Editorial Alaire

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Guillermo Cuesta escribió:Llegué de trovador a Silos. Luego
de trovar y beber de su natura
viví la soledad, y esa dulzura
monacal que allí adereza el ego.

Aunque cierres los ojos no eres ciego,
ves en cada imagen la estatura
del cielo. Vas midiendo hasta qué altura
asciende la indulgencia de tu ruego.

Te fundes en ti mismo y en las preces
va poniendo deseo y sumisión
la mágica quietud y complacencia.

Te ausentas de ti mismo tantas veces
que abarcando el perfil de la emoción
refleja el corazón su transparencia.

Testimonio de la buena poesía Alaire.

Salud y un abrazo, amigo Guillermo.

Josefa A. Sánchez escribió:Pues gracias a las "subidoras" por traer de regreso este soneto que no había leído y que me parece digno del sitio al que está dedicado. Un placer leerlo.
Un abrazo.
Pepa