re: Gestión
Publicado: Mié, 03 Jul 2013 20:15
Me ha gustado mucho el poema. No se trata, precisamente de denuncia ni nada parecido. Más bien, a mí me resulta como una crónica de la sordidez, la descripción de una realidad clandestina, relatada con muy buenas metáforas, y con el evidente propósito del autor de seguir esa línea de buscar un cierto hermetismo, un recubrimiento velado de las ideas , tratando de alejarse, lo más que se pueda, de lo explícito, y crear las sugerencias necesarias para la evocación en la mente lectora. A mi criterio, el propósito se ha logrado. El hilo argumental del poema, que subyace perceptiblemente, siempre camina por la cornisa de lo consciente, y hasta se torna reflexivo.
Esa idea de Gamoneda que ha comentado el autor: “pasar de la inexistencia a la inexistencia”, como de un salto sobre la vida, aquí se convierte en un salto sobre el amor: seres que viven en un vacío perpetuo de este sentimiento. Podríamos, entonces, decir, que este poema, existencial por cierto, se encuadra perfectamente dentro de lo que se llama la poesía intertextual, absolutamente válida, y muy desarrollada por Blas de Otero.
En cuanto a la estructura formal, me he permitido diseccionar el poema, para estudiar verso por verso la génesis rítmica. Y he encontrado que este poema tiene un claro basamento de ritmo imparisílabo acentual, con el detalle de estar, muchos de ellos, conformado por versos mixtos de distintas medidas, con hemistiquios claramente definidos, que posibilitan un cadencioso ritmo, una agradable lectura. Veamos:
1º) En Madrid, las tardes de calor, (3+7)
2º) se venden más los cuerpos que en invierno. (11)
En el primer verso, la pausa de la coma produce el desdoblamiento métrico en dos versos impares (3+7).
El 2º verso es un endecasílabo heroico con acentos en (2ª-6ª-10ª).
3º) La calle es un erial de sueños agostados (7+7) (alejandrino puro)
4º) y breve negociar, y rutinario. (11) 0 (7+5)
El 3º es un alejandrino puro con pausa patente que separa los hemistiquios (7+7).
El 4º es un verso muy particular, ya que se puede leer de dos formas: a: como un endecasílabo heroico (2ª-6ª-10ª); b: aprovechando la pausa de la coma, como un dodecasílabo (7+5), absolutamente compatible con la familia imparisílaba.
5º) El umbral de las columnas alienta un devaneo (15)
6º) susurrado y moroso, exento de requiebro. (7+7)
El verso 5º es un pentadecasílabo (15). La idea de la cláusula exige la lectura de corrido, a pesar de la pequeña dificultad respiratoria que ello implica. Aquí, al acentuar en 7ª, se produce un quiebre rítmico, una acentuación contrarrítmica, ya que las primeras 11 sílabas forman un endecasílabo dactílico (italiano puro). El efecto en el corpus fonético es moderno, y hasta agradable en el verso libre imparísilabo.
El 6ª es otro alejandrino puro, con doble pausa: versal y gramatical.
7º) Los plátanos consienten centenarios (11) Endecasílabo heroico (2ª-6ª-10ª)
8º) el fácil deambular, el mundo raro... (11) o (7+5) Idem con el verso 4º.
9º) Enrarecidos frescores de portales: (5+7)
10º) las palmas de las manos os desean -¿por qué suda el dinero? (11+7)
En el 9º verso se presenta un dodecasílabo que, si lo entonamos tal como se ha presentado (5+7), con una brevísima pausa apoyado por el sonido alargado de la “s”, se produce el desdoblamiento métrico, en dos versos impares. Desde luego que la utilización de este tipo de dodecasílabos, ya se encuentra aceptado y utilizado en el ritmo imparisílabo por muchos autores.
El verso 10º es, claramente la suma de dos versos (endecasílabo heroico y heptasílabo). En este punto quisiera destacar el hecho de que la mayoría de los endecasílabos clásicos utilizados por nuestro poeta son heroicos, lo cual crea un emparejamiento métrico, que amplifica la eufonía.
