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Publicado: Sab, 15 May 2010 14:03
por Ana Muela Sopeña
Gracias, Fermín, por pasar y dejar tu huella.

Un beso grande, poeta
Ana

Publicado: Sab, 15 May 2010 14:04
por Ana Muela Sopeña
José Manuel, me alegra mucho que el poema te haya gustado.

Un beso fuerte
Ana

Publicado: Sab, 15 May 2010 16:36
por pablo_valladolid
Ana,

adivino que daimon es el anhelo, el incomprensible, lo irreal, lo imponderable que todos llevamos dentro y que pocas veces nos atrevemos a sacar.

Me gusto mucho tu poema y tu mujer daimon.

un abrazo.

re: Mujer-daimon

Publicado: Sab, 15 May 2010 17:53
por Ramón Ataz
Estaba convencido de haber comentado este poema...´porque me encantó cuando lo leí. MAravillosa semblanza de una mujer que se me antoja fundida con el universo y la naturaleza. Pura energía. Espléndido poema.

Un beso.

Publicado: Dom, 16 May 2010 10:32
por Ana Muela Sopeña
José Manuel, los poemas nunca se explican. Es lo que a ti te sugiera...

Un beso enorme
Ana

Publicado: Dom, 16 May 2010 10:33
por Ana Muela Sopeña
Mario, gracias por tus generosas palabras.

Un placer verte enredado a mis versos

Un beso
Ana

Publicado: Lun, 17 May 2010 1:43
por Josefa A. Sánchez
Una mujer-poesía la que planea en estos versos. Un gusto estar.
Un abrazo.
pepa

Publicado: Lun, 17 May 2010 2:35
por Ana Muela Sopeña
Pablo, me alegra que el poema te haya gustado.

Un abrazo grande
Ana

Re: Mujer-daimon

Publicado: Lun, 17 May 2010 10:52
por Lourdes Spin
Ana Muela Sopeña escribió:Agapazada en la niebla
aquella mujer-daimon
bebía de crepúsculos el verso,
para encontrar un mundo diferente.

Caminaba con ecos
por montañas azules de la luna
y miraba sin miedo las auroras.

Buscaba las palabras
entre las piedras ávidas de sol.

Encontraba metáforas de hielo
bajo bandadas de aves migratorias.

Aquella mujer-daimon
bailaba con estrellas por las noches
y soñaba universos más amables.

Le gustaba escribir casi sin luz,
para captar el alma de las cosas.

Danzaba con libélulas de viento
en los atardeceres de los árboles.

La energía galáctica invisible
la animaba en las horas de espejismos.

Soñaba sin reloj
con los bosques sagrados de las sílabas.



Ana Muela Sopeña

asî es como se crea, sino, para qué hacerlo.
Le gustaba escribir casi sin luz,
para captar el alma de las cosas.


Tu poema es verdad también para mî, poeta. Un abrazo, nos vemos en otro poema


Spin