Ventura Morón escribió:...
No todos los huesos mueren.
Lo he visto en las fotografías
que palidecen en muros desnudos
hasta fundirse en los desconchones del alma.
No todo el murmullo acaba
cuando las venas de la rutina se abren
y se secan entre el polvo.
El umbral es un avispero.
Cruje al trasluz su rostro
dejando salvajes insectos
picando las chispas, que flotan,
en una constelación de olvidos.
Un ciego parpadeo volátil
cruza los convalecientes armarios
susurrando su último desorden.
Nada queda de la apetencia de los días,
y sin embargo,
una hirviente marabunta
esconde las larvas del renacer
bajo las rendijas de la vida.
.
.
.
Estoy complacido de haber descubierto este valioso poema. Gracias a una tarea encomendada he llegado hasta estos versos tan reveladores. A mí me ha emocionado, dejándome una sensación de una vida enterrada sobre otra vida. Te felicito, amigo.
Un abrazo grande.
Óscar