Re: Distancias
Publicado: Dom, 17 Sep 2017 10:27
NORABOA, Mario, por este merecido reconocimiento a tan esplendoroso regreso.
Un abrazo, joven viejo amigo.
Un abrazo, joven viejo amigo.
Foro poético-literario, revista y tienda de libros de la Editorial Alaire. Poemas de todo tipo, relatos cortos, ensayos. Debates, discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario. Convocatorias de concursos de poesía.
https://foro.editorialalaire.es/
Complacido de leerte, poeta, y aplaudiendo la justa distinción a tus letras. Cordiales saludosMario Martínez escribió:Hola a mis antiguos amigos y compañeros de foro y también a los nuevos y desconocidos, mis saludos a todos.
Hace mucho tiempo que no entraba (al menos a publicar, ya que a leer entro a veces), pero hoy me ha apetecido recordar viejos tiempos y atreverme a colgar un poema. Es verdad que aunque nunca he dejado de escribir poesía (no podría hacerlo aunque quisiera) llevo una larga temporada en la que la he aparcado un poco para escribir relatos. Ahora, con mi segundo librito de narrativa en imprenta trato de recuperar el pulso de los versos y que mejor forma de hacerlo que leer poesía donde mejor se escribe: aquí, en Alaire.
Distancias
Algunas no lo saben.
O no quieren saberlo.
Siguen igual que siempre brillando a nuestros ojos
con pulsación de sílice,
incombustibles, blancas, silenciosas, etéreas,
inmóviles al tiempo.
Nos miente la distancia.
Ellas también se mienten soñando eternizarse
en fúlgidas presencias
de interminables noches.
Una necia esperanza que sólo el desvarío
de un dios loco pretende.
Lo mismo de engañosas,
en la nada del aire,
algunas ilusiones intentan prolongarse
sobre el neón inmenso de fundidas memorias.
Y las vemos absortos,
convencidos y crédulos
de la luz deslumbrante de promesas futuras,
sin caer en la cuenta de que se han consumido
en albor de trayecto
y aventó el desengaño con pesar sus cenizas.
Hoy son pozos sin fondo de silente negrura,
frías enanas blancas
absorbiendo materia de frustrados deseos.
No están donde estuvieran.
Ni en el cielo nocturno que alumbraron un día,
ni en el alma que ilusa deslumbró la quimera.
Hace mucho que faltan,
aunque sigamos viéndolas.
Son espectros remisos a perder su ascendencia.
Algunas no lo saben.
Ignoran que están muertas.
Mario
Que alegria volver a leerte, Mario! Felicidades por este poema a la muerte de las estrellas, me parece que esas muertes se reciclan en otra ala del por siempre universo en evolucion. La credulidad y la ilusa vision de la Esperanza caduca, pero que tan esencial y profunda es la esperanza en su lecho de muerte. Un fuerte abrazo y nuevamente felicidades por este bello pseudo cientifico poema! ERAMario Martínez escribió:Hola a mis antiguos amigos y compañeros de foro y también a los nuevos y desconocidos, mis saludos a todos.
Hace mucho tiempo que no entraba (al menos a publicar, ya que a leer entro a veces), pero hoy me ha apetecido recordar viejos tiempos y atreverme a colgar un poema. Es verdad que aunque nunca he dejado de escribir poesía (no podría hacerlo aunque quisiera) llevo una larga temporada en la que la he aparcado un poco para escribir relatos. Ahora, con mi segundo librito de narrativa en imprenta trato de recuperar el pulso de los versos y que mejor forma de hacerlo que leer poesía donde mejor se escribe: aquí, en Alaire.
Distancias
Algunas no lo saben.
O no quieren saberlo.
Siguen igual que siempre brillando a nuestros ojos
con pulsación de sílice,
incombustibles, blancas, silenciosas, etéreas,
inmóviles al tiempo.
Nos miente la distancia.
Ellas también se mienten soñando eternizarse
en fúlgidas presencias
de interminables noches.
Una necia esperanza que sólo el desvarío
de un dios loco pretende.
Lo mismo de engañosas,
en la nada del aire,
algunas ilusiones intentan prolongarse
sobre el neón inmenso de fundidas memorias.
Y las vemos absortos,
convencidos y crédulos
de la luz deslumbrante de promesas futuras,
sin caer en la cuenta de que se han consumido
en albor de trayecto
y aventó el desengaño con pesar sus cenizas.
Hoy son pozos sin fondo de silente negrura,
frías enanas blancas
absorbiendo materia de frustrados deseos.
No están donde estuvieran.
Ni en el cielo nocturno que alumbraron un día,
ni en el alma que ilusa deslumbró la quimera.
Hace mucho que faltan,
aunque sigamos viéndolas.
Son espectros remisos a perder su ascendencia.
Algunas no lo saben.
Ignoran que están muertas.
Mario