11º) Hálitos de brisa saturada (3+7)
12º) acarician cortinas de lino en las estancias, (7+7) (alejandrino puro)
13º) lo tórrido desnudo entre luz hilo que pugna las persianas. (11+7)
En el verso 11º se produce el mismo detalle métrico del 1º. Sólo que aquí no disponemos de la coma para pausa, pero sí tenemos esa pausa sutil creada por el eco del “s”.
En el verso 13º, nuevamente, encontramos un conjunto de dos versos imparisílabos: un endecasílabo heroico más un heptasílabo. Aquí la sorpresa fónica deviene del acento extrarrítmico : “luz-hilo”, que llama agradablemente la atención.
14º) Resuellan voces ocres, pasos sordos, exhalan ascensores, (11+7)
15º) patios tragaluces digieren horas torpes. (13)
En el 14º, encontramos un desdoblamiento fácil en dos versos: un endecasílabo heroico (adviértase la nueva repetición del tipo de endecasílabo), más un heptasílabo. Esta forma métrica mixta se ha repetido tres veces (otro caso de emparejamiento; esta vez, métrico, que también interfiere en la eufonía)
16º) La muerte del extático calambre (11) Endecasílabo heroico.
17º) desata el verbo fácil -¿por qué la vida urge? (7+7) Alejandrino puro.
18º) Pasar del desamor al desamor: gestión de nada. (11+5)
En este verso de remate, se vuelve a repetir el desdoblamiento métrico, apoyado por la pausa que produce los dos puntos. El primer metro es un endecasílabo heroico; el segundo, un pentasílabo. Haciendo un conteo rápido, notamos que son 9 los endecasílabos heroicos utilizados en este poema de 18 versos. Es algo muy interesante de destacar, ¿no? Creo que forma parte de la intencionalidad de trabajar con emparejamientos, ya que, en este poema, tenemos todo tipo de ellos: métricos, sintácticos, semánticos, etc.
Para terminar, mi opinión sobre las rimas, que se encuentran distribuidas casi imprevistamente, no le he encontrado una razón para que así sea. En algunos pasajes, las rimas asonantes son profusas, y crean como una saturación musical que, quizás forme parte de ese mundo sórdido descrito. El caso es que no molesta, no se hace estridencia, ni caos, ni cacofonía.
Mis aplausos, apreciado, Pablo. En verdad has escrito un poema muy valioso, muy interesante.
Un abrazo.
Óscar
Esa idea de Gamoneda que ha comentado el autor: “pasar de la inexistencia a la inexistencia”, como de un salto sobre la vida, aquí se convierte en un salto sobre el amor: seres que viven en un vacío perpetuo de este sentimiento. Podríamos, entonces, decir, que este poema, existencial por cierto, se encuadra perfectamente dentro de lo que se llama la poesía intertextual, absolutamente válida, y muy desarrollada por Blas de Otero.
En cuanto a la estructura formal, me he permitido diseccionar el poema, para estudiar verso por verso la génesis rítmica. Y he encontrado que este poema tiene un claro basamento de ritmo imparisílabo acentual, con el detalle de estar, muchos de ellos, conformado por versos mixtos de distintas medidas, con hemistiquios claramente definidos, que posibilitan un cadencioso ritmo, una agradable lectura. Veamos:
1º) En Madrid, las tardes de calor, (3+7)
2º) se venden más los cuerpos que en invierno. (11)
En el primer verso, la pausa de la coma produce el desdoblamiento métrico en dos versos impares (3+7).
El 2º verso es un endecasílabo heroico con acentos en (2ª-6ª-10ª).
3º) La calle es un erial de sueños agostados (7+7) (alejandrino puro)
4º) y breve negociar, y rutinario. (11) 0 (7+5)
El 3º es un alejandrino puro con pausa patente que separa los hemistiquios (7+7).
El 4º es un verso muy particular, ya que se puede leer de dos formas: a: como un endecasílabo heroico (2ª-6ª-10ª); b: aprovechando la pausa de la coma, como un dodecasílabo (7+5), absolutamente compatible con la familia imparisílaba.
