Guillermo Cuesta escribió:Un frío peligroso
La palma de mi mano tocó la displicencia de la tuya.
Había frío en la memoria, tanto
que ni el recuerdo hacía de abrigo
para despreocuparse.
Fluctuaba la amistad, la confianza huía.
Colgaba un falso son en una posición desesperada.
La tendencia de recapacitar estaba en quiebra
sin que una mediación se hiciera fuerte
para alternar con tiento y con mesura.
Contigo desconecto y abro campo
hasta que la beligerancia tire el guante.
Me ha parecido sentir ese momento cuando el amor se acaba entre los amantes y y las manos no lo saben. Que maravilla de poema, Guillermo, logrado! Recibe mi admiracion y respetos, ERA