Editorial Alaire

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Ramón Carballal escribió:
El poema rezuma candidez, inocencia, cabalgando sobre oportunas e incesantes metáforas que convierten cada verso en un paisaje en sí.
Saludos.

Carmen López escribió:Un poema extraordinario Ramón, magnífico, espléndido, siempre es un placer entrar en tus letras. Eres un poeta fantástico, tus imágenes son maravillosas.

Unha forte aperta.

Carmen

LUIS MARIÑO escribió:Muy bello poema, Ramón. Todo un placer de lectura. Mi sincera felicitación y abrazo.

Pablo Ibáñez escribió:Ramón,

decía Caballero Bonald que echaba de menos las casas de citas en
poesía. Son espacios polémicos y de belleza escasa, pero en ellos se
desarrollan algunas manifestaciones del alma humana que merecen muy
mucho la atención del poeta. Yo he intentado algunas torpes
aproximaciones ("Gestión"), pero es tema difícil y espinoso, hay que hilar
muy fino porque el afán de verdad y el de corrección política no conjugan
bien. La observación compasiva y a la vez no juzgadora es la clave del
tema, creo, y tú has sabido hacerlo con gran brillantez y en el estilo
arriesgado que te identifica.

Imagenes potentes, metáforas abisales y la constante referencia a una juventud perdida, a un pasado idealizado, del que extraes el puro espíritu, el orujo, en tu engrasado alambique.

Un abrazo.

jorge muñoz escribió:Ramón. Un gran poema. Felicitaciones

Antonio Justel escribió:

Ramón Carballal escribió:Esta casa abre su gesto de boca inmensa,
su osario de pájaro
o alguacil.

Dentro, los pasillos escarlatas, los dorados,
la costumbre que imagina los juegos, los dinteles
y las molduras, el sonido monocorde
del teléfono.

Mi música de ángel que vuelve a las llagas del día.

Sordos orificios de automóviles vacíos, el roce
de películas antiguas desde el piso gris de los ojos ausentes...

¿Quién sabrá de las linternas que iluminan los pasos de la estrella,
los sueños de juventud, el movimiento de las caderas que es futuro
y candor?

Luego, la canción gris de la locura, escuchando los trinos
de la sangre que desconocen los espejos del mar.

En el ayer caben sombras y también luces, o llamas de infierno
o magdalenas, o gatos que nunca han existido.

Igual que yo.

"Luego, la canción gris de la locura, escuchando los trinos
de la sangre que desconocen los espejos del mar".



... tu capacidad innata es tremenda, Ramón, querido amigo, gloriosa; he dejado estos dos versos de más arriba porque me han parecido simplemente proverbiales; te envío mi saludo; Orión

Jerónimo Muñoz escribió:Un excelente poema, Ramón. Barnizado por un logrado irracionalismo que conduce al lector hacia insospechadas cumbres líricas.
Siempre me gustó mucho tu poética y veo que sigues acrecentando sus valores.
Un abrazo.
Jerónimo

Marius Gabureanu escribió:Ramón, me ha gustado mucho este paisaje donde sus elementos resumen una civilización en descenso, y el cierre espectacular, estos gatos que nunca han existido son la sombra de la duda en el pasado. Mis abrazos y felicitaciones sinceras.

Josefa A. Sánchez escribió:Contemplas la escena como iluminada a través de un caleidoscopio. Venir a tu poesía siempre es una experiencia nueva.
Un abrazo.
Pepa

Rafel Calle escribió:Bellísima muestra del poema multimétrico más vanguardista. Inevitablemente, Carballal.
Abrazos.