Editorial Alaire

Carlos Justino Caballero escribió:Pilar Morte, El oficio de una poeta talentosa brota de tus versos sin esfuerzos. Y sin esfuerzo y con placer se lee tu poesía, poeta!

Antonio Justel escribió:

Pilar Morte escribió:Tantas veces sentí
el vibrar de las hayas,
la melodía del gorjeo sobre el viento,
los rayos tornadizos en centelleo de iris,
el aroma de los pinos solemnes que se elevan buscando luz,
tanta comunión con la cima desde donde miramos
la vida de los pueblos, su alegría- tristeza
cambiante como los segundos.

Todo mezclando mi sangre con ese licor de felicidad infinita
sin pensar que lo de fuera es lo de dentro,
que esa belleza toma
forma diferente en el rostro pero es mía,
porque llevo la vida toda en mis arterias.

Las hayas soy yo, el gorjeo es mi canto
y el aroma se asoma reconocida en mi cráneo.

Yo, belleza, fuego, tierra, piedra, las raíces, mi perro,
el canto del mirlo
Todo en mí, dispuesto a despertar, el mar
conquistando conciencia de la vida.

Sin embargo no crece mi autoestima.

"Las hayas soy yo, el gorjeo es mi canto
y el aroma se asoma reconocida en mi cráneo.

Yo, belleza, fuego, tierra, piedra, las raíces, mi perro,
el canto del mirlo
Todo en mí, dispuesto a despertar, el mar
conquistando conciencia de la vida."



... Pilar, estimada, sólo una cosa: me ha encantado el poema, espléndido; he recogido los versos de más arriba porque reflejan, creo yo, la esencia, el resumen último o fondo del poema; ¿ conciencia...? Eso - dicen - tarda en llegar, pero, cuando acude, ya no se va; mi saludo; Orión

Quinteño de Greda escribió:Mucho has debido de querer a tu fiel y buen amigo...
Fiel reflejo, el poema tan hondo que nos dejas.
Mi enhorabuena con un cordial y afectuoso abrazo.
Ah, y arriba ese ánimo.

Pilar Morte escribió:Tantas veces sentí
el vibrar de las hayas,
la melodía del gorjeo sobre el viento,
los rayos tornadizos en centelleo de iris,
el aroma de los pinos solemnes que se elevan buscando luz,
tanta comunión con la cima desde donde miramos
la vida de los pueblos, su alegría- tristeza
cambiante como los segundos.

Todo mezclando mi sangre con ese licor de felicidad infinita
sin pensar que lo de fuera es lo de dentro,
que esa belleza toma
forma diferente en el rostro pero es mía,
porque llevo la vida toda en mis arterias.

Las hayas soy yo, el gorjeo es mi canto
y el aroma se asoma reconocida en mi cráneo.

Yo, belleza, fuego, tierra, piedra, las raíces, mi perro,
el canto del mirlo
Todo en mí, dispuesto a despertar, el mar
conquistando conciencia de la vida.

Sin embargo no crece mi autoestima.

Ana Muela Sopeña escribió:Buenísimo, Pilar.

Es que a veces no vale solo con la belleza. Necesitamos sentirnos amados y que nuestra vida tenga un sentido.

Difícil reto, pero no imposible.

Enhorabuena
Un beso
Ana