Publicado: Mar, 15 Abr 2014 8:11
Enhorabuena por el muy merecido reconocimiento a este magnífico poema.
Un fuerte abrazo.
Un fuerte abrazo.
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E. R. Aristy escribió:POEMA AGÓNICO[RIGHT]
[/RIGHT][RIGHT]Dedicatoria[/RIGHT][RIGHT]
[/RIGHT][RIGHT]Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.[/RIGHT][RIGHT]
[/RIGHT][RIGHT]Leopoldo María Panero[/RIGHT][RIGHT]
[/RIGHT]
El alma es un manicomio,
el limbo donde habita el desconcierto de la música
El daño, un sapo que no cesa de latir
y de hacerlo
no me dejaría en paz su fantasma.
Yo la quise pero la odié más
sin manos la modifican mis piernas
sin sexo me declaran sus ojos
nunca estoy solo
soy una invasión a mi presencia
ella era la madre virgen
la serpiente de mi lengua
el oráculo de mi infancia
un niño con ansias de morir
en su vientre.
Alma! Alma mater de fúnebres
promesas; me prometiste ver el fin de la locura
su barranco estéril cobijando mi paso
al borde de la duplicidad de mi ser
el sórdido mordisco del caos...
Alma deshuezada
anfitriona del huésped de todos estos espectros
infatigables crean su reino
en la corola abierta de mi cruz
Ellos viven para decapitar la más pequeña de las luces
se apoderan de mi poesía y no la pueden castrar
su voz es dura como la ola de un mar
inventado por mí
ya no quedan piedras para éste loco
Si he muerto ayer y hoy descubrieras
mi cadáver maloliente
un rígido frío de terror se ha consumado
no supiste reconocer mis versos
cadáveres rumiando el pasto del amor?
E. R. Aristy
Felicidades ERA, comparto la elección, es un poema profundo para pensar y descubrir, un abrazo! Luna.-E. R. Aristy escribió:POEMA AGÓNICO[RIGHT]
[/RIGHT][RIGHT]Dedicatoria[/RIGHT][RIGHT]
[/RIGHT][RIGHT]Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.[/RIGHT][RIGHT]
[/RIGHT][RIGHT]Leopoldo María Panero[/RIGHT][RIGHT]
[/RIGHT]
El alma es un manicomio,
el limbo donde habita el desconcierto de la música
El daño, un sapo que no cesa de latir
y de hacerlo
no me dejaría en paz su fantasma.
Yo la quise pero la odié más
sin manos la modifican mis piernas
sin sexo me declaran sus ojos
nunca estoy solo
soy una invasión a mi presencia
ella era la madre virgen
la serpiente de mi lengua
el oráculo de mi infancia
un niño con ansias de morir
en su vientre.
Alma! Alma mater de fúnebres
promesas; me prometiste ver el fin de la locura
su barranco estéril cobijando mi paso
al borde de la duplicidad de mi ser
el sórdido mordisco del caos...
Alma deshuezada
anfitriona del huésped de todos estos espectros
infatigables crean su reino
en la corola abierta de mi cruz
Ellos viven para decapitar la más pequeña de las luces
se apoderan de mi poesía y no la pueden castrar
su voz es dura como la ola de un mar
inventado por mí
ya no quedan piedras para éste loco
Si he muerto ayer y hoy descubrieras
mi cadáver maloliente
un rígido frío de terror se ha consumado
no supiste reconocer mis versos
cadáveres rumiando el pasto del amor?
E. R. Aristy
E. R. Aristy escribió:POEMA AGÓNICO[RIGHT]
[/RIGHT][RIGHT]Dedicatoria[/RIGHT][RIGHT]
[/RIGHT][RIGHT]Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.[/RIGHT][RIGHT]
[/RIGHT][RIGHT]Leopoldo María Panero[/RIGHT][RIGHT]
[/RIGHT]
El alma es un manicomio,
el limbo donde habita el desconcierto de la música
El daño, un sapo que no cesa de latir
y de hacerlo
no me dejaría en paz su fantasma.
Yo la quise pero la odié más
sin manos la modifican mis piernas
sin sexo me declaran sus ojos
nunca estoy solo
soy una invasión a mi presencia
ella era la madre virgen
la serpiente de mi lengua
el oráculo de mi infancia
un niño con ansias de morir
en su vientre.
Alma! Alma mater de fúnebres
promesas; me prometiste ver el fin de la locura
su barranco estéril cobijando mi paso
al borde de la duplicidad de mi ser
el sórdido mordisco del caos...
Alma deshuezada
anfitriona del huésped de todos estos espectros
infatigables crean su reino
en la corola abierta de mi cruz
Ellos viven para decapitar la más pequeña de las luces
se apoderan de mi poesía y no la pueden castrar
su voz es dura como la ola de un mar
inventado por mí
ya no quedan piedras para éste loco
Si he muerto ayer y hoy descubrieras
mi cadáver maloliente
un rígido frío de terror se ha consumado
no supiste reconocer mis versos
cadáveres rumiando el pasto del amor?
E. R. Aristy