Editorial Alaire

Julio González Alonso escribió:

Ramón Carballal escribió:
Demasiados espejos y siempre
una luz convirtiéndolos en noche.
Voy a describir un pasillo largo:
a los lados tiemblan cuadros
como pasatiempos de un niño
manco. Aunque no se escuche
un balón pisa la calle,
aunque nadie lo vea
un teléfono conversa solo.
No he contado las puertas
que miran hacia dentro
ni he podido fijar el color
en su punto exacto de locura.

Sorprendentes versos que viven la realidad delirante de la locura, el vacío de lo habitado y las puertas abiertas a los dos lados del mismo sitio. Un accidente y la cama de hospital al final de un pasillo de hospital, los ruidos de hospital y conversaciones de hospital que se cuelan entre las pesadillas. Puede ser ese despertar. De hospita. U otro.
Salud.

Antonietta Valentina escribió:Buen poema, intimismo...puro...dejaste la estela del poeta en el lector, perfectamente....paseándome por ese pasillo, dejo mi admiración y constancia de haberlo transitado.

cariños

paula varela escribió:soberbio final para un poema fantástico!

julián borao escribió:Llega el poema como un fogonazo, como una llamarada en la que las anécdotas y la sensación del que las vive fluyen con un su propio ritmo, navegan en la sorpresa del instante. Y el poema termina como debe, sin poder fijar "el punto exacto de la locura". Excelente, Ramón.
Un fuerte abrazo.
Julián Borao

Alejandra Goerne escribió:Un cuadro subrrealista pero bello e intimista has pintado.Quisás en alguno de esos espejos me refleje. Saludos Ramiro,un abrazo grande.

emilio jose rosa rico escribió:LA LOCURA NO SE MIDE , NI SE PESA , NI SE HACE, TRISTEMENTE SE CUENTA POR LAS HORAS DE SUFRIMIENTO, BUEN POEMA AMIGO , UN GUSTO ESTAR EN TUS LETRAS

Ramón Carballal escribió:
Demasiados espejos y siempre
una luz convirtiéndolos en noche.
Voy a describir un pasillo largo:
a los lados tiemblan cuadros
como pasatiempos de un niño
manco. Aunque no se escuche
un balón pisa la calle,
aunque nadie lo vea
un teléfono conversa solo.
No he contado las puertas
que miran hacia dentro
ni he podido fijar el color
en su punto exacto de locura.

J. J. M. Ferreiro escribió:Vuelvo a este mágico poema porque siempre me lleva a un mundo especialmente deformable.

Un fuerte abrazo

Raúl Castillo escribió:

Ramón Carballal escribió:
Demasiados espejos y siempre
una luz convirtiéndolos en noche.
Voy a describir un pasillo largo:
a los lados tiemblan cuadros
como pasatiempos de un niño
manco. Aunque no se escuche
un balón pisa la calle,
aunque nadie lo vea
un teléfono conversa solo.
No he contado las puertas
que miran hacia dentro
ni he podido fijar el color
en su punto exacto de locura.

Recoges realidades y vivencias, plamadas
en el entorno y las trasladas al lienzo de
tus palabras con facilidad pasmosa.
Redondo, certera mirada desde el pasillo.
Un fuerte abrazo hermano y todos los puntos.