Editorial Alaire

Aubriel Camila de la Prad escribió:
el otoño se enreda en las pestañas
y una soledad agónica
comienza a desvestirse en las pupilas

miramos tan lejos ...

hacia la hora exacta
en aquel reloj insomne
que custodiaba nuestro tiempo
el momento en que Neruda
dejó caer sus últimos versos
de capitán cansado
en el pozo mudo de la noche

aquella desnudez extrema

mi nombre el tuyo
nuestras sombras
rondando el paraíso
que nunca pudo contenernos

perdón es un murmullo imperceptible
desde la concepción de las ausencias
un silente alarido entre dos pieles

más tarde tal vez
habrá olvidos y perdones
(¿los habrá?)

hoy
la única certidumbre es este otoño
que no podemos sacarnos de los ojos

Maravilloso poema, Aubriel, todo el poema, pero estos versos finales me han encanado.
Un placer.
Abrazos.

Excelente entrega, amiga Aubriel, este poema de la nostalgia se afirma en el tinta de otros versos, en el carne de otros tiempos; crucial la imagen del otoño para dar cuerpo sensible al poema.

Biquiños.

Armando del Río escribió:Hermoso poema, un gusto leer esta delicia de versos. Mi felicitación.

Gracias por tu generosidad para con mis letras, Armando. Un gusto enorme que hayas pasado.

Tristana del Solar escribió:Me ha gustado leer este poema, es de una sencillez delicada y hermosa. Mi enhorabuena, Aubriel, con un saludo.

Gracias, Tristana! A mí me gustó que pasaras y me dejaras tus palabras tan lindas.

Abrazo.

Mario Martínez escribió:Hola Aubriel.
Un poema intimista muy bello con un profundo deje de nostalgia del que quiero destacar estos versos.

perdón es un murmullo imperceptible
desde la concepción de las ausencias
un silente alarido entre dos pieles

Un placer leerte, amiga mía. Abrazos.
Mario.

Un verdadero placer es leerte a vos, Mario, sos tremendo poeta.
Gracias por detenerte siempre en mi rinconcito de poesía y dejarme tus palabras que me alientan a seguir.

Besos.

Ésta es la primera vez que me dirijo a ti para ofrecerte una opinión.
El corte del poema, lleno de solemnidad en un principio y rematando con cierta ironía.
Exquisito manejo del lenguaje y frases llenas de profundidad y belleza estética.
Puedo agregar sobriedad y elegancia, pero sobre todo, intensidad manifiesta en sus líneas.
Es un auténtico deleite repasar el poema. Transmites grandes emociones, pero tamizadas por la razón y la madurez emocional, parecen quedar atrapadas en gritos apagados a fuerza de una dignidad a toda prueba.
Ésa es mi percepción. Si fuere correcta, me sentiré halagado. Si no es así, mira nada más cuanta reflexión has despertado en mi interior.
Respetuosamente:
Arturo Juárez Muñoz

Rafel Calle escribió:Hermoso poema, amiga Aubriel, donde rescatas el tema del otoño para adentrarnos en una cuestión que sufre soledad, mientras se debate entre pedir perdón por olvidar, o ser presa de una melancolía frondosamente gris (otoño) y presumiblemente deshabitada.
Con tu peculiar estilo, al margen de esa falta de signos de puntuación que a veces embrolla la sintaxis, consigues una bella y envolvente narrativa dentro de una estética que cumple las expectativas melódicas del verso.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un cordial abrazo.

Muchísimas gracias, amigo Rafel! Es un honor recibirte en mi rinconcito de poesía y tremendo placer leer tu interpretación. Me gusta particularmente el otoño, desde siempre, desde que era pequeña y saltaba sobre las hojas secas, me gustan los colores del otoño, me gusta también que te hayas detenido en mis letras para dejarme tus palabras tan lindas.

Abrazo!

Joan Port escribió:

Aubriel Camila de la Prad escribió:el otoño se enreda en las pestañas
y una soledad agónica
comienza a desvestirse en las pupilas

miramos tan lejos ...

hacia la hora exacta
en aquel reloj insomne
que custodiaba nuestro tiempo
el momento en que Neruda
dejó caer sus últimos versos
de capitán cansado
en el pozo mudo de la noche

aquella desnudez extrema

mi nombre el tuyo
nuestras sombras
rondando el paraíso
que nunca pudo contenernos

perdón es un murmullo imperceptible
desde la concepción de las ausencias
un silente alarido entre dos pieles

más tarde tal vez
habrá olvidos y perdones
(¿los habrá?)

hoy
la única certidumbre es este otoño
que no podemos sacarnos de los ojos

Tiempos de sangrar, de derramar la herida solos en soledad.

Bonitos y bellos versos de tu mano , querida amiga.

Qué bueno que estés acá, Joan! Extraño tus poemas, tu estilo tan particular, tan profundo.
Gracias por pasar, desde el corazón!

Beso enorme.

Victoria Montes escribió:Una preciosidad de versos, un gusto, Aubriel. Saludos.

Muchas gracias, Victoria, por detenerte en mis letras y dejarme tus palabras lindas.

Besos.

Intimas reflexiones para comprobar que la hora exacta a veces
está equivocada sobre todo cuando el ocaso de los atarceceres
empuja las campanas.

Un abrazo

Guillermo