Antonia Mauro escribió:Qué buen poema Julio,
increíbles descripciones, increíble imágenes.
Esta mañana he nombrado a mi abuela en el café,
bueno, la verdad me acuerdo casi todos los días de ella,
Le decía a mi compañero-amigo cuánta hambre pasaron. Se quedó viuda a los 30 con cuatro bebes,
No tenía nada, una casa que vendieron me imagino por "por cuatro perras gordas" , el sol , el día y la noche,
y el hambre, mucha hambre. No había más.
Gracias a dios salieron adelante dignamente.
Cuanto más mejoraban más avanzaba la ceguera de mi abuela,
de quedarse bordando por las noches debajo de una vela y una gotera sobre su cabeza.
Y varias goteras sobre los plásticos que cubrían sus camas.
Increíble, no llegaron a ricos, pero tuvieron vidas dignas, Y pudieron conseguir cosas después de la miseria.
Cómo han avanzado las cosas en tan poco tiempo, aunque en muchas casas sigue habiendo goteras.
Aquí también, en España, aunque menos que en la India, por ejemplo.
Un abrazo Julio, cuando hablo mucho es que me gusta lo que he leído.
Mi abuela era La Lola, y siempre siempre siempre, vivió rodeada de perros.
Me encantaba mi abuela. Me encanta lo que has escrito y transmitido.
MI madre tuvo un perro, muchos años después de morir mi abuela, y cuando le miraba a los ojos,
veía sus ojos.
Mi abuela, cuando se ponía su abrigo azul, y un vestido que se ponía muy poco, olía a cerrado .
Cada vez que vuelvo a encontrarme con ese color, me lo esnifo como si ella estuviera a mi lado.
Una que es así, un poco rara.
Y esta mañana estoy sensible, y encima he vuelto a ver un video de Malak, para qué queremos más.
Un abrazo alucinado.
Yo no creo que seas rara por sentir estas cosas tan especiales y hermosas; creo que muchas de ellas nutrirán lo medular de tus versos en estupendos poemas. Muchas gracias por compartir conmigo y con los posibles lectores tus emociones, recuerdos e impresiones a partir de la lectura de este poema, me parece maravilloso Mi abrazo de noche.
Salud.