En un límpido embate de vodka destilado

[F. Enrique]

Gracias, José Manuel, quizás quise reflejar la soledad en una ciudad cualquiera que no quiere acogernos y devora a los artistas que no quieren plegarse. En este momento lo hubiera afrontado de otra forma, hubiera llorado simplemente por aquella niña triste y descontrolada con un talento enorme.

Un abrazo, se echan de menos esas buenas sensaciones que transmites.

[F. Enrique]

Desde luego, Macedonio, que acercarnos a la figura de Amy Winehouse resulta complicado, la conocía como personaje público hasta que, por casualidad, escuché una de sus mejores canciones y empecé a valorarla al margen de ese revuelo de escándalos que creaba y que alimentaba a la prensa sensacionalista y, a veces, malintencionada . Es posible que lleves razón en lo que dices, quizás llevaba la marca de artistas de otros tiempos que tuvieron comportamientos parecidos sin haber conocido el éxito y el acoso mediático y que no acabaron mejor que ella. Me resulta muy difícil siquiera imaginar como era realmente, como conversaba o como podía valorar algo como la amistad o el amor, pero casi todo parece indicarnos que no la ayudaron mucho, precisamente, en su desconcierto vital.

Muchas gracias, Macedonio. Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Fabuloso por el tema y el lenguaje, Enrique.

Sentimientos y belleza al servicio de la Poesía con Mayúsculas.

Felicitaciones
Un beso
Ana

[Carlos Justino Caballero]

F. Enrique,

Nostalgioso y bello recuerdo al amor ausente. Placentera lectura la que aplaudo, poeta!

[E. R. Aristy]

Me gustan las imagenes, el tono, el andar sin preambulos ficticios. Tu poema evoca al hombre comun en su habitat; cualquier cuarto en el planeta. Los amantes, su intima escena de aburrimiento o desencanto bajo el backdrop de un gran amor que fue y que se consumio. El alcohol ayuda a este ambiance de realidad sublime. Abrazos, ERA

[Sandra Gª Garrido]

Querido F.Enrique,

Me encanta la poesía, es de la que llega muy honda, me gusta esa forma de dialogo, tus metáforas, tu "aparente" sencillez, tu ritmo bien marcado. Como se lleva al extremo el amor para hacer notable el sentimiento. Se siente ese regusto que deja en el corazón.

Un fuerte abrazo

[F. Enrique]

Antonio, cualquier oportunidad de comunicarme contigo la considero un privilegio, así como el hecho de que me llames amigo. Sé que tienes mucho que decirnos y que así lo harás cuando lo creas oportuno, o que lo estarás haciendo donde, quizás, no sepamos, las pocas muestras que nos estás ofreciendo nos muestran la medida de tu calidad humana y de poeta.

Este poema, un poquillo obsesionado como estoy con el proceso creativo, me muestra, quizás, cual es mi único camino en esto de escribir versos, si es que lo tengo. Después de tantas vueltas resulta que lo mío es intuitivo, así te lo diría por la manera en que surgió el verso que destacas. No es una casualidad que me quedara prendado con "Poeta en Nueva York" y "Residencia en la tierra", aun sabiendo que ellos, ni más ni menos que Federico y Pablo, sopesaban cada verso y que, por esas paradojas que percibimos en los grandes, en cada absurdo o cada palabra que parecían dictados por la inmediatez o el azar, encontraban su sentido, su lugar exacto en el poema. Ellos además, cuando lo creían necesario, eran laboriosos, y he aquí que, a una edad donde uno se permite cada vez menos engañarse a sí mismo, me doy cuenta de que no lo he sido y que lo más probable es que no lo sea nunca, y en esto, salvando las distancias, y no te lo digo por obligada humildad, parece que estoy en la calle de la desafortunada Amy Winehouse, como he dicho en algunos versos; "intentar hacer rumbo en la zozobra", "dejar que la desesperación o el desconcierto hablen por mí" he aprendido a hablar sin saber lo que digo.

Comprendo, Antonio, que, quizás, me haya excedido en esta respuesta. Pero bueno, ya sabes, hay momentos, y si hemos de equivocarnos que sea guiados por los buenos sentimientos, esos que tú siempre me has transmitido.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Ana, por estos halagos que haces a mi poema y que, quizás, algún día aprenda a acogerlos con la serenidad y esa pizca de humildad a la que no acabo de tomarle la medida. Estoy encantado con lo que me dices.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Carlos, verdaderamente tu verso merece más atención por mi parte, pero estoy bloqueado y me siento fatal por mi fracaso como músico, pero eso no es importante, tu simpatía merece mucho más.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Era, la atmósfera es importante a la hora de abordar ciertas historias, se trata de acompañar, sobre todo cuando hablamos de personas conocidas, de facetas que ayuden a identificarlas, o reivindicar otras que la leyenda ignora. Difícil, lo he intentado con Marylin y sigue siendo una rubia despampanante poco menos que estúpida. Detrás de ciertos comportamientos solo podemos encontrar una vida difícil y mucho sufrimiento. Hasta hace poco intuía que las personas inteligentes tendían hacia la felicidad, aunque en muchas es cierto, en otras, este es un caso más, produce inadaptación, descontento y desapego a la vida.

Un abrazo.

[F. Enrique]

No sé, Sandra, si volveré a tener la oportunidad de hablar de este poema en este foro, pero tengo por cierto que ha sido una de las experiencias más interesantes que he tenido, por la de pensamientos y sentimientos que se me han exigido, por la forma tan apasionada en las que me he tenido que intentar sumergir en el temperamento de una artista, como todos, irrepetible. Si fuera así lo que empecé a decirte consideraría el tuyo un epílogo muy bello, te lo agradezco, Sandra, sinceramente.

Un abrazo.