Editorial Alaire

Mario, muy hermoso este sonetillo, perfecto en su estructura, sencillez, profundidad y rimas.

Me gusta mucho el concepto tan puro y tan reflexivo.

Enhorabuena
Un abrazo grande
Ana

Gracias Josefa, la mirada de un niño es lo más bello que existe y lo más puro. Abrazos.
Mario.

Hola Concha

¿Por qué los niños son siempre el espejo donde nos gustaría mirarnos?

¿Quizá porque nos gustaría seguir siendo niños, amiga mía?

Me alegra que te gustase. Un abrazo.
Mario.

Dulce y tierno a la vez, este sonetillo que me acerca una vez más a tu poesía.
Un abrazo
Rossana

Gracias Tristany.

Me alegra saber que te gustó el sonetillo, amigo mío. Un fuerte abrazo.
Mario.

Hola Juanjo.

Soneto en octos que nos deja un deseo (precioso por imposible, yo creo). Conservar la pureza de la infancia como valor de fortaleza en la adversidad (Aunque, precisamente, es la adversidad quien va royendo esa pureza en la vida ¿no?).

Tienes razón, amigo mío, este sonetillo no deja de ser una utopía tal y como va el mundo.
Pero ¿que quieres? También de utopías vive el hombre.
Me alegra que te gustara. Un abrazo.
Mario.

Gracias, Ricardo, amigo mío. Me alegra saber que te gustó. Un abrazo.
Mario.

Gracias Lila, me alegra que te gustase, amiga mía. Un abrazo.
Mario.

Gracias Javier. Un abrazo.
Mario.

Quienes hemos tenido la suerte de trabajar con los niños, convivir y vivir sus ilusiones y sueños y miedos, sabemos lo que significa hacerse mayor, lo que ganamos y también perdemos. Tal vez, si somos sensibles y estamos atentos, podamos aprender en la madurez lo que se nos ha ido olvidando en la vida, el camino de la ilusión. Con un abrazo.
Salud.

Hola Juan

Yo estoy lo bastante en contacto con esas miradas para entender las emociones que son capaces de transmitir.

Supongo que estás en la enseñanza, amigo mío.
Me alegra que te gustase, gracias por el comentario. Un abrazo.
Mario.

Gracias Ana.
Me alegra saber tu opinión al sonetillo, amiga mía, siempre reconforta conocer que una cosa gusta. Abrazos.
Mario.

Gracias Rossanna, por ese tu reencuentro con mi poesía. Me alegra saberte en ella y que te siga gustando. Un abrazo, amiga mía.
Mario.

Gracias, Julio, amigo mío, por tu siempre cálido y amable comentario. Un fuerte abrazo.
Mario.