humano. Entre el toro de lidia y el hombre el destino es el mismo y las vicisitudes muy parecidas, más si nos atenemos a la manera de sobrevivir en muchos pueblos en el Planeta.
Desde luego, en tu poema consigues momentos muy evocadores, siempre presididos por una inteligencia poética, la tuya, que a mí me parece muy reseñable.
Y bien, a pesar de que estoy bastante metido en el mundo institucional de La Fiesta en Baleares, tengo amistad con toreros, ganaderos, empresarios…, no voy a entrar a debatir aquí sobre La Fiesta, prefiero quedarme con las opiniones que se han vertido, además, me parecen bastante variadas.
Según la última encuesta que mi periódico hizo en 2017, en Baleares, a pesar de ser una de las Comunidades en donde están prohibidos los toros, la población está dividida entre dos mitades prácticamente simétricas, 51-49 a favor de La Fiesta.
En fin, un servidor el 27 de octubre tiene un festejo de taurinos, pero sin toros, nos reuniremos gentes del mundillo, Morante, Talavante, Campanilla, Roca Rey…, en una finca en Mallorca. Está previsto comer rabo de toro, pero a este paso no tardará mucho en ser rabo de vaca. Y es que el toro de lidia, sin La Fiesta, está condenado a desaparecer.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Abrazos.