Editorial Alaire

Quizás Adrian Henri no escribió muchas noches al mediodía, Alberto, pero es un fenómeno que ocurre, aunque no sepamos cuándo, y hay que estar ahí para intentar expresar la magia de una sensación con palabras, la significación de un momento en que se nos hace posible rebelarnos contra la realidad; un bombardeo puede oscurecer el día más soleado pero no puede impedir que soñemos con las estrellas por la noche, la constatación de una realidad prosaica no puede impedir que pensemos que puede existir un mundo mejor.

Hemos roto algo el hilo que cruzaba el mar y que nuestras manos no han soltado del todo, pero me siguen impresionado la vastedad de tus conocimientos y tu tendencia prodigiosa a crear asociaciones. Es cierto que esta vez no veo tan clara como otras la que haces, pero creo que enriquece y nos da una medida de tu originalidad, de tu amor a esa poesía que se mueve en tu interior en todas sus tendencias.

Gracias, Alberto, siempre he contado con tu generosidad, y me he permitido valorarla con especial cariño en lo que tiene de calor humano, sin desdeñar, desde luego ser consciente de que me llega de un poeta especial y con una proyección inmensa.

Me agrada mucho, Pablo, que relaciones los aires del Sur con lo que escribo en este y otros poemas, es muy probable que no lo tenga en la mente antes de escribir y acabe surgiendo como algo que pertenece a mi vida. La nostalgia aparece cuando uno piensa que algo se ha perdido, quizás sea el recuerdo de lo que nunca fue y sigue llamando a nuestra puerta sin que sepamos abrirla. Nos dijeron que debíamos tirar las llaves, borrar las huellas que ahora no encontramos. Los procesos de modernización suelen ser brutales para la conciencia.

Muchas gracias por tus siempre atentas y oportunas palabras.

Un abrazo.

Pocas veces me han dicho cosas tan halagüeñas, Carmen. Me agradan mucho por lo que dicen y mucho más el que las digas tú. Siento que ahora ha cambiado casi todo, que me cuesta sentir el empuje de la sensibilidad femenina, que me siento un extraño en esta calle. Vuelvo a este poema porque tú lo hiciste desde la lejanía. Te siento cercana, distinta, me has hecho creer en este poema mucho más de lo que se podría pensar, era algo que podía constatar cada vez que leía tu poesía.

Muchas gracias. Un abrazo.

Gracias, Marius, por estas palabras tan hermosas que me envías. Creo que el paso del tiempo nos llena a todos del mismo dolor, el hecho está en saberlo expresar y reconocer que es una de las cosas importantes de la vida, que solo valoramos en su justa medida aquello que se pierde.

Un abrazo.

He jugado a veces, tomándomelo en serio, a pensar que mis poemas eran de otro. Pero no, Ana, no me servía como referencia, quisiera cantar por cantar pero no puedo, quisiera que mi nostalgia perteneciera a cada lector durante un par de minutos, pero yo no podré juzgarme, no sabré si fue trabajo, inspiración o, simplemente, nada. He querido espolvorear las palabras con el perfume de mi barrio , quizás sea más por lo que ha sido, donde respiramos la playa a la que llegaban los contrabandistas por la noche, con una colonia de gatos ubicada en el garaje de la esquina.

Un abrazo.