En el Talgo Madrid-Coruña

[Ramón Carballal]

Qué gusto da siempre, leerte.

Cada vez que me paseo por tus letras me hago, pequeñita, pequeñita.

Un besazo, Ramón

Me alegra verte también por aquí, Ana. Siempre es una alegria que te pases por mis letras. Un beso grande.

[Ramón Carballal]

Son trenes o son orugas o ferrocarriles en la uña de un dios joven.

A mi lado rosas de fiebre, en el brillo tu espartana quietud.

No me pueden los campos airados, el adobe y su fetiche,
la mies en su hoguera de relámpagos.

Llego a la ciudad,
me reciben abejas engrandecidas con rótulos de mil vocales,
las fábricas y su esplendor de llave macilenta,
los cuervos sobre los telégrafos del deseo.

Escucho el hogar de la ceremonia y sé que hay pálpitos
(por ejemplo la cabellera de una autopista,
el crisol de los semáforos,
los niños tras la tapia
y la música
y la noche).

La estación aflige el dolor del hierro,
el elefante incrusta su metal en la roída cruz de los botones verdes.

He varado, soy pantera, miasma o recelo.

Nos espera la isla, el siroco en los ojales y el adiós como un azul.

Sobrevivo.

Hace poco escuché que para hacer literatura, en esta caso poesía, no basta o no resulta del todo conveniente o atractivo para el lector, enfocar los asuntos a tratar desde una realidad común, a la que todos tenemos acceso y que, por lo tanto, no resulta original y si muy manida en la forma de tratarse. Mas bien, decia este profesor, habría que enfocar o adaptar esta realidad colectiva a nuestra peculiaridad, a nuestra forma subjetiva de interpretar el mundo. Verdaderamete, tú nos ofreces la posibilidad de ver el mundo desde tu punto de vista, desde esa otra realidad mágica y maravillosa de tu poesía. Un abrazo

Gracias, Emilio, por tu interesante comentario. Hay una fuerte subjetividad en mi poesía, eso no lo puedo negar. También sé del riesgo que eso supone a la hora de transmitir. Me gustaria navegar en ese terreno intermedio en el que uno habla de sus experiencias personales pero al mismo tiempo comunica con el lector. Quizá con el tiempo lo consiga. Un fuerte abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Releo con gran placer este poema en el que recoges tantas impresiones de un viaje que nos lleva a otros viajes de ida y vuelta. Enhorabuena.
Salud.

[Antonio Justel]

... yo utilizaba entonces el Expreso Madrid-Coruña y luego el Talgo hacia Bilbao, y debo confesar de bien, bien acogería con plena aceptación muchos de los puntos de vista recogidos en tu poema; vivir desde dentro las cosas da esa visión con que habla la conciencia; tú lo sabes mejor que nadie y así lo expresa este poema; un saludo, amigo, Orión.

[Ramón Carballal]

Muy hermoso poema, querrido amigo Ramón, rebosante de la imaginería poética que te caracteriza, que he disfrutado hasta el final del trauecto.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un fuerte abrazo.

Muchas gracias por la visita, Rafael. Me alegra que te guste el poema. Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

Mientras se mueve el campo,
me espera la ciudad.
Viajo entre matices de colores
mientras se tienden las mieses al viento
a la luz de la luna;
y en el destino
el neón se come el azul.
Mi viaje de ida y vuelta.

Un abrazo con mi admiración.

Marcos

Bonito mensaje-poema, Marcos. Me gustó. Un abrazo y gracias por pasar.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube para deleite de todos.

[Ramón Carballal]

Sube para deleite de todos.

Gracias, Hallie, por recuperar este antiguo poema. Un beso.

[C.P. Fernández]

He disfrutado este viaje lleno de extraordinarias imágenes, Ramón. Magnífico poema.

Un abrazo.

[Antonio Urdiales]

Amigo Ramón, como siempre, ha sido un placer acompañarte en este espléndido viaje en tren, pleno de imágenes.

Un abrazo.