Editorial Alaire

Estimado Arturo:
¡Qué hermosos comentarios!
Me congratulo de tantas demostraciones de apoyo, consideración y reflexión hacia los hijos.
¡Felicidades!
Alejandro

Un gusto leer tan bello cántico a los hijos. Mi felicitación.

Estimado Alejandro:
Un gusto enorme tu saludo.
Te has significado en el amigo que apoya y critica, explora y promueve.
Un saludo:
Arturo

Estimado Álvaro:
Aunque desconozco tu circunstancia de padre o de hijo, es innegable que te mueven principios sólidos de reflexión y amor por los lazos de sangre.
En comentarios anteriores expresaba que, en efecto, el amor a nuestros hijos es indisoluble, irrestricto, inalienable, sólido y férreo a toda prueba.
Más allá de ser la continuación de nosotros en ése fluir eterno, representa la propia estructura mental y moral con la que enfrentamos el mundo y sus avatares.
Agradezco tus líneas. te ofrezco mi respeto.
Arturo

No tengo el gusto de ser padre, pero sí el privilegio de ser un hijo amado.
Me identifiqué con cada verso de tan sentido poema.
Un saludo:
Salvador

Salvador Madrid Luna,
Es muy cierto. No todos somos padres pero todos sí somos hijos.
Agradezco tu visita:
Arturo

Estimado Arturo:
Más allá de ser padre o hijo, la esencia de tan portentosa relación lo dice todo.
Ejemplo, tenacidad, ayuda mutua.
Motivo poderoso para elevar nuestros altos sentimientos.
Un deleite:
Sandra Espinosa R.
Foro Literalia México

Muy admirable Sandra:
Un privilegio tus gentiles palabras.
Un abrazo profundo:
Arturo

Hermoso poema, amigo Arturo, trufado del infatigable aprecio que sentimos hacia los vástagos. Como no podía ser de otra manera, la obra resulta familiarmente emocionante, dentro de una narración pulcra no exenta de un feliz aditamento metafórico.

Ha sido un placer leerte. Enhorabuena, Arturo, no solo por esta hermosa aproximación al inmenso cariño paterno filial, sino por tu gran dedicación a la poesía por medio de unos comentarios tan elogiosos y puntuales como bien trabajados; tus aportes son indudablemente reseñables.
Un cordial abrazo.

Muy querido e ilustre amigo, Rafel Calle:
¿Te han dicho alguna vez cuán importante es tu trabajo?
¿Te has detenido a imaginar que eres algo más que un miembro más, un moderador, un crítico severo e inteligente?
Por lo menos para mí, significas una autorizada voz, tan necesaria, que hasta tu silencio adquiere significancia para mis escritos.
Eso no representa que debas escribirle a todos los queridos miembros de este foro, ni que tengas la obligación de verter juicios literarios rigurosos y casi escolásticos.
Eres como quien nos ofrece una palmada de ánimo, que nos orientas, que nos animas, que nos respaldas.
Agradezco enormemente tu tiempo y palabras.
Acerca de mi hijo, considero que para los que nos jactamos de sentirnos buenos padres, me he quedado corto, muy corto en este poema.
Un abrazo sincero y lleno de agradecimiento:
Arturo

hermosos canto de amor un gusto pasar por tus versos

Estimadísimo Javier:
Con inmensa alegría y beneplácito recibo tu mensaje.
Hacía rato que no intercambiábamos ideas.
Ha sido un gusto saludarte.
¡Gracias!
Arturo