Editorial Alaire

E. R. Aristy escribió:

J. J. M. Ferreiro escribió:

Desnudo acostado. Amadeo Modigliani

La esencia del sudor de una mujer desierta,
se queda para siempre, como la blanca edad
de los adolescentes; en su complicidad
hay algo que exaspera: una embriaguez incierta,

el denso aire en los ojos, esa piel boquiabierta.
Reluciente, preñado de arrojo y soledad
su vientre es la marea de la necesidad,
donde crece una voz que en un pulso despierta.

Ahora que mis brazos son su cuerpo y sendero,
mi jungla turbulenta imagina y enciende
las estrellas caídas en algún sumidero

de una espiral nocturna, que remontando asciende,
al origen perdido del investido arquero,
la avidez reventada, el placer y su duende.

Hermoso poema Ferreiro, siento sólo poder apreciarlo en parte, los poetas que conocen de métrica llevan la autoridad para apreciar su entera belleza. Abrazos, ERA

Marisa Peral escribió:

J. J. M. Ferreiro escribió:

Ahora que su cuerpo es ardiente sendero,
mi jungla turbulenta imagina y enciende
las estrellas caídas en algún sumidero

de una espiral nocturna, que remontando asciende
al origen perdido del único guerrero,
su avidez reventada, la delicia y el duende.


Precioso soneto y sensuales letras, J.J.
Los dos tercetos son magníficos. Felicidades.

Biquiños.

Óscar Distéfano escribió:Ciertamente, a mí me resulta un poema muy interesante, muy valioso, porque lleva el romanticismo y el modernismo (que es su vehículo, en este caso) hasta territorios de nuestra contemporaneidad. Es lo que yo siempre trato de seguir: evolucionar sobre lo clásico, demostrando el caudal inagotable de esta vertiente. Tu soneto suena a una buena música de nuestros días. Yo lo aplaudo.

Un abrazo, amigo.
Óscar