Guillermo Cuesta escribió:Qué suavidad, qué elegancia, qué dulzura y qué conformidad . Quizá pedir remedio podría ser peor que la enfermedad.
Poco necesita un cuerpo. pero un alma necesita menos, no tiene peso ni volumen ni medida. Dividir en este caso no es restar
y si saber medir, saber estar y comprender y respetar .
El quid de la cuestión está en aceptar convivir con lo que queda, pues puede ser bastante o, al menos, suficiente
Para que más, ¿verdad? Un abrazo de agradecimiento por el control de las formas y por el fondo del poema.
Gracias, apreciado compañero. Es muy reconfortante, me hace muy feliz leer tu comentario. Celebro que el poema te haya llegado así. Es todo un honor tenerte siempre.
Un abrazo de camarada.
Óscar