Graciñas, querida amiga, por tan “extraordinario” comentario.E. R. Aristy escribió:Un poema extraordinario para concebir las fuerzas extraordinarias para la trasformación que requiere vivir. Un placer leerte, Ferreiro. Abrazos, ERA
Un bico.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Graciñas, querida amiga, por tan “extraordinario” comentario.E. R. Aristy escribió:Un poema extraordinario para concebir las fuerzas extraordinarias para la trasformación que requiere vivir. Un placer leerte, Ferreiro. Abrazos, ERA
J. J. M. Ferreiro escribió:Ahora que el peligro amenaza
al fondo de los días
quiero crecer de nuevo en el aceite
que se quema en todas las cosas.
Como una piedra en un mar que desciende,
quiero hundirme hasta el fin,
con toda la sangre dispersa;
desvanecerme
en un extravío remoto que aún no sea recuerdo.
Atracar lejos,
donde los muelles son como caballos
que atraviesan trotando los océanos,
donde los barcos son
indecibles, sin nombres
para los hombres.
Pronunciar larga y dura la pena
mientras reto la cólera
mordida por el rayo.
Inventar figuras que piensen estar viviendo,
colmillos delicados que muerdan suavemente
la carne de la sombra,
crepitando despacio sus húmedas pasiones.
Concebir cuerpos
sin definir apenas, que bramen
como exaltados dinosaurios
de peso silencioso
por su prehistórica ruina.
J. J. M. Ferreiro escribió:Ahora que el peligro amenaza
al fondo de los días
quiero crecer de nuevo en el aceite
que se quema en todas las cosas.
Como una piedra en un mar que desciende,
quiero hundirme hasta el fin,
con toda la sangre dispersa;
desvanecerme
en un extravío remoto que aún no sea recuerdo.
Atracar lejos,
donde los muelles son como caballos
que atraviesan trotando los océanos,
donde los barcos son
indecibles, sin nombres
para los hombres.
Pronunciar larga y dura la pena
mientras reto la cólera
mordida por el rayo.
Inventar figuras que piensen estar viviendo,
colmillos delicados que muerdan suavemente
la carne de la sombra,
crepitando despacio sus húmedas pasiones.
Concebir cuerpos
sin definir apenas, que bramen
como exaltados dinosaurios
de peso silencioso
por su prehistórica ruina.
Gracias, Juan Cruz, por tan profundo e interesante comentario.Juan Cruz Bordoy escribió:Un significativamente grande poema Juan Jose. El impacto de un presente decandente contra nuestro orbe nos conduce en el pensamiento, a un futuro en que la sombra matice la luz del cielo. Con cada vez menos aire, volar es más difícil. La gravedad de la pena nos va atrayendo al suelo. Se derrite así el recuerdo de un tiempo que usamos como modelo para juzgar lo que nos rodea. Pero tal vez lo que llamamos final, es la continuidad de un modo diferente.
Saludos,
Juan cruz.
Graciñas, Pablo, por tan interesante y profundo comentario. Después de tus razonamientos voy a cambiar el título.Pablo Ibáñez escribió:Ferreiro,
me gusta mucho el poema, como siempre amigo. Me gusta la manera cómo planteas la amenaza y me gusta aun más cómo planteas la huida: la piedra que desciende, desvanecerme en un extravío remoto, atracar lejos.... Tal vez diría que el título podría ser más completo, por cuanto se refiere solo al principio del poema, la amenaza en sí, y no se refiere a la parte mollar, la evasión de la amenaza, en la que despliegas con todo su poder ese lirismo tuyo, rocoso y alucinado, tan característico.
A mí me gusta.
Un abrazo.