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re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Dom, 20 Sep 2009 19:42
por Mario Martínez
Gracias Mar.
Ciertamente de Bécquer tomé la idea y ese principio de verso prestado.
Un abrazo.
Mario.
Publicado: Dom, 20 Sep 2009 20:05
por Julio Gonzalez Alonso
¡Soberbio, Mario! Me ha gustado, además, la reivindicación de un poeta como Gustavo Adolfo Bécquer, realzando con tus versos el valor de aquel.
Salud.
re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Lun, 21 Sep 2009 21:11
por Mario Martínez
Por eso admiro lo que haces, yo no lo podría hacer ni en mil años.
Hola Fermín
No te desestimes, amigo mío, a mí me gusta lo que escribes.
Gracias por dejarme esa tu opinión tan halagadora. Un fuerte abrazo.
Mario.
re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Lun, 21 Sep 2009 21:29
por Antonio Justel
... sin duda se trata de un poema con el que se pretende, Mario, reflejar o dar expresión no en sí a la soledad de los muertos, sino tocante a una soledad que nosotros tratamos de interpretar, desde nuestra posición como vivos, desde este lado, puesto que "los muertos", dicen, una vez muertos ya no están allí ni, por tanto, pueden sentir como también dice Bécquer y otros poetas; la Iglesia dice...; pero como poema estámuy trabajdo y muy bien hilvanado, compañero; la primera parte de este comentario - como puedes ver - es meramente divagatoria; es un buen poema, sin duda, Orión
re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Mar, 22 Sep 2009 8:06
por J. J. Martínez Ferreiro
Magníficos versos, amigo Mario, que exploran y reflexionan en esa soledad última que paciente espera a todos los cuerpos vivos.
Un abrazo.
re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Mar, 22 Sep 2009 20:11
por Mario Martínez
Es bueno que un poema haga sentir
Gracias José Manuel, eso intento siempre, aunque no siempre lo consiga.
Un fuerte abrazo, amigo mío.
Mario.
re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Mar, 22 Sep 2009 23:37
por julián borao
Aplausos, Mario, la poesía es arte en tus manos. Un poema bello, de ritmo sostenido y elocuente mensaje.
Un abrazo.
Julián Borao
re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Mié, 23 Sep 2009 21:01
por Mario Martínez
Gracias Marcos,
Bécquer era un gran maestro de soledades.
Me alegra que te haya gustado. Abrazos.
Mario.
Publicado: Mié, 23 Sep 2009 21:08
por Lunamar Solano
Me enamoré de esas imágenes... de la fuerza anclada en cada letra... vibré en cada verso... un real placer...
Un abrazo!
re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Vie, 25 Sep 2009 21:07
por Mario Martínez
Gracias, Javier, amigo mío, me alegra mucho que el poema te haya gustado. Un abrazo.
Mario.
Re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Vie, 25 Sep 2009 23:24
por Javier Cañas Belmar
Mario, si la soledad que describes en tus versos fuese fiel reflejo en los vivos...sería desolador....siento que sentiste y quisiste extrapolar esto al escribir este poema...esto me hizo sentir la lectura de tus letras..da escalofríos...un fuerte abrazo estimado amigo.
javi
re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Sab, 26 Sep 2009 20:16
por Mario Martínez
Gracias, Alberto, amigo mío.
Me alegra saber que te gustó. Un abrazo.
Mario.
re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Dom, 27 Sep 2009 20:48
por Mario Martínez
Gracias Ramón, por tu lectura y por ese comentario tan elogioso a mis versos. Un abrazo.
Mario.
re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Lun, 28 Sep 2009 20:51
por Mario Martínez
Gracias Pascua, me alegra mucho que el poema te emocionara. Un abrazo.
Mario.
Re: ¡Dios mío, que solos...!
Publicado: Mar, 29 Sep 2009 15:49
por Aubriel Camila de la Prad
Mario Martínez escribió:"Viste la soledad ropa de multitudes"
¡Dios mío, que solos...!
Es una soledad que ya no duele,
ni pesa, ni entristece, ni se enreda
trepando por la piel como la hiedra.
Ya no turban las voces su sosiego.
Se alimenta en recuerdos de la brisa,
de la húmeda caricia de la tarde,
del trino desolado de los pájaros.
Es una soledad de piedra y tierra,
de hierba enmohecida que al estío
evapora las horas, las plegarias,
los sueños que en ramaje de cipreses
construyeron su nido de recuerdos.
Es una soledad de cielos grises
absortos en miradas infinitas
y un mañana sin fin de amaneceres.
Es una soledad acompasada
por muchas soledades que comparten
monólogos urdidos por el viento,
minúsculas distancias insalvables.
Es una soledad sin emociones,
sin espera, sin tiempo, sin regreso,
anclada en el vacío, desahuciada,
sentada en las rodillas del olvido.
Es una soledad sin previsiones,
de humana condición, rumbos inciertos.
La soledad sin tregua de los muertos.
Mario.
Quiero pedir perdón a los compañeros que ya leyeron el poema por no haber explicado que el título lo había tomado prestado de ese poema de Gustavo Adolfo Bécquer que Marcos de la Mancebía ha tenido a bien copiar. No lo hice porque me pareció obvio que así era.
Bécquer es para mí el poeta romántico por excelencia.
"Es una soledad de piedra y tierra,
de hierba enmohecida que al estío
evapora las horas, las plegarias"
¡Qué belleza, Mario! Y qué tristeza se siente al leer estos versos...
Un poema excelente, como todos los tuyos.
Besos.