Editorial Alaire

Julio González Alonso escribió:

Hallie Hernández Alfaro escribió:Amor,
no hundas tu cáliz envejecido en las rendijas del espanto
no resbales por la umbilical seta del abandono
no tropieces el verde ramaje suicida
ni quemes tus pasos ebrios en las calles del sol.

Amor,
ven a mi portal iluminado
ofrende mi cuerpo con tus mejores uvas
desiste del gatillo que hace rabiar a la muerte
y no me faltes en las cábalas del mañana.




Hallie

Qué hermoso juego de contrarios, de negaciones y afirmaciones para un poema de amor escrito desde lo hondo del deseo, la vocación de ternura sin fin. Me ha encantado. Con un abrazo.
Salud.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Amor,
no hundas tu cáliz envejecido en las rendijas del espanto
no resbales por la umbilical seta del abandono
no tropieces el verde ramaje suicida
ni quemes tus pasos ebrios en las calles del sol.

Amor,
ven a mi portal iluminado
ofrende mi cuerpo con tus mejores uvas
desiste del gatillo que hace rabiar a la muerte
y no me faltes en las cábalas del mañana.




Hallie

Patricio Robledo escribió:Muy l.indo este poema, lo disfruté. Saludos cordiales, Hallie.

xaime oroza carballo escribió:

Hallie Hernández Alfaro escribió:Amor,
no hundas tu cáliz envejecido en las rendijas del espanto
no resbales por la umbilical seta del abandono
no tropieces el verde ramaje suicida
ni quemes tus pasos ebrios en las calles del sol.

Amor,
ven a mi portal iluminado
ofrende mi cuerpo con tus mejores uvas
desiste del gatillo que hace rabiar a la muerte
y no me faltes en las cábalas del mañana.





Hallie

Las calles del sol son muchas veces muy estrechas y alguién ha robado las esquinas...
es la eterna canción del laberinto. Tus versos me llevan muy en la onda. Gracias. Un abrazo
Xaime

Nésthor Olalla escribió:¿Y sobrevivió a eso él? Porque a mí me has sobreestimulado el músculo cordial, querida.


Siempre es una invitación al gozo lo tuyo, hermanita.