Editorial Alaire

Rafael Valdemar escribió:Los ciclos del tiempo fluyen
igual que un manantial de dudas.
El corazón huérfano de latidos no responde,
transido de soledad reposa a la intemperie.
El cuerpo como raíz despreciada se hunde
en un cráter donde fermenta la melancolía.
¿Y las manos?...Sobre ellas inasible
se hace tacto el universo de una piel,
entonces desfallezco y la Génesis del mar
es un potro de sal desbocado en mis heridas.
(Como una luz invisible el rostro se apaga
y en el útero de las sombras
lóbrego un presagio de vida germina)
Todo juega a esconderse;
desaparece el epicentro del deseo
y levitan dioses libertinos por la sangre.
La noche ha robado mi voz
y el sudario del silencio envuelve la palabra.
Con voracidad la carne muerde,
y los labios, sobre el eco del dolor
sellan mi nombre y llega el amanecer
como una melodía que el rocío ha violado,
en mi boca estalla su lamento.
De golpe me bebo toda la sed
que sufre la mañana, siento que una ebriedad
mis entrañas enciende, y huyo,
sin más destino que el futuro desplomándose
como el vuelo del albatros tierra adentro.

Excelente poema, Rafael! Felicidades! ERA