Jugando ( L XXV )

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Ferreiro, por la ,siempre generosa, lectura que haces de mis versos. La próxima vez que nos veamos podemos intentar jugar a eso. Yo también siento que no coincidamos el fin de semana, pero igual lo pasarás bien con los viejos y buenos amigos.
Le doy tu abrazo a Rafa y me quedo los bicos.
Otros tantos para ti, Elena y Eugenio.
Pepa

[M. Sánchez]

Talento y elegancia en esta composición que hace fácil lo difícil. Claridad de ideas y belleza. Me ha parecido una preciosidad.
Un fuerte abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Manuel, por pararte a jugar un rato y contármelo. Un placer tu visita.
Un abrazo.
Pepa

[Rafel Calle]

Josefa A. Sánchez, nuestra Pepa, en su salsa con un poema para recordar.

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Rafael, por darle un empujon a esta antigualla y darme así la oportunidad de editarlo, ya que habia perdido el formato en algún momento.
Un abrazo.
Pepa

[E. R. Aristy]

Jugando

Juguemos por un rato ¿te parece?
A ser piedras a orillas del camino.
O nudos del bordón de un peregrino.
O estrellas en un cielo que oscurece.

Juguemos a crecer con lo que crece.
A volvernos gozosos, como el vino.
A no desperdiciar el desatino
de decir la verdad cuando apetece.

Juguemos a ser plumas en el viento.
A ser una inflexión en el acento
de alguna voz que canta o que conversa.

A ser dos luces en un pensamiento.
Juguemos ser, por un solo momento,
tú el agua y yo la boca... o viceversa...

Pepa

Quien juega, vive. Un poema delicioso y bello. Me alegra saber que estas bien Pepa.

[Simon Abadia]

Magnifico someto con un cierre pensado y de calidad.

"A ser dos luces en un pensamiento.
Juguemos ser, por un solo momento,
tú el agua y yo la boca... o viceversa"

Abrazos y felicidades
Simon

[Pilar Morte]

Ay Pepa, cuánto hecho en falta tus poemas. Tienes una firma de poetizar que engancha. Bueno, ha sido un magnífico regalo el rescate del soneto.
Abrazo grande

[Pilar Morte]

Ay Pepa, cuánto hecho en falta tus poemas. Tienes una firma de poetizar que engancha. Bueno, ha sido un magnífico regalo el rescate del soneto.
Abrazo grande