Editorial Alaire

Pilar Morte escribió:Te había enviado un mensaje y me doy cuenta que no ha llegado. Bueno, reitero que es un gran poema, en la línea de tus trabajos bellos y profundos. Me gustó mucho.
Besos
Pilar

Ramón Castro Méndez escribió:

Alejandro Costa escribió:Y desde aquel día era ella quien paseaba
por las calles del corazón,
con la inercia que le indicaba el barrio del amor.

Las llanuras del alma desplegaban
toda la serenidad que la cordillera cerebral le impartía,
sus regiones respiraban un hábitat de sosiego
y en los puertos de sus manos
dejaba amarrada la flota de la amistad y el cariño.

Pero el amor es como la vida,
impredecible, tortuoso e implacable,
locuaz y exultante,
por ello, una borrasca penetró en su interior,
destruyendo todo aquello por lo que había luchado.

Las lluvias ahogaban cualquier fulgor
dormido en las venas,
eran tan torrenciales que destruían
a golpes los sentimientos,
como se marchitan los pétalos
de las rosas cuando no les fluye la savia.

Todo el paisaje se desmoronaba,
los labios eran pastos secos y adormecidos,
a pesar que los ojos sufrían la humedad
del deshielo del dolor
y el ayer era tan solo un capítulo
en el recuerdo de un presente enojado.

Ahora, dislocado en el tiempo,
comprendo aquello,
que perdido en el pasado significó la paz del alma,
el alivio sangrante de un corazón enamorado.

Creí que era amor,
hoy presiento que todo fue una quimera.

Muy bello poema éste que dedicas al amor, soñado o no. Cautiva por la belleza intrínseca de las imágenes, por su doliente expresividad. Mi aplauso incondicional.

Un abrazo.

Administración Alaire escribió:Enhorabuena, amigo Alejandro, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "Amor, o...".
Un cordial abrazo.

Concha Vidal escribió:

Alejandro Costa escribió:Y desde aquel día era ella quien paseaba
por las calles del corazón,
con la inercia que le indicaba el barrio del amor.

Las llanuras del alma desplegaban
toda la serenidad que la cordillera cerebral le impartía,
sus regiones respiraban un hábitat de sosiego
y en los puertos de sus manos
dejaba amarrada la flota de la amistad y el cariño.

Pero el amor es como la vida,
impredecible, tortuoso e implacable,
locuaz y exultante,
por ello, una borrasca penetró en su interior,
destruyendo todo aquello por lo que había luchado.

Las lluvias ahogaban cualquier fulgor
dormido en las venas,
eran tan torrenciales que destruían
a golpes los sentimientos,
como se marchitan los pétalos
de las rosas cuando no les fluye la savia.

Todo el paisaje se desmoronaba,
los labios eran pastos secos y adormecidos,
a pesar que los ojos sufrían la humedad
del deshielo del dolor
y el ayer era tan solo un capítulo
en el recuerdo de un presente enojado.

Ahora, dislocado en el tiempo,
comprendo aquello,
que perdido en el pasado significó la paz del alma,
el alivio sangrante de un corazón enamorado.

Creí que era amor,
hoy presiento que todo fue una quimera.

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¡ Querido Robín.... cuánto me alegro de verte ahí y así .
Un abrazo de los mediterráneos para ti.

Silvia Savall escribió:Mi querido Jandro, qué decirte...
Tu pluma es pura poesía y cada verso llega al centro del corazón.

Te felicito y aplaudo por el poema y el merecido reconocimiento a tus letras.

Besitos.

Carlos Justino Caballero escribió:

Alejandro Costa escribió:Y desde aquel día era ella quien paseaba
por las calles del corazón,
con la inercia que le indicaba el barrio del amor.

Las llanuras del alma desplegaban
toda la serenidad que la cordillera cerebral le impartía,
sus regiones respiraban un hábitat de sosiego
y en los puertos de sus manos
dejaba amarrada la flota de la amistad y el cariño.

Pero el amor es como la vida,
impredecible, tortuoso e implacable,
locuaz y exultante,
por ello, una borrasca penetró en su interior,
destruyendo todo aquello por lo que había luchado.

Las lluvias ahogaban cualquier fulgor
dormido en las venas,
eran tan torrenciales que destruían
a golpes los sentimientos,
como se marchitan los pétalos
de las rosas cuando no les fluye la savia.

Todo el paisaje se desmoronaba,
los labios eran pastos secos y adormecidos,
a pesar que los ojos sufrían la humedad
del deshielo del dolor
y el ayer era tan solo un capítulo
en el recuerdo de un presente enojado.

Ahora, dislocado en el tiempo,
comprendo aquello,
que perdido en el pasado significó la paz del alma,
el alivio sangrante de un corazón enamorado.

Creí que era amor,
hoy presiento que todo fue una quimera.

Gran trabajo, Alejandro, y merecida distinción! Mi enhorabuena!

Rafael Zambrano Vargas escribió:Alejandro estimado poeta. Muchas felicidades
por este magnífico poema y sus distinción
que bien lo merece.

Un gran abrazo y feliz domingo

Rafael

Armilo Brotón escribió:Me alegro de este reconocimiento a tu obra en general y te mando mis felicitaciones por el poema elegido como representante, en este caso "Amor, o..."
Un cordial saludo

Ramón Carballal escribió:Mi felicitación por la merecida distinción. Un abrazo.

Jerónimo Muñoz escribió:Me uno a las felicitaciones deseándote que disfrutes de este honor tan merecido.
Abrazos.
Jerónimo

Marisa Aragón Willner escribió:Alejandro

me uno a los autores que me preceden para felicitarte por este reconocimiento, un bello poema con una Naturaleza muy presente en sus metáforas , nos pone en sintonía de amor y con el entorno donde alojamos nuestro sentimiento.


abrazos. Marisa

Mario Martínez escribió:Felicidades, Alejandro.
Excelente poema. La línea entre el amor y la fantasía amorosa a veces es sumamente delgada y tiende a diluirse.
Abrazos.

Mario

Manuel Sánchez escribió:Enhorabuena por la distinción a tu poema, Alejandro.

Un fuerte abrazo.

Pilar Morte escribió:Enhorabuena por el reconocimiento a este hermoso poema
Besos
Pilar

Rosa Martín escribió:Un poema hermoso, Alejandro,enhorabuena...
Un abrazo