Re: El reloj de la Catedral funciona
Publicado: Mié, 13 Abr 2016 12:04
Precioso poema, Pilar, resulta un placer siempre leerte.
Abrazos
Abrazos
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Gracias, querido amigo, por la generosidad con la que has mirado el poema.Óscar Distéfano escribió:Yo recuerdo que Marcel Proust, el gran novelista francés, había recobrado su pasado en esa monumental obra: "En busca del tiempo perdido", gracias al aroma de un té que lo trasportó al pasado. En este caso de tu poema, es el sonido el que lo hace. Los sentidos tienen esa varita mágica de llevarnos a las vivencias más profundas de la memoria. Y lo haces tan bien que a mí me has emocionado (sobrecogido, mejor dicho), porque has logrado un triunfo memorable del estro. Es muy, pero muy difícil componer un poema sobre una idea preestablecida, por el peligro de caer en ripios, en versos insustanciales. Tu poema posee la particularidad admirable de elevarse líricamente sobre las imágenes de la realidad real, para alcanzar la realidad poética. Es valioso para el foro lo que has hecho.
Un abrazo, amiga.
Óscar
Me alegra como ves el poema y te agradezco mucho que me lo digas.Arturo Rodríguez Milliet escribió:Extraordinario ritmo que acompasa evocaciones remotas con latidos del presente,
un lirismo envolvente que nos eleva y nos vuelve a posar en suelos mágicos suavemente.
Una exquisito poema Pilar. Un fuerte abrazo.
Luis Muñiz M. escribió:Un poema precioso sobre el tiempo y su silente e incansable testigo. Un abrazo.
Gracias, Carmen, por acompañar con tu amable palabras este poemaCarmen Pla escribió:Precioso poema, Pilar, resulta un placer siempre leerte.
Abrazos
Muy bello poema, con un halo de nostalgia. Me ha encantado leerte. Mi felicitación por tan hermosas letras.Pilar Morte escribió:Ya da las horas el reloj de la catedral.
La nostalgia de sus saetas brota
en llanto de alegres lágrimas.
Oigo centellear las campanas como espejos de hogar
y retorna la niña que galopó entre sueños.
ll
Siento que me reprendes porque se me hizo tarde
y he de aventurarme a subir de dos en dos
los peldaños a la labor de la mañana
sin que me acaricie el alma
el primer rayo del día.
Te miro como el dios que castiga
pero estás en mí enhebrando el movimiento
con el sonido limpio
de los atardeceres encendidos.
Las horas rondan equidistantes al embrujo
y me dejo seducir por las aves de mi pecho
.
lll
¿Me recuerdas? tú eras testigo del desorden
de las nuevas pulsiones.
Tú extendías péndulos al aire
y yo recorría delirante la vida.
El viento despeinaba las torres y tú mirabas,
desde el sagrado círculo,
el adiós de las aguas.
En cada vuelta te apreciaba rítmico,
vibrante, tatuando el tiempo sobre los rostros.
lV
Ya das las horas,
has regresado y una ciudad nueva te recibe
desgranando un pasado que guarda la memoria.
Yo leo tus segundos lentos
dorando las raíces de los versos,
-ramales de tus saetas-
que llenan los últimos cántaros
Te ocurre igual que a mí. Gracias por sentir conmigoArmilo Brotón escribió:Ufff estos poemas tuyos me llenan de nostalgia. Me haces recordar muchas momentos vividos. El sonido del reloj en los campanarios siempre está en mi memoria sentimental.
Un abrazo