Editorial Alaire

Estela Aguilar escribió:

Pilar Morte escribió:Fue su paso veloz adelantando al tiempo
después de un despertar apresurado.
Soñaba al cerrar los ojos,
ahora al entornarlos duerme.

Le han llegado las horas de jugar con cartas señaladas,
cuando asombrarse forma parte del pasado,
y hay más rutina que extrañeza.

(Ese estar lento-rápido cuando al final del día
cierras la puerta y ha sido pausado el paso
y veloz el acoso de los años)

Se regocija en el alba,
en las horas traviesas que recrean la risa,
en deseos que encaran el futuro sólo con alma,
en el sosiego con que dobla el tiempo de la espera.
en el milagro de cada mirada
y en el regalo de un dulce abrazo.
La libertad ansiada es el juego de la memoria
y caben en su mano los pocos despertares.

Se regocija en nuevos nacimientos
que despiertan la última ternura,
la niñez, espejo de su andar.
Y calla, con el llanto hacia adentro,
para que no adivinen que sabe
que va a ser corto el tiempo de los besos.

Conmovedor, delicado y exquisito. Me ha gustado mucho. Enhorabuena.

Just Gafar escribió:A mi resulta un poema lleno de una tierna y humana resignación Pilar. Hermoso y entrañable.

Que gusto poder leerte en este casi medio día.

Abrazos

Nésthor Olalla escribió:Si pretendías llegar a los adentros del leyente con tus versos, a mí no solo me has llegado; me has traspasado.

Una belleza que conmueve, hermana.


Abrazos

Liz Barrio escribió:Uff, que poemazo. Gracias por escribirlo, poeta.
Mi cariño y admiración