Editorial Alaire

Iben gracias por pasarte por mis versos y dejar constancia de ello

saludos

raf

Antonio gracias por pasarte en su día por estos versos y dejar constancia de ello

saludos

rafael

Un poema de intensa pasión poética, donde se valora ese lenguaje directo para llegar al corazón del lector.

Una recomendación: ¿por qué no intentas, aunque sea por simple ejercicio técnico, un mayor equilibrio métrico, dejando los versos en cinco, siete y once sílabas? muchos, con un sinónimos u otros sencillos cambios, están a punto de ese equilibrio. Creo que el poema ganaría sensiblemente.

Un abrazo

Rafael Valdemar escribió:No me preguntes
si regresé invicto de esa lucha,
hallarás respuestas
mirándome a los ojos
y ver como lloran mis derrotas.

Ahora estoy aquí,
en la vigilia de esta muerte
que se acerca prematura
a comerse este pan
que amasan los inviernos,
y a beberse el vino
que se fermentó
en las bodegas de octubre.

Yo se que nunca iré a Lisboa,
que nunca te besaré
cuando susurren tristes
las guitarras algún fado.
Pero no importa.
Mientras tenga el corazón
de peregrino, caminaré sereno
por la soledad de estas palabras
para llegar a tus labios.

Todo el poema es bello. pero me quedo con estos versos, poeta.

"Yo se que nunca iré a Lisboa,
que nunca te besaré
cuando susurren tristes
las guitarras algún fado."

Un gran placer leerte. Abrazos.
ERA

Rafael Valdemar escribió:No me preguntes
si regresé invicto de esa lucha,
hallarás respuestas
mirándome a los ojos
y ver como lloran mis derrotas.

Ahora estoy aquí,
en la vigilia de esta muerte
que se acerca prematura
a comerse este pan
que amasan los inviernos,
y a beberse el vino
que se fermentó
en las bodegas de octubre.

Yo se que nunca iré a Lisboa,
que nunca te besaré
cuando susurren tristes
las guitarras algún fado.
Pero no importa.
Mientras tenga el corazón
de peregrino, caminaré sereno
por la soledad de estas palabras
para llegar a tus labios.

Precioso poema. Margarita.

Ferrero gracias por pasarte en su día por stos versos y dejar constancia de ello

saludos

rafael

Corazón de peregrino, sangre errante de poeta que por amor se expande
eso es lo que poenes en los versos que elegen músicas de fado.

Un abrazo

Guillermo