5º) El umbral de las columnas alienta un devaneo (15)
6º) susurrado y moroso, exento de requiebro. (7+7)
El verso 5º es un pentadecasílabo (15). La idea de la cláusula exige la lectura de corrido, a pesar de la pequeña dificultad respiratoria que ello implica. Aquí, al acentuar en 7ª, se produce un quiebre rítmico, una acentuación contrarrítmica, ya que las primeras 11 sílabas forman un endecasílabo dactílico (italiano puro). El efecto en el corpus fonético es moderno, y hasta agradable en el verso libre imparísilabo.
El 6ª es otro alejandrino puro, con doble pausa: versal y gramatical.
7º) Los plátanos consienten centenarios (11) Endecasílabo heroico (2ª-6ª-10ª)
8º) el fácil deambular, el mundo raro... (11) o (7+5) Idem con el verso 4º.
9º) Enrarecidos frescores de portales: (5+7)
10º) las palmas de las manos os desean -¿por qué suda el dinero? (11+7)
En el 9º verso se presenta un dodecasílabo que, si lo entonamos tal como se ha presentado (5+7), con una brevísima pausa apoyado por el sonido alargado de la “s”, se produce el desdoblamiento métrico, en dos versos impares. Desde luego que la utilización de este tipo de dodecasílabos, ya se encuentra aceptado y utilizado en el ritmo imparisílabo por muchos autores.
El verso 10º es, claramente la suma de dos versos (endecasílabo heroico y heptasílabo). En este punto quisiera destacar el hecho de que la mayoría de los endecasílabos clásicos utilizados por nuestro poeta son heroicos, lo cual crea un emparejamiento métrico, que amplifica la eufonía.
11º) Hálitos de brisa saturada (3+7)
12º) acarician cortinas de lino en las estancias, (7+7) (alejandrino puro)
13º) lo tórrido desnudo entre luz hilo que pugna las persianas. (11+7)
En el verso 11º se produce el mismo detalle métrico del 1º. Sólo que aquí no disponemos de la coma para pausa, pero sí tenemos esa pausa sutil creada por el eco del “s”.
En el verso 13º, nuevamente, encontramos un conjunto de dos versos imparisílabos: un endecasílabo heroico más un heptasílabo. Aquí la sorpresa fónica deviene del acento extrarrítmico : “luz-hilo”, que llama agradablemente la atención.
14º) Resuellan voces ocres, pasos sordos, exhalan ascensores, (11+7)
15º) patios tragaluces digieren horas torpes. (13)
En el 14º, encontramos un desdoblamiento fácil en dos versos: un endecasílabo heroico (adviértase la nueva repetición del tipo de endecasílabo), más un heptasílabo. Esta forma métrica mixta se ha repetido tres veces (otro caso de emparejamiento; esta vez, métrico, que también interfiere en la eufonía)
16º) La muerte del extático calambre (11) Endecasílabo heroico.
17º) desata el verbo fácil -¿por qué la vida urge? (7+7) Alejandrino puro.
18º) Pasar del desamor al desamor: gestión de nada. (11+5)
En este verso de remate, se vuelve a repetir el desdoblamiento métrico, apoyado por la pausa que produce los dos puntos. El primer metro es un endecasílabo heroico; el segundo, un pentasílabo. Haciendo un conteo rápido, notamos que son 9 los endecasílabos heroicos utilizados en este poema de 18 versos. Es algo muy interesante de destacar, ¿no? Creo que forma parte de la intencionalidad de trabajar con emparejamientos, ya que, en este poema, tenemos todo tipo de ellos: métricos, sintácticos, semánticos, etc.
Para terminar, mi opinión sobre las rimas, que se encuentran distribuidas casi imprevistamente, no le he encontrado una razón para que así sea. En algunos pasajes, las rimas asonantes son profusas, y crean como una saturación musical que, quizás forme parte de ese mundo sórdido descrito. El caso es que no molesta, no se hace estridencia, ni caos, ni cacofonía.
Mis aplausos, apreciado, Pablo. En verdad has escrito un poema muy valioso, muy interesante.
Un abrazo.
Óscar